Los únicos números auspiciosos de la economía argentina a la que el Gobierno nacional puede apostar son los relacionados con la exportación, que gracias a la suba de los precios internacionales que se viene dando hace ya más de un año, en especial el de las commodities agrícolas, se apresta a ubicarse en niveles récords, empujado principalmente por los despachos agroindustriales.
El informe de Coyuntura Económica de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) de mayo estimó que la Argentina podría exportar en 2022 un total de USD 87.182 millones, unos USD 445 millones más que lo estimado durante el mes pasado. De ese total, USD 41.500 millones corresponden a exportaciones agroindustriales, mientras que los restantes USD 45.682 millones provendrían del resto de los sectores de la economía productiva y de servicios.
Según explicó la entidad bursátil, este nuevo aumento en las proyecciones de exportación se explica en las “revalorizaciones en las exportaciones de maíz, soja y girasol de esta campaña que llevan a un ajuste alcista del volumen exportable. Con este pronóstico consolidado, las exportaciones en 2022 se encaminan a crecer casi un 12% respecto al año 2021. En este sentido, cabe ponderar que el año pasado el comercio exterior ya había mostrado un alza superior al 42%, midiendo las exportaciones en dólares”.
El crecimiento de las exportaciones agroindustriales fue exponencial en los dos últimos años. Según detalló el informe, durante 2020, año en que la pandemia golpeó con más fuerza en comercio mundial y el mercados de commodities agrícolas, los despachos agroindustriales cerraron en USD 23.981 millones. Con la recuperación económica mundial y el salto en los valores de los granos, el campo pasó a exportar USD 38.049 millones, mientras que para 2022 el sector prevé embarcar USD 41.500 millones.
Asimismo, al “compás del incremento de los valores exportables de este año, durante los primeros tres meses del año los principales complejos agro despacharon casi 23,5 millones de toneladas. Este volumen se encuentra un 14% por encima del tonelaje exportado en el mismo período del año pasado”, marcó la BCR.
No obstante estas buenas proyecciones, la entidad bursátil advirtió que las alzas en los precios internacionales de una gran variedad de commodities también alcanzaron a varios productos que la Argentina importa. Así, en el primer trimestre del año, los precios de exportación crecieron casi un 26%, mientras los precios de las importaciones mostraron un alza superior, posicionándose en el 39%.
Así, a marzo del 2022, el efecto de la variación de los precios internacionales a precios constantes redunda en alzas de valor por USD 5.995 millones en las exportaciones y USD 6.219 en las importaciones. Por consiguiente, “el último dato de variación de los precios internacionales sobre la balanza comercial muestra un saldo negativo de USD 229 millones. Esto comienza a preocupar en un contexto de superávit comercial decreciente, con el menor nivel en 5 años, tanto mensual como acumulado”.
Derechos de exportación
Por supuesto, una suba en los precios de los productos agroindustriales redunda en un mayor aporte tributario de las cadenas del sector, en especial en lo que se refiere a los derechos de exportación (DEX). Según cálculos de la entidad bursátil, en abril las cadenas agroindustriales tributaron en concepto de retenciones una cifra cercana a $ 84.481 millones, equivalente a unos USD 745 millones.
“Este aporte estuvo explicado principalmente por el complejo soja, en el mes que inicia oficialmente la campaña comercial de la oleaginosa, dado que se anotaron en ventas externas 1,5 millones de toneladas de harina de soja, además de 530.000 toneladas de aceite. Le siguió el complejo trigo, con anotaciones de ventas al exterior en el mes por más de 3 millones de toneladas de trigo de la próxima campaña, y unas 400.000 de toneladas de trigo 2021/22″, detalló la BCR.
Por último, marcó que las declaraciones de ventas al exterior de maíz estuvieron relativamente bajas en abril, al anotarse poco menos de 100.000 toneladas en negocios externos. En mayo el aporte en DEX del complejo cerealero se incrementaría fuertemente, dado que en las primeras dos semanas se llevaban anotadas ya cerca de 6 millones de toneladas de maíz de nueva cosecha.
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