El ministro de Agricultura pidió a la Mesa de Enlace “reemplazar la confrontación por la cooperación” y apuntó contra el presidente de la Sociedad Rural

Ayer durante la inauguración oficial de una muestra agropecuaria en la ciudad chaqueña de Charata, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, se refirió al cese de comercialización convocado por la Mesa de Enlace para el 13 de julio, a causa del faltante de gasoil y el malestar de las bases agrarias por la falta de una política agropecuaria que incentive la producción y la inversión.

En su discurso, Domínguez pidió a los dirigentes del campo dejar sin efecto la medida de fuerza. “Argentina necesita aprovechar el momento que el mundo nos ofrece. Necesitamos reemplazar a la confrontación por la cooperación. El mundo está en guerra y se anuncia una hambruna global. Al mundo le faltan combustibles y fertilizantes. Los convoco a que trabajemos para resolver en conjunto estos obstáculos que provienen como consecuencia de este conflicto bélico”, dijo el ministro.

Durante el acto, que compartió junto al Gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, el titular de la cartera agropecuaria también apuntó a uno de los integrantes de la Mesa de Enlace: “Me sorprende la actitud que tiene el Presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, que llama a una protesta cuando el clima de los productores, en esta y otras muestras, es contrario a lo que manifiesta”. Al respecto, Domínguez destacó que en el primer trimestre del año el patentamiento de máquina agrícola aumentó el 26,5%, la venta de cosechadoras un 43% y de las sembradoras un 19 por ciento.

También anunció que por indicación del presidente Alberto Fernández, hay un trabajo en conjunto con los ministerios de Economía y de Desarrollo Productivo, y el Banco Central “para garantizar el combustible en la siembra y cosecha, y para fertilizantes que el país necesita”, dijo el funcionario, quien esta semana durante la inauguración oficial del encuentro anual de la cadena de maíz y sorgo, pidió perdón a los productores por los trastornos que está generando el faltante de gasoil y los sobreprecios que se pagan en el interior por el insumo básico para el desarrollo de la actividad productiva.

La problemática del gasoil, según la Federación. Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, alcanza a todo el país con la excepción de Tierra de Fuego. Además, siguen siendo 6 las provincias donde los transportistas pagaron más caro el litro de gasoil, superando los 250 pesos. Las mismas son: Formosa, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe, Corrientes y Córdoba. Todo lo contrario sucedió en Tierra del Fuego y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, registrando el menor valor mínimo de 120 y 130 pesos respectivamente.

Rol de Domínguez

En los últimos tiempos, el ministro de Agricultura tomó cierta distancia de algunos sectores del Gobierno, mostrándose más cerca del campo y la agroindustria, con elogios hacia ambos por el aporte a la economía y defendiendo en varias oportunidades cuando se los responsabilizó por el aumento de precios, por ejemplo. En esa oportunidad y en varias más, Domínguez sostuvo que “los productores no son formadores de precios”.

Pero también el ministro mostró sus diferencias hasta con Alberto Fernández cuando el presidente en mayo pasado planteó que el camino a seguir para desacoplar los precios internacionales de los locales, era el de aumentar las retenciones a las exportaciones del agro, y hasta se habló del envío al Congreso de un proyecto de Ley para implementar dicha medida.

En aquella oportunidad el titular de la cartera agropecuaria salió a contradecirlo e insistió con que “de ninguna manera” se aumentarán las retenciones. En un mensaje desde su cuenta personal de twitter, Julián Domínguez señaló: “Hablé con Alberto Fernández, Juan Manzur y Gabriela Cerruti. Desde que asumí, la preocupación del Presidente es el aumento de los alimentos para las y los argentinos. De ninguna manera se van a aumentar las retenciones ni enviar un proyecto de ley”.

Si embargo los productores y dirigentes del campo siguen reclamando una política agropecuaria diferente a la actual, con menor presión impositiva, eliminación de las restricciones a las exportaciones, mejor acceso al financiamiento, entre otras medidas que el sector agropecuario y agroindustrial necesitan para expresar todo su potencial.

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