Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, volvió a referirse ayer durante una charla por zoom organizada por la Mesa Agropecuaria de su espacio político a uno de los principales reclamos del sector agropecuario: las retenciones a las exportaciones. Las definiciones de la ex diputada se conocieron el mismo día en que el Secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, aseguró que “hay que animarnos a repensar el esquema de retenciones”.
Durante su exposición, la ex diputada señaló la necesidad de que “el campo busque voceros para terminar con la injusticia moral que significan (las retenciones), porque se están pagando casi inconstitucionalmente. Hay una imposición impositiva que viola el espíritu de la Constitución, como las Tasas, Impuestos a las Ganancias, Bienes Personales. Lo que estamos haciendo es un tormento constitucional. Son impuestos que no son sanos, porque no sirven a la producción y al desarrollo y en esa medida no vamos a crecer y no podremos estabilizar la moneda”.
A todo esto, Carrió compartió el espacio de debate e intercambio con Esteban Hernández, presidente de la Fundación Apertura, quien estimó que si se eliminan las retenciones al campo, las exportaciones podrían sumar USD 10.000 millones extras en un año, y el PBI podría crecer 3% y que se crearían 300.000 puestos de trabajo.
“La regla debe seguir siendo la de Junín en 2007, que es dejar en paz al campo y hacer las cosas que podemos hacer bien, que es pasar de la producción de materias primas a la industria alimentaria”, dijo Carrió al momento de tomar la palabra y agregó que “no solamente las retenciones son injustas, sino que tendríamos que hacer el cálculo de la elusión fiscal que esto significa”.
Así, en este sentido remarcó que hay que calcular “qué cantidad de granos producimos y cuáles efectivamente salen de nuestros puertos y qué porcentaje sale vía Uruguay, Brasil o Paraguay y quiénes son los gobernadores y autoridades nacionales que manejan esto”, aseveró la fundadora del espacio político, y subrayó que las retenciones “promueven un régimen distorsivo que es la elusión y el contrabando”.
“Si nosotros contamos la elusión fiscal que esto significa, lo mejor es transparentar el mercado. Si nuestros países limítrofes no tienen retenciones, si nuestros productores se ven obligados a comprar campo o alquilarlo en esos países, esta medida es distorsiva y elude el pago de impuestos, por lo cual en lo práctico es muy mala. Podemos demostrar que no solamente es un mito ideológico, sino que también es un error de cálculo demencial, porque nos están mandando al contrabando”, concluyó.
Proyecciones
Las retenciones a las exportaciones agropecuarias son rechazadas por casi la totalidad del campo y con la intención del Gobierno nacional de que el Poder Legislativo vuelva a delegarle la potestad para modificarlas, volvieron al centro de la escena los cuestionamientos hacia este tributo. Esto motivó que el agro explicara nuevamente que su eliminación, lejos de desfinanciar al Estado, permitiría que ocurriera en salto productivo que impulse a la economía argentina hacia el crecimiento.
Así lo aseguró el presidente de la Fundación Apertura, Esteban Hernández, durante su presentación. Allí, el especialista aseguró que la eliminación de las retenciones generaría un salto exportador de USD 10.000 millones en solo un año, logrando así un ingreso masivo de dólares al país. “A las retenciones hay que eliminarlas no solo por el campo, sino porque nuestros vecinos como Brasil, Uruguay y Paraguay lo hicieron y generaron un shock exportador y estabilidad en el mercado de divisas que Argentina hoy no puede tener.
Para el titular de la Fundación Apertura, este impuesto “es un anacronismo que ni Lula en Brasil, Evo Morales en Bolivia o Fernando Lugo en Paraguay aplicaron. Esos países estuvieron incentivando la producción agropecuaria y desde que los commodities empezaron a subir lograron salir de la recurrente crisis de divisas que tenían. Hoy no tenemos dólares, pero esos países sí”. Para Hernández, una eventual eliminación de los derechos de exportación al agro contaría con otros beneficios en el corto plazo, como un crecimiento del PBI del 3%, la creación de 300.000 puestos de trabajo nuevos por año, un mayor financiamiento a las provincias y un crecimiento en la recaudación por parte del Estado.
En este sentido, el contador público descalificó el “mito” de que “no se pueden sacar retenciones porque le genera déficit al Estado. Hoy lo tiene de todas maneras y con las retenciones. El problema no son los derechos de exportación, sino que tiene un manejo estratégico del gasto público que ha generado el Estado”. Además, sostuvo que “se dice que hay que mantener las retenciones para tener el precio de los alimentos baratos. Si las eliminamos, la carne podría subir un 3%, el pan 1% y la leche 3%, por ejemplo. Pero también si se eliminan, vamos a tener un salto productivo, un crecimiento de la economía. Para proteger la mesa de los argentinos hay que bajar un poco los impuestos, ya que tienen una participación del 30% y 40% de impuestos en el precio final”, aseguró Hernández.
Pero para alivianar la posible merma en ingresos que tendría el estado por la eliminación del tributo, Hernández propuso suspender el régimen fiscal especial de Tierra del Fuego que plantea exenciones impositivas para empresas tecnológicas, iniciativa que coincide con un proyecto de Ley presentado por la Coalición Cívica. “Es una oligarquía la que maneja la industria de Tierra del Fuego. Nosotros proponemos suspender ese sistema, lo que permitiría que el estado recaude más plata de ganancias e IVA, que estas sietes empresas no pagan. Esta combinación de crecimiento de la economía, aumento del empleo y suspensión de los subsidios a la industria en esa provincia, nos permiten compensar casi al 100% el déficit que generaría la quita de retenciones”, concluyó.
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