Julián Domínguez criticó la marcha de organizaciones sociales a la Rural: “Son cosas que no le sirven a nadie”

En diálogo con Infobae, el ministro de Agricultura sostuvo que la medida para acelerar la venta de soja “genera la previsibilidad financiera que el productor reclama”

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Julián Domínguez, ministro de Agricultura.
Julián Domínguez, ministro de Agricultura.

Argentina vive momentos preocupantes por la abrupta caída y la muy escasa disponibilidad de reservas internacionales en las arcas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), por lo que el Gobierno nacional hace ya algunas semanas fijó su atención en el volumen de soja que todavía los productores agropecuarios no comercializaron, en un marco de una cada vez más amplia brecha cambiaria y una incertidumbre macroeconómica que ralentizó de manera significativa la venta del grano.

Es por eso que ayer el BCRA anunció la implementación de una nueva herramienta que sirva de estímulo para que los productores de soja aceleren la liquidación de su cosecha hasta el próximo 31 de agosto. Este nuevo régimen permitirá a los agricultores que una vez vendidos sus granos, con el 70% de los pesos que obtiene podrá hacer un depósito en pesos que ajusta al tipo de cambio oficial, mientras que con el 30% restante de los pesos, el BCRA le permitirá recomprar dólares, también al tipo de cambio oficial, a la vez que deberá pagar el impuesto PAIS y las retenciones.

En diálogo con Infobae, el ministro de Agricultura Julián Domínguez, señaló que la medida fue explicada hoy a todos los integrantes de la cadena productiva y que “básicamente es una normativa simple que tiene por propósito darle al productor la preservación del valor de su producto si liquida antes del 31 de agosto”. Así detalló que con el 30% de los pesos que reciba el productor podrá comprar dólares al valor oficial, mientras que el restante 70% “ponerlo en un plazo fijo a valor dólar link que le permite conservar el valor de referencia del tipo de cambio para la compra de fertilizantes y para el pago del arrendamiento”.

Según Domínguez, con esta medida se generan “las condiciones para que el productor pueda tener la opción de vender con un estímulo que le dá la previsibilidad financiera que el agricultor reclama cuando todavía tiene por delante la compra de fertilizantes y, teniendo en cuenta que en Argentina casi el 70% de los campos están arrendados, se tienen que hacer cumplimiento a las obligaciones con los titulares de la tierra”.

El funcionario nacional relató que la medida fue adoptada por parte del presidente del BCRA, Miguel Pesce, y el presidente Alberto Fernández, y que Agricultura aportó la información solicitada por las autoridades. En este sentido, y fundamentando la decisión tomada por el Gobierno, sostuvo que “Argentina tiene por delante dos meses críticos de invierno”, debido a los crecientes gastos en energía.

Teniendo en cuenta esta coyuntura y la ralentización de la comercialización de la cosecha de soja, el BCRA consideró que “:era necesario sobre el particular tomar una decisión y la entidad, junto al Presidente, entendieron que este era el instrumento más idóneo para cumplir el propósito monetario que seguía el BCRA de disponer de divisas y un estímulo que permita vender la soja en un momento donde hay una tendencia a que las liquidaciones disminuyan, pero ha disminuido la de soja de manera significativa, por debajo del 10% respecto a periodos anteriores, por lo que el BCRA decidió tomar esta medida”.

Miguel Pesce, ministro de Agricultura. (REUTERS/Agustin Marcarian)
Miguel Pesce, ministro de Agricultura. (REUTERS/Agustin Marcarian)

No obstante “este estrangulamiento en los meses de invierno” que dejan al país casi sin reservas para afrontar los gastos en energía, Domínguez entiende que, teniendo en cuenta las “capacidad instalada del campo, sus capacidades productivas y el desarrollo científico-tecnológico”, el país está “en condiciones de sortear y de resolver los problemas que coyunturalmente tiene”.

Al mismo tiempo, defendió la reacción de Fernández cuando días atrás criticó fuertemente al sector al considerar que estaban especulando al no comerciar USD 20.000 millones que se encuentran en poder de los productores. Para Domínguez, “el Presidente garantiza el interés general y el bien común y, advertido sobre la situación, convocó a movilizar a todos los sectores, pidió cooperación y plantea la necesidad de disponer todos los instrumentos, por eso están las resoluciones”.

“El que gobierna el país es el Presidente y yo soy su auxiliar. Mi tarea es lograr que en Argentina se produzca más, que pueda hacer la transformación en materia de tecnología, pueda resolver el problema de dar respuesta inteligentemente a la oportunidad que el mundo nos ofrece. El presidente tiene una visión mucho más amplia que la mía, que es garantizar el interés general. Ve un problema y lo plantea y mi tarea es resolverlo”, sostuvo Domínguez.

Ausencia y marcha

Más allá de esta nueva herramienta que lanzó el Gobierno para fortalecer las reservas, y que espera acaparar la atención de los productores, hoy la relación entre el oficialismo y el campo es crítica, sobre todo tras los últimos dichos de Fernández. Es por eso que no solo el Presidente no estará en el acto inaugural de la Exposición Rural de Palermo, sino que tampoco acudirá Domínguez, aduciendo una visita a México el viernes para cerrar de manera definitiva la apertura del mercado de dicho país para la carne argentina. “No voy a estar llegando con el tiempo”, se excusó Domínguez, quien adelantó que integrantes de la cartera agropecuaria participarán del acto, pero no harán uso de la palabra.

No obstante esta posición que marca una diferencia con la conducción rural, Domínguez criticó la marcha de organizaciones sociales a la exposición, al afirmar que “no contribuye. Los argentinos debemos hermanarnos y debemos permitir que cada uno se manifieste, pero estas cosas no le sirven a nadie, pero sobre todo no le sirve a Argentina”.

Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina.
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina.

“Una de las cosas más propias de nuestro país es la producción agropecuaria y sus productores. Que nos peleemos entre nosotros no conduce a nada. Siempre estuve en contra de las reacciones, incluso las hemos sufrido, como le sucedió a Cristina. Ese tipo de reacciones y comportamiento nos lastiman como sociedad. Tenemos que encontrar la manera de tener un registro más valorativo de nuestra propia historia. Hay dolores, dificultades y pobreza, pero esos problemas los resolvemos con trabajo, con una mejor distribución y sin endeudar en dólares al país como sucedió en el periodo 2015-19, donde ocurrió el mayor endeudamiento. Hoy estamos pagando las consecuencias”, indicó Domíguez.

En esta misma línea y remarcando su condición de militante peronista, Domínguez aseguró que “el campo es constitutivo de nuestra identidad nacional”, al mismo tiempo que afirmó que “el sector nunca ha tenido la rentabilidad que ha tenido con el peronismo. Tenemos estas contradicciones, en donde los ciclos de mayor rentabilidad del sector han sucedido en nuestros gobiernos y también los de mayor tensión. Es parte de la dialéctica de Argentina. Si el Presidente me pidió esta tarea como ministro, conociéndome y la vicepresidenta también, mi misión es construir puentes y no dinamitarlos”.

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