A los serios problemas de competitividad y climáticos que atraviesa actualmente la actividad vitivinícola de la Argentina, ahora se sumó una denuncia del Departamento de Comercio de los Estados Unidos por supuesto dumping y subsidios sobre el jugo concentrado de la uva. Se trata del mosto, que es el jugo de la uva exprimido, y que se utiliza como endulzante natural para alimentos, dulces, mermeladas y repostería, entre otros. Además, nuestro país en el plano internacional se destaca porque es el principal país en materia de volumen y ocupa el segundo lugar del ranking en valor.
La denuncia de Estados Unidos contra dos empresas, Fecovita y Cepas Argentinas, genera una señal de alerta en todo el negocio, ya que el mencionado país representa casi el 40% del destino de las exportaciones locales, donde también juegan un rol de importancia China, Japón y Canadá, entre otros. Según comentaron a este medio fuentes de la industria del mosto, todo comenzó a finales del año pasado con una presentación que realizó ante el Departamento de Comercio de los Estados Unidos una empresa de dicho país contra la industria del mosto local, por presunto “dumping y subsidios”. Una presentación de similares características se realizó tiempo atrás en el mismo país, pero contra el biodiésel argentino.
En la presentación de la empresa se plantea, por un lado, que hubo supuestas exportaciones a un precio inferior al que se vende en ese mercado interno, y por el otro la posibilidad de que el Estado nacional favoreció de manera desleal en contra de los competidores internacionales, mediante subsidios a la exportación. A partir de todo esto, el viernes pasado el mencionado Organismo de los Estados Unidos anunció medidas de manera preliminar.
Según precisaron a este medio desde la Cámara Argentina de Fabricantes y Empresas de Mosto (CAFEM) se incrementaron los aranceles de esta manera: Para la empresa Cepas Argentinas: 3,71% por subsidios, más el 8,5% por dumping. Una suma de 12,21%. Por otro lado, la Cooperativa Fecovita contaba hasta el momento con un arancel del 7,16% por subsidios, pero se determinó sumar un arancel del 23,7%, que lleva todo a un total del 30,33%. Y para el resto de las empresas, que en septiembre habían sufrido un 5,5% de arancel por subsidios, ahora deberán cargar con un 15,88% más. Para este conjunto de empresas se fijó un 21,42%.
Al respecto, Rodolfo Paolucci, Gerente de CAFEM, sostuvo que “la decisión de los Estados Unidos genera mucha incertidumbre en el negocio que desarrollamos. A partir de las medidas que se adoptaron de manera preliminar, el esfuerzo nuestro está puesto en defender y cuidar un mercado que es de suma importancia para la Argentina y para nuestro producto. Estamos frente a un contexto muy complejo”.
Futuro
A partir de las medidas adoptadas por los Estados Unidos, el sector privado se encamina a definir una estrategia de corto y mediano plazo, para hacer frente a la problemática que se planteó. En un contexto difícil de la actividad por la menor competitividad de la misma, como consecuencia de la crisis económica, financiera y cambiaria del país. A todo esto se suman las condiciones climáticas adversas, con un extenso período de ausencia de precipitaciones y las heladas que se registraron en lo que va de la semana, donde solamente en el sur de Mendoza las pérdidas productivas superarían el 60%.
“Es difícil decir si estamos afuera o no, ya que hay variables propias del negocio y de forma interna que son también complejas. El costo de la materia prima 2023, el tipo de cambio que podremos acceder, entre otros aspectos, y esto es una gota mas que hay que ver si rebalsa el vaso”, agregó Rodolfo Paolucci.
Por último, en relación a la estrategia a seguir por parte del sector privado, según pudo saber este medio, ahora las miradas están puestas en aguardar la resolución definitiva del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, que se presentaría de manera oficial a fines del presente año o mediados de enero del 2023, pero también habrá un trabajo en conjunto del sector privado con el Estado nacional, especialmente con el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), que es un organismo que depende de la Secretaría de Agricultura, con el objetivo de revertir dicha situación y que todo vuelva a la normalidad.
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