Según confirmaron a este medio fuentes oficiales, en las próximas horas el Gobierno autorizará a las empresas exportadoras a reprogramar sin penalidades los embarques de trigo que fueron declarados. Por la menor producción que habrá del cereal, en un contexto climático sumamente adverso, hay un alto riesgo de incumplimiento de los contratos comprometidos, especialmente para los meses de diciembre, enero y febrero.
En principio el Gobierno otorgará una prórroga especial de 360 días para aquellas declaraciones juradas de ventas al exterior que cuentan con un período de embarque entre el próximo 1º de diciembre y el 28 de febrero del 2023. “Estamos trabajando para garantizar el trigo que se necesita en el mercado interno y también para la exportación, en un complejo momento climático que impacta en la producción”, agregó una fuente del Gobierno consultada por este medio.
De esta manera se estarían flexibilizando los embarques los embarques programados en diciembre, enero y febrero. Es por eso que por estas horas se está trabajando en ultimar detalles de la resolución que se publicará en el Boletín Oficial, con el propósito también que el impacto de la decisión no signifique una pérdida para el productor en el precio que cobre por la mercadería. Se trata de la primera medida que el Ejecutivo dispone para hacer frente a una campaña del cereal, afectada por la sequía y las heladas tardías.
A partir de una proyección de producción de la Bolsa de Comercio de Rosario de 13,7 millones de toneladas de trigo, que representarían unas 9,3 millones de toneladas menos en relación a la campaña anterior, se encendieron las luces de alerta en la cadena de trigo por las complicaciones que todo esto generaría en el abastecimiento del mercado interno y externo. Días atrás, el Secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, precisó que la merma de producción se estima en 6 millones, y señaló que se atraviesa “una situación particularmente tensa y critica. Tenemos que , acompañar y ayudar al sector productivo a transitar esta circunstancia desfavorable”.
Además, el funcionario señaló que la producción de trigo permitirá “dar respuesta a la demanda del sector externo y doméstico”, y adelantó que la exportación había solicitado al Gobierno que se autorice una prorroga en los embarques. En aquel momento Bahillo dijo que era “una cuestión que vemos factible, ya que es una medida que puede ayudar a la planificación de la salida del cereal y contemplar simultáneamente el abastecimiento del mercado interno”. Y en las próximas horas se publicará la medida haciendo lugar al reclamo exportador.
Más allá de esta situación, sigue el reclamo de los productores para que se actualice de manera inmediata el Fondo de Emergencia Agropecuaria, que desde el año 2009 se encuentra en 500 millones de pesos, la implementación de un seguro multirriesgo, y tanto la Sociedad Rural Argentina como la Federación Agraria Argentina coincidieron en plantear la necesidad del sector primario de que se deje sin efecto el pago de anticipo de ganancias.
Exportación
Desde la exportación recordaron que frente a una alta necesidad de ingreso de divisas, el Gobierno anticipó la apertura de los registros para la exportación a realizarse en los próximos meses de diciembre, enero y febrero. A raíz de esta disposición, las empresas que comercializan el trigo al mundo advirtieron que existe una fuerte concentración de los embarques en el mencionado período por más de 5 millones de toneladas, con compras totales por ese volumen pero con dos millones a fijar.
“Es por eso que en la práctica deberíamos estar buscando en las próximas dos semanas por lo menos dos millones de toneladas para confirmar esos contratos de exportación”, comentó en declaraciones radiales Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y de la Cámara de Exportadores de Cereales (CIARA CEC).
Ante números de producción de trigo tan ajustados por la sequía y las heladas tardías, y con la demanda que requiere la exportación y la molinería, aumentaron los temores en la cadena del cereal sobre nuevas intervenciones del Gobierno en el mercado. Al respecto, desde la Secretaría de Agricultura comentaron que monitorean el contexto y afirmaron que no “habrá cambios en las reglas de juego”. Por su parte, Gustavo Idígoras solicitó que se “evite cualquier medida restrictiva de exportaciones”, y advirtió que si sucede lo contrario, la medida será judicializada por el sector que representa el dirigente.
Molinería
Otro de los actores centrales de la cadena triguera, es la molinería. Diego Cifarelli, presidente de la Federación de la Industria Molinera (FAIM), aseguró en diálogo con Infobae que “no tenemos temores (a la intervención del Gobierno). Estamos trabajando para conseguir el trigo que nos falta para de es amanera llegar al empalme. Ahí está el foco nuestro y la situación no está fácil de lograrse”.
En ese sentido, recordó que en la reunión entre el Secretario de Agricultura la Cadena del Trigo, realizada días atrás, se planteó la necesidad de originar 200.000 toneladas de trigo urgente, “dado que lo que viene es muy complicado probablemente muchos de los que tienen trigo se encuentren reteniendo lógicamente para poder cumplir los fowards o los embarques. A nosotros se nos hizo difícil poder originar esas 200 mil toneladas, pero que las buscaríamos en el norte del país donde las cosechas tempranas se realizaron, pero las mismas fueron muy malas y además se terminaron llevando ese trigo los países limítrofes con dólar billete”.
Por último, Cifarelli sostuvo que hay diálogo con el resto de la cadena para hacerse del trigo que hoy están necesitando, “para evitar que el Gobierno intervenga. Además hay una gran incertidumbre por la calidad del trigo que se logre cosechar. Creemos que el país tiene que cumplir con sus compromisos exportables, y nosotros poder originar el cereal de donde podamos para abastecer de esa manera el mercado interno, y también jugar con lo poco que hacemos de exportación de harina de trigo.
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