Para el campo las últimas medidas del Banco Central “son un cambio en las reglas de juego” que puede afectar aún más la relación con el Gobierno

Dirigentes y analistas se refirieron a las circulares que implementó la entidad que preside Miguel Pesce, en plena vigencia del dólar soja

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Miguel Pesce, presidente del Banco Central.  REUTERS/Agustin Marcarian
Miguel Pesce, presidente del Banco Central. REUTERS/Agustin Marcarian

Es cada vez más grande el malestar en el campo y la agroindustria por las recientes medidas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), en plena vigencia del “dólar soja”, que hasta el momento registró un alto nivel de ventas y de liquidación de divisas, superior incluso a las expectativas del Gobierno. Para la mayoría son medidas que afectan la toma de decisiones y profundizan la incertidumbre.

Ya instrumentado el “dólar soja” por parte de Economía, el Central primero encareció el financiamiento a los productores de soja que no hubieren vendido al menos el 95% de su producción. Luego, en la semana que pasó, prohibió a las empresas del agro que operan en el mecanismo diseñado por el Gobierno, a operar en los diferentes dólares financieros. Estas medidas no solo encendieron alertas en el sector privado, sino también en Economía.

A lo largo de esta semana la producción y la cadena agroindustrial reclamaron la eliminación de ambas medidas. Mientras tanto, el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, confirmó el miércoles pasado durante su visita a la Exposición Nacional de Primavera de la Raza Angus, en Olavarría, que el ministro Sergio Massa se comprometió a trabajar para rever las decisiones de la entidad que preside Miguel Pesce. También se pronunció en ese sentido el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.

Detalle de la liquidación de divisas de los últimos días. (Ariel Sbdar)
Detalle de la liquidación de divisas de los últimos días. (Ariel Sbdar)

Aunque rechazaron las políticas del Central, pero ratificaron también que la vigencia del “dólar soja” vence el próximo 30 de septiembre y no se prorrogará. Pese a las críticas que sigue recibiendo el mecanismo, generó ventas de los productores por más de 11 millones de toneladas, y los exportadores anunciaron el viernes que la liquidación de divisas llegó a los USD 6.000 millones. Además, desde su cuenta de Twitter, el economista Ariel Sbdar difundió una elaboración de la consultora 1816 en base a datos de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y afirmó que la liquidación de divisas del agro durante este septiembre fue la mayor en toda la historia argentina (ver arriba).

“Todo indica que no hay una mirada clara hacia adelante, y sí hay una mirada cortoplacista que tiene como intención recuperación de divisas y nada más que eso” (Horacio Salaverri, presidente de Carbap)

Sin embargo, más allá del éxito del mecanismo, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri, dijo que el mismo “fue neutralizado, por lo menos desde la faz administrativa” por las resoluciones del BCRA. “Una de las medidas del Central lo que hace es casi extorsionar al sector agropecuario incrementando la tasa de interés por el mero hecho de tener tenencias de soja”, explicó a Infobae. Y la otra -explicó- discrimina al campo con una resolución que se conoce a una hora de la tarde y tres horas debió ser aclarada. Todo indica que no hay una mirada clara hacia adelante, y sí hay una mirada cortoplacista que tiene como intención recuperación de divisas y nada más que eso”.

Cambio de las reglas de juego

Por su parte, Hernán Satorre, asesor de empresas y co-fundador de AmplificAgro, señaló que con las medidas adoptadas “el Banco Central deja en claro que su intención es encontrar mecanismos para generar más presión y forzar a los productores a vender, a la par que limita la adquisición de dólares; es un nuevo cambio de reglas de juego que prende alarmas y afecta la poca credibilidad que podían aspirar a tener por parte de los productores agropecuarios. El Gobierno a través del Central tensa aún más la relación con el campo, ya que las reglas claras para desarrollar el negocio agropecuario vienen siendo una demanda que al parecer no es escuchada, de esta manera, entierra sus posibilidades futuras de alcanzar acuerdos con el campo”.

Horacio Salaverri, presidente de CARBAP.
Horacio Salaverri, presidente de CARBAP.

Además, el especialista detalló el impacto que podría tener en el mundo agropecuario si desde el Estado se promovieran políticas publicas que incentiven la inversión, generen confianza y se transformes en reglas de juego claras y permanentes. “Cuando hay reglas de juego claras y confianza los agentes económicos gastan, invierten, asumen riesgos e impulsan el crecimiento económico y mejoras de bienestar. Pero cuando los agentes económicos desconfían, dejan de gastar, tratan de proteger se frente a la incertidumbre y postergan decisiones”, expresó.

Cambios en la política cambiaria y monetaria

En diálogo con Infobae, el analista económico, Salvador Di Stefano, comentó que “si el Gobierno sigue sin dar un beneficio nadie le va a liquidar. Y como no llegan dólares del exterior en materia de inversiones y como no llegan dólares del exterior para financiarlo, el Gobierno hoy está preso de dar beneficios y premios, o cambiar la política monetaria y cambiaria. Dentro de un Gobierno tan complejo donde se deben arribar a numerosos consensos para cambiar la política monetaria, mi impresión es que eso se va a demorar, con lo cual no creo que haya cambios el 1º de octubre cuando finalice el dólar soja. Aunque considero que si no hay cambios, en enero y febrero próximo vamos a tener las típicas corridas cambiarias del verano que se dieron en la década del 80″.

Por último, el analista sostuvo que el dólar soja se transformó “en un anabólico para que el productor venta la soja y aportara 6.000 millones de dólares. Lo que pocos están observando es que el 31 de agosto las reservas del Banco Central eran de 36.700 millones de dólares y actualmente las mismas son de 36.100 millones. Lindo sería imaginar que hubiera sucedido si el campo argentino no le hubiera aportado 6.000 millones de dólares al Gobierno. Además, probablemente cuando el 31 de diciembre venzan las metas con el Fondo Monetario Internacional a lo mejor el anabólico le toca al trigo. Este es un Gobierno que lo logra la confianza los inversores para que le liquiden dólares”.

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