Caminos rurales: el 60% de los productores afirmó que están en mal estado y el 88% culpó a los municipios y provincias por el problema

Así lo reflejó una encuesta realizada por una consultora. Asimismo, el 76% de los productores relevados está insatisfecho por la gestión de los recursos para su mantenimiento

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Una encuesta reflejó el malestar de los productores agropecuarios por el actual estado de los caminos rurales.
Una encuesta reflejó el malestar de los productores agropecuarios por el actual estado de los caminos rurales.

El campo argentino es sumamente eficiente y competitivo a fuerza propia. El profesionalismo de sus productores, la excelencia en la genética y en los suelos y la alta adopción y desarrollo de tecnologías hacen del sector agropecuario el más pujante de la economía argentina, a pesar de todas las desventajas que le plantean la fuerte presión tributaria, la incertidumbre por el cambio casi constante de las reglas de juego y la falta de infraestructura, que prácticamente, atentan contra la actividad.

Tal es el caso de los caminos rurales, algo básico no solo para lo que significa el transporte de las producción, de los animales y la maquinaria, sino para lo que es el movimiento de las personas que habitan los campos o los que trabajan en ellos. La red vial rural no goza de buena salud, y es una de las grandes demandas insatisfechas del sector agropecuario producto de la ineficiencia y mala gestión de las administraciones municipales y provinciales.

Así lo demuestra una encuesta de la consultora Amplificagro, en la cual el 60% de 916 productores relevados consideraron que el estado de los caminos rurales de su municipio es malo o muy malo. Asimismo, del total de las personas consultadas, un 10% manifestó que esto es así por falta de recursos, mientras que el 88,1% aseguró que se debe a la mala gestión gubernamental, dejando en claro las responsabilidades de los municipios y las provincias en este aspecto.

Para el cofundador de Amplificagro, Hernán Satorre, el resultado de esta encuesta marca “una problemática que no es nueva y que lleva varios años impactando en el interior del país”, ya que considera a los caminos rurales como “las vías de comunicación para la población en general, estimulan el arraigo y la organización de la ciudadanía, trayendo numerosos beneficios tales como mejorar la calidad de vida de la población rural, facilitando el acceso a la educación, salud, turismo y crecimiento económico en general”.

En este sentido, Satorre profundizó la importancia de mantener los caminos rurales en buen estado, ya que estos “influyen directamente y determinan la viabilidad de ciertos emprendimientos debido a sus condiciones de acceso a insumos y servicios, influencia en el capital humano y la fuerza de trabajo, redes y relaciones. No es un tema menor, hay mucha productividad, eficiencia y dinero que se pierde por falta de acceso”.

Es tal el descreimiento hacia la gestión municipal en el mantenimiento de los caminos, que el 47,6% de los encuestados consideran que la mejor forma de administrar el mantenimiento y el estado de los caminos rurales debería ser en primer lugar un Consorcio, mientras que el 20,3% entienden que una mejor opción sería la creación de una comisión vial. Sólo el 11,4% eligió el municipio como alternativa de gestión, “mostrando de esta manera el descontento con la gestión pública municipal y también provincial”.

Según la encuesta difundida por la consultora, entre las principales problemáticas vinculadas a los caminos rurales se detectaron en primer lugar la falta de mantenimiento, para ubicarse por debajo otras cuestiones como caminos por debajo de la cota de los campos, las cunetas sucias, la falta de alcantarillas, problemáticas vinculadas a las inundaciones, y problemas de erosión.

“Poco o nada de compromiso”

Como se dijo anteriormente, el mantenimiento y administración de los caminos es competencia exclusiva en gran parte del territorio nacional del Estado. En muchas provincias estas tareas se realizan a través de los municipios, los cuales utilizan fondos provenientes del gobierno provincial y/o sus propios fondos provenientes de las tasas cobradas a los contribuyentes, conocidas como tasas viales, que se aplican en algunas provincias y se cobran proporcionalmente a la superficie de las propiedades rurales.

A partir de esto, el 71,1% de los productores relevados consideraron que hay “poco o nada de compromiso” por parte de los municipios a la hora de mantener los caminos rurales en condiciones, mientras que en la caso de la provincias esa falta de compromiso alcanza el 84,6%, manifestando así una clara necesidad insatisfecha. A su vez, el 76,1% de los casos relevados opinaron que se encuentran “bastante insatisfechos o totalmente insatisfechos con el manejo de los recursos destinados a la tasa vía en su municipio”.

En esta línea y teniendo en cuenta una posible buena gestión de las vías de comunicación rurales, Satorre consideró que “para capitalizar los beneficios, es importante que se pueda asegurar que las acciones de mantenimientos de los caminos rurales sean constantes y que no tengan una duración limitada en el tiempo, dado que de esa manera se permitiría que los agentes económicos tomen decisiones de inversión y consumo a largo plazo que maximicen el impacto positivo de la ruralidad y generen el desarrollo y crecimiento que tanto necesita nuestro país”.

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