El trigo se encamina a una de las peores cosechas de los últimos 7 años, debido a la sequía y heladas tardías. Una situación que generará pérdidas económicas para los productores, pero de la que el Estado saldrá con ganancias por la recaudación del 12% de las retenciones y del 1% del fideicomiso del trigo, cuyo supuesto objetivo es “desacoplar” los precios locales de los internacionales del cereal, para que la harina 000 y los fideos lleguen al consumidor a precios accesibles.
Los integrantes del Grupo Lonja realizaron un informe sobre tres posibles escenarios de resultados económicos de la cosecha triguera. ¿Conclusión? Los productores perderán entre USD 105 y USD 405 y el Estado obtendrá una ganancia de entre USD 78 y USD 130 por hectárea. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), por su parte, calculó para el agricultor una pérdida de entre USD 300 y más de USD 800 por hectárea.
“En las 3 situaciones el Estado siempre recauda, mientras que el productor siempre pierde capital de trabajo”, dicen los autores del informe
El Grupo Lonja proyectó los resultados de dólares por hectárea que recibirían los productores y el Estado en la próxima cosecha de trigo, aunque faltarán determinar los rendimientos finales que podrían ser menores a los estipulados en el mencionado trabajo, en el caso que se profundice la condición climática adversa. Solamente se contemplaron en el informe la participación del Estado a través de las retenciones y del fideicomiso, sin tener en cuenta Ingresos Brutos, Débitos, Saldos de IVA, etc.
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“El Estado, en estas tres situaciones de rendimiento (15 quintales por hectárea, 20 quintales por hectárea y 25 quintales por hectárea) siempre recauda, mientras que el productor en estas tres situaciones posibles siempre pierde capital de trabajo”, dijeron los encargados de realizar el informe.
En el caso que el rendimiento cosechado sea de 15 quintales por hectárea, el informe privado proyecta una pérdida para el productor de trigo de USD 405 por hectárea, mientras que el Estado tendría una ganancia de USD 78 por hectárea. En el escenario de un rendimiento de cosecha en 20 quintales por hectárea, el Estado ganaría USD 104 por hectárea, contra una pérdida que debería enfrentar el productor de USD 205 por hectárea. El último contexto analizado, es con rendimientos de 25 quintales por hectárea, donde el Estado ganaría USD 130 por hectárea, y la producción perdería USD 105 dólares por hectárea. Es decir, que en todos los casos el Estado siempre gana.
Campaña
Hasta el momento las zonas más afectadas por la ausencia de precipitaciones son el centro y norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, San Luis y la región del NOA. Ya son importantes las pérdidas en materia de trigo, con casi 400.000 hectáreas que no se podrán cosechar y una cosecha total que podría ubicarse por debajo de los 15 millones de toneladas, ubicando la potencial producción para el presente ciclo 8 millones de toneladas por debajo de lo obtenido en la 2021/22.
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Según están planteando desde la Bolsa de Comercio de Rosario, en caso de concretarse las estimaciones de cosecha total, la misma será la más baja en 7 años, cuando en la campaña 2015/16 la producción se vio afectada por una sequía fulminante que dejó a la Argentina con un nivel de producción de 11,4 millones de toneladas. Sin embargo, en aquella campaña el rinde promedio estimado se ubicó en las 29,quintales por hectárea.
Esta merma productiva impacta de lleno es los despachos del cereal, que caerían 5,5 millones de toneladas respecto al año pasado hasta las 9 millones de toneladas. Al respecto, la Bolsa de Rosario ya advirtió que en materia de exportaciones se perdieron más de USD 1.500 millones, complicando aún más el ingreso de dólares para las reservas del Banco Central.
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