El impacto de la sequía sobre la actual campaña de trigo no se detiene y se transformaría en la peor cosecha de los últimos 7 años. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) volvió a recortar la estimación de producción final. El ajuste a la baja fue 1,9 millones de toneladas y la proyección se ubica en 11,8 millones de toneladas. En caso de concretarse dicha cifra, representaría una caída de 11,2 millones de toneladas en relación a los 23 millones de la campaña pasada.
Además, se informó que la cantidad de hectáreas sembradas alcanzó los 5,9 millones, de la cuales 830.000 se perdieron por el clima adverso. El relevamiento que realizó la entidad, también reflejó que a pesar de que los productores realizaron una inversión importante en el paquete tecnológico para que el potencial del trigo supere los 18 millones de toneladas, “el escenario actual del trigo argentino pasa por una enorme incertidumbre y puede seguir habiendo nuevos recortes” de estimación.
“Alertábamos que en los años de menor producción, el trigo fracasa en Buenos Aires y a la vez en el resto de la región pampeana y que esto podía suceder en este ciclo. Lamentablemente, este escenario incluso ha sido peor: a la región pampeana (por entero) se le sumó la presencia de heladas tardías durante todo octubre”, señalaron los especialistas de la entidad, quienes en relación al descenso de las temperaturas comentaron que durante el mes pasado hubo 4 heladas devastadoras, una por cada fin de semana.
Tanto el efecto de la sequía como el de las heladas tardías, derivó en menores rendimientos en trigo. Según el informe de la BCR, la estimación de noviembre es de 23,3 quintales por hectárea, frente a los 31,5 quintales por hectárea de promedio en los últimos 5 años. “Para encontrar un rinde más bajo hay que retroceder hasta la fatídica campaña 2008/09: el rinde país estuvo por debajo de los 20 quintales por hectárea y Argentina produjo tan solo 7,5 millones de toneladas”, comentaron desde la entidad.
Sobre el principal bastión triguero del país, que es la provincia de Buenos Aires, el informe advirtió: “Se han empezado a recortar los rindes bonaerenses en buena parte del centro y sudeste provincial. Lamentablemente, la posibilidad de que Buenos Aires contuviese el golpe, o por lo menos lo hiciese el bastión triguero del SE bonaerense, va quedando atrás. Los rindes se han sido reducidos en un 30% respecto de sus potenciales. Los ajustes pueden seguir. Ahora tenemos puesto el foco en cuantificar el efecto de las heladas. Hay mucha preocupación porque, en general, los cuadros están en antesis”.
Ausencia de lluvias
A todo esto, los especialistas de la BCR precisaron desde julio pasado en adelante en el centro del país faltaron entre 200 y 300 milímetros. El informe también destacó que en relación a las lluvias medias de los últimos 30 años, desde el inicio del mes de julio y hasta el pasado 8 de noviembre, a Córdoba le faltan entre 100 y 200 milímetros y a Buenos Aires entre 150 y 250 milímetros. A todo esto, en la región núcleo el faltante de precipitaciones fue importante, dejando un faltante de 200 a 300 milímetros.
“El escenario hídrico ha sido el más grave desde el 2008. Pero a esto se ha sumado la presencia de heladas tardías. La última, la del 1/11, afectó a todo el cuadrante del SE bonaerense con temperaturas bajo cero. El registro más bajo fue en Tandil con 4 grados bajo cero”, concluyó el relevamiento. A eso hay que agregar que las heladas de la semana pasada también significó un alto impacto negativo para otras producciones, como la ganadería, lechería y las economías regionales.
Expectativa
Desde organismos oficiales expresaron la expectativa que generan los pronósticos de lluvias y tormentas a partir de mañana en amplias regiones productivas del país, especialmente en el Centro y Norte del país. Se pronostica que serían las mejores lluvias a nivel regional de la primavera, alcanzarían a la zona núcleo, y “podrían significar que se detenga la caída de expectativas de producción de trigo y el inicio acorde a la acumulación de agua en el suelo de la siembra de cosecha gruesa”.
“Los modelos anuncian altas chances de eventos de lluvias a partir del jueves y, en algunas zonas, con milímetros significativos para todo el centro y norte del país. En el centro oeste de la región Pampeana podrían ser de más intensidad y se extenderían hasta el domingo y lunes”, afirmó Pablo Mercuri, director de Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA. Por otro lado, dijo que “sería la primera lluvia generalizada de primavera, luego de la estación seca del invierno, salvo los eventos del 25 y 26 de octubre que solo fueron significativos en el centro-oeste de Buenos Aires, y sudoeste de la provincia. Y podrán ser en varias zonas el puntapié inicial para la siembra de cultivos de gruesa de segunda y tardíos”.
Por último, el pronóstico del INTA plantea un escenario de lluvias y tormentas de variada intensidad sobre el NOA, NEA (norte y oeste), Cuyo y región Pampeana (sobre todo en el centro-oeste y en menor medida sobre el este). Algunas podrían ser localmente intensas con abundante caída de agua, ráfagas y/o ocasional caída de granizo especialmente sobre Mendoza, San Luis, La Pampa y Bs. As. (oeste).
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