Según fuentes del sector privado consultadas por este medio, la gestión de Sergio Massa al frente del ministerio de Economía decidió poner fin al empleo del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA). Se trata de una medida que fue promovida por el ex Secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, y duramente objetada por todas las cámaras molineras por no impedir la suba del precio del pan en góndola ni atenuar la suba de costos en granos para la molinería local.
Tras las diferentes objeciones públicas realizadas por los molinos pymes en los últimos días, a lo que sumó una serie de reuniones con industriales molineros, y lejos de dar marcha atrás con el cobro de retenciones a los derivados de la soja, que desde abril pasado pasaron de tributar 31% al 33%, el ministro de Economía habilitó al equipo que encabeza Matías Tombolini para aprovechar los cerca de 400 millones de dólares que se empleaban en el Fondo y que serían direccionados al pago de subsidios que de manera directa se propone financiar al sector panadero con el objeto de atenuar subas en el pan.
Hay que recordar que el denominado Fondo Estabilizador del Trigo Argentino fue anunciado por la Casa Rosada a mediados de marzo de este año por el presidente Alberto Fernández, como medidas propuestas por su máximo equipos de asesores, para evitar subas en la harina que provocaría el alza internacional del trigo por la invasión de Rusia a Ucrania, dos de los principales productores de trigo del mundo.
Para los molinos, grandes y pequeños, el objetivo de estabilizar el costo por tonelada de trigo que compró la molinería, gestionado a través del decreto 132/22, no se logró. Además, hoy quedan por investigar denuncias judiciales presentadas por legisladores opositores respecto a supuestos beneficios que habrían obtenido en los pagos un par de molinos autorizados, entre los que se contó a Molinos Cañuelas. Sin embargo, por decisión de la gestión de Sergio Massa, ya sin anuncio presidencial ni lineamientos expuestos desde la Casa Rosada, se adelantó que se continuará empleando los fondos obtenidos del cobro impositivo que se le hace a la exportación de subproductos oleaginosos.
La decisión de finalizar con el Fideicomiso Triguero fue formalizada por Matías Tombolini en una ronda de reuniones que mantuvo en el arranque de la semana con representantes de la Federación de la Industria Molinera (FAIM), la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Molineras de la República Argentina (APYMINRA), y la Cámara de Industriales Molineros (CIM). Desde el sector molinero miran con recelo la intención massista de atender de manera directa con subsidios a las panaderías, y esperan direccionar la negociación a través de contactos.
Resultado y panaderos
Para el sector privado, e incluso para los funcionarios hoy a cargo de Comercio Interior, fue pobre el resultado alcanzado por el fideicomiso triguero, el cual administraba el BICE, ya que allí solo se anotaron poco más del 5% de los 160 molinos que hoy operan en el mercado harinero argentino. La medida de cobro aún molesta a los exportadores oleaginosos y no dio ventajas a la molinería. El Estado llegó fuera de tiempo para atender una situación que se presentó descontrolada y tampoco puedo actuar en definitiva para la concesión efectiva de los subsidios. Aunque sí hay un puñado de molinos que cuentan con la autorización de cobro, y esperan hacerlo.
El equipo de Tombolini tomó nota de cuestiones mencionadas por los molinos en su reclamo, tales como que el sector no es formador de precios (ya que el precio de la harina solo representa un 14% del valor final del pan) y que con medidas de este tipo no se logra bajar el precio del pan. Motivo por el cual ahora evaluarán y buscarán contener de modo directo a quien vende el pan, las panaderías que deben enfrentar subas por venir en electricidad y gas.
“Para eliminar una herramienta que ayuda a las panaderías y a los consumidores hay que tener una herramienta superadora”, Gastón Mora
Por último, los panaderos también se pronunciaron sobre el mecanismo en cuestión y fueron convocados para una reunión a la Secretaría de Comercio Interior que se realizará en la tarde de hoy. Desde la Asociación de Trabajadores Independientes de la Industria del Pan aseguraron que hay entre sus asociados “mucha tensión”, ya que la finalización del FETA será anunciada en momentos donde aumentan nuevamente un 10% la harina de trigo.
“Veremos con que propuesta nos salen, porque para eliminar una herramienta que ayuda muchísimo a las panaderías y a los consumidores hay que tener una herramienta superadora, porque esto hacía que el pan tenga un precio razonable en las panaderías que percibían esta harina, si esta decisión implica atacar el bolsillo de la gente, no seremos cómplices y nos tendrán dando pelea defendiendo el pan principalmente en la mesa de los que menos tienen”, dijo en un comunicado Gastón Mora el referente de la entidad.
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