El campo una vez más avanza hacia el terreno de la protesta. En los próximos días realizará un nuevo cese de comercialización de granos y hacienda, en rechazo a la política del Gobierno hacia el sector y en medio de un contexto muy complejo por el faltante de combustible, que está afectando a los diferentes eslabones de la producción. A todo esto se suma, la incertidumbre que hay en el sector por el acceso a los fertilizantes, en medio de las restricciones a las importaciones dispuestas en los últimos días por el Gobierno.
La medida de fuerza será por 24 horas el próximo 13 de julio, durante una “Jornada de Demanda y Propuesta Federal”, que incluirá movilizaciones de productores en diferentes puntos del país, pero sin cortes de rutas. En los próximos días los dirigentes de las entidades agropecuarias deberán definir junto a los integrantes de las mesas provinciales, cómo será la metodología de la protesta. También la atención estará puesta en qué sectores de las bases de productores, como los autoconvocados, si se sumarán a la acción gremial, en momentos donde hay cuestionamiento al rol de las entidades.
“Hay una coincidencia en que la cadena agroindustrial es parte de la solución y de la salida a esta crisis”
A tal punto, que tras la reunión de ayer en ls sede central de la Sociedad Rural Argentina donde se alcanzó un consenso para la elaboración de un documento donde se expresa la realidad del campo y la agroindustria, y con una mirada de mediano y largo plazo, los integrantes de la Asociación Argentina de Productores Argentinos (AAPA) reconocieron en un comunicado haber participado del encuentro, pero expresaron su sorpresa ante la decisión de la Mesa de Enlace de organizar un cese de comercialización. “Cuando pedimos medidas de fuerza más profundas, los dirigentes nos dijeron que no era una asamblea para tomar decisiones. Es por eso que nos sorprendió que se haya tomado una medida unilateral sin el consentimiento de las bases”, señalaron.
“Vemos una situación muy compleja en toda la Argentina y que se agrava producto de la falta de combustible y producto de las últimas medidas que complejizan la posibilidad de obtener fertilizantes”, explicó Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria, en diálogo con CNN Radio en el programa de María Laura Santillán.
“En el caso del combustible lleva casi 90 días y en el caso del fertilizante que ha comenzado ahora pero que si se sostiene en el tiempo a nosotros nos va a significar tener que producir menos y a veces tratar de invertir en semillas y no tener la posibilidad de fertilizar”, lamentó el dirigente ruralista.
“No sabemos a cuánto va a estar el dólar, no sabemos si va a haber fertilizante, no sabemos si va a haber combustible, no sabemos si nos quieren modificar el número de las retenciones, no sabemos cuánto más van a importar de cerdos, no sabemos cuánto más van a importar de frutas así lo mínimo que podemos hacer es generar una demanda de responsabilidad a la clase política”, concluyó.
Son varios los desencuentros que ha tenido hasta el momento el sector agropecuario con la gestión de Alberto Fernández: la alta presión impositiva, por los efectos de las retenciones, la intervención oficial en los mercados, con las restricciones a las exportaciones de carne vacuna, trigo y maíz, y un desdoblamiento cambiario que afecta el actual nivel de precios y la toma de decisiones de los productores. Para los dirigentes y productores, hay señales y medidas oficiales que van en el sentido contrario de la necesidad del sector de contar con previsibilidad para de esa manera aumentar la inversión y los niveles de productividad.
Es el cuarto paro que lanza la dirigencia del campo en lo que va de la gestión de Alberto Fernández. En marzo de 2020 fue el primero, en respuesta al aumento de retenciones a la soja. Hubo otro a finales de ese año por el cierre de las exportaciones de maíz. Y en mayo de 2021 hubo uno más por el cierre de las exportaciones de la carne vacuna.
“No sabemos a cuánto va a estar el dólar, no sabemos si va a haber fertilizante, no sabemos si va a haber combustible, no sabemos si nos quieren modificar el número de las retenciones, no sabemos cuánto más van a importar de cerdos, no sabemos cuánto más van a importar de frutas así lo mínimo que podemos hacer es generar una demanda” (Achetoni)
A todo esto, se desencadenó en los últimos meses la problemática del faltante de combustible, que según la última encuesta de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), realizada entre el 15 y 25 del presente mes, ya son 23 los distritos de la Argentina en los que el transporte de cargas registra dificultades para abastecerse de combustible. La única provincia que no ha reportado hasta el momento problemas de abastecimiento fue Tierra del Fuego.
Una situación que derivó en una protesta por tiempo indeterminado de los transportistas autoconvocados, con bloqueos en diferentes rutas del país. La medida de fuerza provocó un menor ingreso de camiones en los puertos del Rosario, con hasta el momento unas 350 mil toneladas de granos que no ingresaron a puerto para su envío al exterior por el paro transportista. “Este volumen implica un valor de unos 250 millones de dólares, hecho que provoca un retraso (en el ingreso de divisas) tras la venta de los granos”, comentaron desde el sector de la exportación de granos.
En las últimas horas, mediante un comunicado un grupo de entidades de la cadena agroindustrial expresaron su preocupación por los efectos de la protesta de los transportistas autoconvocados, más allá de que plantearon estar de acuerdo con el planteo de fondo vinculado con la escasez de gasoil que “afecta severamente la actividad del transporte y requiere de una solución inmediata”.
“Siendo que no existe un paro de transporte sino una medida llevada a cabo por distintos grupos de transportistas sin ninguna representación institucional, solicitamos a las autoridades competentes que brinden las garantías necesarias para los transportistas con el fin de evitar consecuencias fatales como lo ocurrido recientemente en la localidad de Daireaux”, resaltó el documento.
Documento
La decisión de los dirigentes del campo se oficializó durante una conferencia de prensa en la sede central de la Sociedad Rural Argentina, en el barrio porteño de Palermo, luego de una extensa jornada de trabajo donde se alcanzó un consenso para elaborar un documento con una importante cantidad de sectores de la cadena agroindustrial, donde se expresó la “preocupación” del sector por el difícil momento que atraviesa la Argentina. Además se resaltó “la unidad” del campo y la agroindustria “para que la Argentina vuelva a crecer”.
Los sectores que firmaron el documento señalaron que “hay una coincidencia en que la cadena agroindustrial es parte de la solución y de la salida a esta crisis. En este escenario, destacaron que están unidos, con una visión en común, con el convencimiento de que el sector está en condiciones de crecer en producción, exportaciones, abastecimiento y en la generación de bioenergía y más empleo. Todo esto debe darse en el marco de un profundo respeto a la democracia, la institucionalidad y la división de poderes”.
También plantearon la necesidad de recuperar la estabilidad macroeconómica y detener la confrontación, que redunda en mayor desigualdad, resulta urgente el acceso al gasoil y a los fertilizantes para evitar una parálisis total del aparato productivo, que se baje el gasto público, y finalice la intervención del Gobierno con restricciones a las exportaciones. “Estamos plenamente comprometidos y somos actores claves en la transformación y en la generación de soluciones para el desarrollo de la Argentina. Vivimos un momento histórico, que le da a nuestro país una oportunidad excepcional que no debemos dejar pasar. Seguiremos trabajando para hacerlo realidad”, concluyó el documento.
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