La asunción de Sergio Massa como ministro de Economía fue una bocanada de aire para el Gobierno nacional, pero aunque la inestabilidad que se vivió durante julio cesó en parte, los problemas económicos siguen bien presentes: entre ellos, inflación desbordada y falta de dólares en las arcas del Banco Central.
Con Massa también vino un rediseño del gabinete económico, el Ministerio de Agricultura pasó a ser Secretaría, igual que el de Desarrollo Productivo. El tigrense concentró decisiones sobre el grueso del arco productivo del país. Hoy el campo debe persuadir al expresidente de Diputados si quiere lograr el “cambio de rumbo” y medidas que beneficien al sector.
El mensaje de Massa al campo a través del secretario Juan José Bahillo es simple: escuchar sus necesidades y reclamos y tomar medidas para “potenciar” al sector. Pero eso no exime al ministro de atacar primero uno de los problemas que más aqueja a la macroeconomía argentina, la falta de dólares. Y aún así, el interés urgente por conseguirlos no se tradujo aún en medidas que agiliceb la liquidación de soja todavía no comercializada.
El primer contacto “formal” de la Mesa de Enlace con Massa fue hace dos semanas en Escobar. Una reunión cuasi secreta que buscó evitar las cámaras de televisión. Los presidentes de las entidades expresaron allí sus principales demandas, como la liberación del mercado de carne y de granos, la unificación del tipo de cambio y la quita de retenciones, entre otros puntos, y acordaron un trabajo conjunto a nivel técnico, que se fue dando en los días siguientes.
Pero más allá de la “buena voluntad”, avances concretos no hubo ninguno, destacaron desde la Mesa de Enlace, ni siquiera en lo que más interesa al Gobierno, como lo es el diseño de un mecanismo que incentive a una mayor liquidación. A finales de julio, el Banco Central lanzó el denominado “dólar soja”, que permitía el productor que vendiera su soja antes del 31 de agosto poder acceder con el 30% los pesos que recibía por su mercadería a dólares a valor oficial y con el restante 70% depositarlo en un plazo fijo atado a la variación de la divisa norteamericana. El Gobierno esperaba el ingreso de USD 2.500 millones, pero solo se realizaron operaciones por USD 4 millones.
Es evidente el fracaso de este instrumento. De hecho, Bahillo habló más de una vez de “reformularlo”, pero eso tampoco pasó. Las especulaciones de llevar al 50% el acceso a dólares parece cada vez más lejano, ya que en la última reunión del directorio del BCRA ni siquiera se extendió el plazo de vigencia del “dólar soja”, lo que hace prever el fin de la inútil herramienta. Las posibilidades de reeditar un esquema parecido al “Refinoplus” pero dedicado a la soja también fue mencionado, pero hasta el momento nada es ratificado.
Incertidumbre y confianza
Más allá del encuentro entre las entidades y el Gobierno y el trabajo conjunto a nivel técnico las entidades rurales esperan hechos y un cambio de políticas hacia el sector que regeneren la confianza y den certezas para impulsar la producción. En diálogo con este medio, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, sostuvo que desde el Ejecutivo “no hubo un cambio de posición, sino que tuvimos una charla donde expresamos los puntos más sobresalientes que requiere una decisión importante e inmediata para volver a generar una confianza entre el Gobierno y el sector que, desde nuestro punto de vista, hoy está cortada”.
Según comentó Pino, lo que se pretende desde la dirigencia rural “es que el actual Gobierno vea al campo como parte de la solución y que se animen a tomar decisiones que seguramente son corajudas”, y en este sentido marcó que ellos “no son el Ejecutivo, ni los que ponemos las normas, pero sí podemos describir lo que está pasando en las diferentes producciones” y sostuvo que el la Administración de Alberto Fernández “tome en cuenta la terrible brecha entre los diferentes tipos de cambio” que afectan la competitividad del sector.
Respecto a las reuniones técnicas con funcionarios de la Secretaría de Agricultura, el secretario de la SRA, Carlos Odriozola, que estuvo en representación de la entidad hoy “no se está discutiendo nada. Se intercambiaron comentarios e ideas, pero sin una conversación a fondo”. En este sentido, puntualizó que “todos los días aparece una nueva alternativa respecto al tema soja, generando mayor incertidumbre y retrayendo la ventas. Seguimos sin tener la previsibilidad que pedimos. Todo el mundo espera a ver qué se decide”.
Al respecto, Pino profundizó el concepto y sostuvo que “lo único que se está generando es que la gente que tenía la decisión de vender algo, ante esta falta de certeza, están restringiendo las ventas” y concluyó: “nosotros pretendemos es que por lo que nosotros producimos podamos cobrar lo mismo que cualquiera y cuando digo cualquiera digo como nuestros vecinos, Uruguay, donde los productores reciben un precio lleno con una moneda normal”.
Enojo y “tensa calma”
Para el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, con la llegada de Sergio Massa se abrió una nueva gestión, aunque todavía “sin resultados”. Así, consideró que “en cuanto a acciones y disposiciones por parte del Gobierno, todavía no hay algo que se note o se diferencie, sino que se ha estancado. más allá de venir con una nueva impronta y la expectativa, todavía no vimos una acción concreta”.
Es por esto que Achetoni considera que existe una suerte de “tensa calma” para con el Gobierno, ya que es necesario recordar que durante la gestión de Julián Dominguez al frente de la cartera agropecuaria se produjeron grandes protestas en contra de las políticas agropecuarias aplicadas hasta el momento. Por eso plantea que “hoy todo es expectativa de ver qué va a suceder o qué van a decidir, pero también lo está por una cuestión lógica, ya que se necesitan condiciones de certidumbre que no tenemos para poder decidirse a producir e invertir. Todavía no se ve ninguna respuesta, es una tensa calma”.
Pero también, el dirigente agropecuario subrayó la molestia y el enojo que generó en las entidades la sorpresiva visita de Massa a Coninagro esta semana, en la cual, más allá de escuchar los reclamos de sus dirigentes, también anunció la prórroga del corte de biodiésel en el 12,5%.
Para Achetoni, “estas son acciones que no contribuyen. Es un error del ministro Massa pensar que nos va a dividir. Al contrario, nos va a unificar más y los anuncios se los debe hacer a la Mesa de Enlace, no a una entidad. Es un error muy grosero el que cometió. Si bien la medida va en el sentido correcto, no tenía ninguna necesidad de hacer eso. Se lo podía decir a todas las entidades al mismo momento, pero cada uno decide cómo equivocarse”.
Unidad
Por su parte, el presidente de la Asociación Argentina de Productores Agropecuarios (AAPA), Pedro Zabala, consideró que hasta el momento “no hubo cambios sustanciales” ni de “actitud” por parte del Gobierno y reiteró su pedido de que la entidad sea escuchada por los funcionarios nacionales, al mismo tiempo que bregó por la unidad del sector, sin distinciones.
“No hubo un cambio ni siquiera de actitud. Esto termina siempre en un cuello de botella, con un productor asediado, en muchos casos trabajando a pérdida, como sucede en las economías regionales”, dijo el dirigente.
Pero por sobre todas las cuestiones, Zabala marcó la necesidad de que la entidad “sea escuchada” y planteó la “unión de todas las entidades y grupos”, ya que “no debería existir una Mesa de Enlace de cuatro, cinco o diez entidades, sino que hay que estar todos juntos bajo un solo objetivo que es recuperar la capacidad de trabajo del sector productivo argentino”.
“Pero si nos vamos a escuchar en reuniones en una estación de servicio, donde no se proponga nada y se organicen reuniones técnicas a futuro y tampoco se resuelve nada. La verdad es que el productor chico argentino hoy no está en condiciones de esperar. Se están vendiendo campos chicos a pooles grandes y se está produciendo un éxodo del sector productivo”, concluyó.
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