Presión impositiva: el Estado se queda con casi $62 de cada $100 de la ganancia de una hectárea agrícola

El dato surge de un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) realizado tras el fin de la vigencia del “dólar soja”

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Sigue en niveles altos la participación del Estado en el negocio agrícola mediante el cobro de los impuestos
Sigue en niveles altos la participación del Estado en el negocio agrícola mediante el cobro de los impuestos

Según un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), correspondiente al presente mes, la participación del Estado en la renta agrícola a través del cobro impuestos alcanzó el 61,3%, para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol. Es decir, que de cada $100 de renta -valor de la producción menos costos- que genera una hectárea agrícola, $61,30 se los lleva el Estado en impuestos nacionales, provinciales y municipales.

El indicador mensual de octubre se ubicó un 0,2% por debajo del que se registró en junio pasado, como consecuencia de una leve mejora en los rendimientos de cosecha esperados en soja para la campaña 2022/2023. Además, el informe también detalló que la participación del Estado en soja alcanza el 67,7%, en maíz el 53,4%, en trigo el 50,9% y en girasol el 49,9%. Por otro lado, mientras el índice FADA nacional es de 61,3%, Córdoba registra un 61,6%, Buenos Aires 59,8%, Santa Fe 59,4%, La Pampa 60,5%, Entre Ríos 62,6% y San Luis 60,3%.

A todo esto, los economistas de FADA que realizaron el relevamiento, señalaron que “si bien la participación porcentual de impuestos en la renta baja, la cantidad de impuestos en pesos que pagó una hectárea promedio entre la estimación de junio y octubre se incrementó”. En ese sentido, comentaron que en el caso de soja, los impuestos nacionales que paga una hectárea pasaron de $89.986 a $104.056, en maíz de $54.480 a $69.264, en trigo de $38.069 a $41.527 y en girasol bajó de $42.693 a $34.357.

“Aquí queda claro que una mejora de precios o una mejora en los rindes, se traduce automáticamente en un mayor nivel de recaudación fiscal, principalmente de impuestos nacionales como derechos de exportación e impuesto a las ganancias que tiene una correlación directa con los ingresos y la rentabilidad”, agregaron desde la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina.

Por otro lado lado, se remarcó que del total de la participación del Estado en la renta agrícola, los impuestos nacionales no coparticipables representan el 66,8% del total de impuestos que afronta una hectárea agrícola en Argentina. Al respecto, los derechos de exportación, que son las famosas retenciones, son los de mayor incidencia, y luego se suman el impuesto a los créditos y débitos bancarios.

Más impuestos

También aparecen con impacto en el negocio agrícola, los impuestos nacionales coparticipables entre el Estado nacional y los Estados provinciales, los cuales representan el 28,2% de los impuestos medidos. En el mencionado caso, surgen fundamentalmente el impuesto a las ganancias (neto del impuesto a los créditos y débitos) y los saldos técnicos de IVA. A todo esto, las provincias reciben parte del 28,2% como coparticipación, y también recaudan diversos impuestos.

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En el informe realizado por FADA se consideraron el impuesto inmobiliario rural, el impuesto a los sellos y el impuesto a los ingresos brutos, con una alícuota reducida, ya que ni Córdoba ni Santa Fe, por ejemplo, cobran el mencionado tributo. De esta manera, los impuestos provinciales explican el 4,6% de los impuestos totales. Además, aparecen los impuestos municipales los cuales en la actualidad representan el 0,4% de los impuestos, donde hay una presencia importante de las tasas viales o las guías cerealeras, de acuerdo a la provincia.

Por último, los economistas expresaron que hay un tema recurrente en el reporte que realizan sobre la presencia del Estado en la renta agrícola, que es el federalismo fiscal. En ese punto, se sostienen que el actual esquema tienen mayor parte de los impuestos son nacionales no coparticipables, en una actividad que por definición es federal y está arraigada regionalmente.

“Así, la vigencia de los derechos de exportación impacta de manera negativa sobre el federalismo por tres vías. La primera, es que se incrementan los recursos no coparticipables en manos de Nación; la segunda, es que se reducen los recursos coparticipables por reducción del impuesto a las ganancias; la tercera, es vía los recursos que salen de las regiones productivas en el marco de la existencia de derechos de exportación”, comentaron los especialistas.

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