La producción ovina de la Patagonia atraviesa un momento de profunda crisis. La gravedad de la situación fue planteada la semana pasada durante la reunión que la dirigencia del campo mantuvo con el Secretario de Agricultura, Juan José Bahillo. Al término de la misma, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Jorge Chemes, advirtió que “la problemática ha derivado en más de 600 establecimientos rurales que hoy no registran actividad”. Los productores de lana señalaron que la actividad se encuentra atrapada entre el proceso inflacionario de sus costos, el crecimiento de la tasa de interés, el aumento paritario de salarios para todo el país, y un tipo de cambio, absolutamente retrasado con respecto a las restantes variables, entre otros problemas.
Al respecto, la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS), cuyos representantes participaron del encuentro de la semana pasada, precisaron que actualmente en las provincias patagónicas existen 5.857 productores que tienen en promedio unas 1.000 ovejas cada uno, pero dijeron que “hay que tener 3000 ovejas para salir hecho, y mínimo 4500 para tener rentabilidad. Así de fácil y abrumadora es la cuenta”.
En la reunión con el titular de la Secretaría de Agricultura se solicitó de medida urgente para el sector y el resto de las economías regionales, la unificación del tipo de cambio, comenzando por aquellas actividades que están relacionadas con la exportación, que generan en el interior mano de obra genuina, posibilitan el arraigo y movilizan las economías de pueblos y ciudades. Además, ejemplificaron la situación alertando sobre el aumento de los costos que superan el 75% en el año, mientras que el tipo de cambio con el cual se cobra la lana subió apenas un 35% en el mismo periodo; es decir menos de la mitad.
“La desastrosa brecha entre el dólar oficial con el que se cobra la lana, y el dólar real que define el aumento de los costos, ha puesto a miles de productores patagónicos en una situación angustiante de la que muchos definitivamente no pueden salir y terminan cerrando los campos. Se trata de sobrevivir; ya no de tener algo de rentabilidad. Hoy sufrimos hasta el cierre de escuelas rurales, cuando es nulo el costo fiscal de incluir a las economías regionales”, agregaron los directivos de FIAS, quienes también reclamaron soluciones sobre el costo de las cargas laborales, y la liberación de los fondos de la ley ovina, ya que desde el sector aseguran que existen más de 400 proyectos que se encuentran a la espera de su desembolso.
Si bien desde la Secretaría de Agricultura no hubo precisiones de futuras medidas a implementar ante el reclamo del sector de la producción, durante el encuentro de la semana pasada entre Juan José Bahillo y la Mesa de Enlace se analizó la posibilidad de instrumentar fondos rotatorios y aportes directos.
Reclamos
Hay que recordar que la producción ovina es mayoritaria y casi la única posible en ganadería patagónica, donde se exporta en más de un 90% con lo cual no hay posibilidad de equilibrar los números con el mercado interno, y a todo esto los dirigentes dijeron que tampoco influye en la denominada mesa de los argentinos. “No formamos precio, sino que lo tomamos del mercado internacional y entonces el tipo de cambio resulta vital para enfrentar el constante aumento de todos los precios relativos que conforman los costos del sector lanero”, comentaron.
Además de expresar la necesidad de corregir la actual situación cambiaria, desde la Patagonia expusieron ante Juan José Bahillo que “los reintegros por exportación, los planes integrales para la ganadería, las líneas crediticias blandas no solucionan el problema de un productor que se está fundiendo; terminan siendo un salvavidas de plomo. No hay más tiempo para estudiar nuevas medidas: venimos a pedir que manden la ambulancia porque necesitamos internación en terapia intensiva”.
SEGUIR LEYENDO: