En el marco de la inauguración del Congreso “A Todo Trigo”, que se realiza hasta mañana en Mar del Plata, el ministro de Agricultura Julián Domínguez defendió la decisión de su cartera de aprobar la siembra del trigo transgénico HB4, el cual es rechazado por la cadena del cereal ante la falta de aprobación por parte de los importadores. Hay que recordar que hasta el momento, tanto Brasil como China aprobaron la presencia de la nueva variedad en la harina, y no en la semilla.
“Si hay problema de mercado se resolverá en el mercado, con las reglas de mercado. No podemos ser para unas cosas progresistas y para otras conservadores. No soy un trastornado que toma gestos para ir en contra del trigo argentino”, expresó Domínguez, quien con este planteo busca demostrar que no habrá problemas en el mercado. Hasta el momento existen unas 150 mil toneladas de la nueva variedad que fueron cosechadas meses atrás, que se supone están siendo controladas por el propio organismo, para evitar un caso de contaminación.
Y agregó: “Si no lo dijera no sería yo, pero siendo parte del mismo Gobierno cuando se aprobó el HB4 yo no estuve de acuerdo con esa resolución. Porque un país no puede negar su soberanía, y menos la soberanía en materia de tecnología”. Se trata de una oposición del titular de la cartera agropecuaria al condicionamiento en la Argentina del trigo HB4 a una definición semejante de Brasil, algo que no sucedió hasta el momento. En octubre de 2020 la Comisión Nacional de Biotecnología de dicho país (CNTBio) aprobó solo el consumo de la harina elaborada con el mencionado transgénico, pero no la semilla y mucho menos su siembra. Lo mismo sucedió la semana pasada con Australia.
Hoy en la previa del Congreso que organiza la Federación de Acopiadores, el ministerio de Agricultura publicó en el Boletín Oficial una resolución de la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía de dicha cartera autorizando la siembra del trigo HB4. Ante un auditorio colmado por productores y los demás integrantes de la cadena del cereal, el funcionario defendió no solamente el desarrollo de nuevos eventos tecnológicos, sino también de la biotecnología a la que definió como clave para enfrentar al actual cambio climático.
Las variedades de trigo HB4 tienen incorporado un gen del girasol que incrementa la tolerancia a condiciones de sequía, reduciendo las pérdidas de rendimiento frente al déficit hídrico. Se trata de un desarrollo 100% argentino, producto de la colaboración público-privada de más de 18 años entre la empresa Bioceres y el grupo de investigación del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (CONICET-UNL), liderado por la Dra. Raquel Chan, responsable de la investigación que da lugar al desarrollo.
“Tengamos confianza, no permitamos que las empresas del conocimiento se vayan de la Argentina, pero se van porque no les queremos pagar nosotros”, comentó el ministro Julián Domínguez, quien anunció que en el segundo semestre del presente año se avanzará en el Congreso de la Nación con el debate de una nueva Ley de Semillas y del proyecto de Desarrollo Agrobioindustrial, que fue el resultado del trabajo en conjunto entre el Gobierno y el Consejo Agroindustrial Argentino.
Rechazo
Durante una conferencia de prensa tras el acto inaugural, el presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, dijo que la decisión del Gobierno de autorizar la siembra del trigo transgénico, “fue unilateral y me parece un salto al vacío”. Además planteó el interrogante de cuál será la reacción de los compradores del trigo argentino. “Habrá problemas de comercialización. En Brasil el Gobierno no compra trigo y si es la entidad Abitrigo, que ya adelantó que no comprará trigo transgénico. No tenemos problemas ideológicos y no estamos en contra de los desarrollos tecnológicos, pero si hay preocupación sobre la reacción que tendrán nuestros compradores”.
“Esta norma provoca un enorme riesgo comercial dado que todos los países que nos compran no aceptan”, señalaron los integrantes del Centro de Exportadores de Cereales (CEC) desde la cuenta de twitter de la entidad. Y además expresaron que “las consecuencias económicas de eventuales pérdidas de mercado recaerán sobre el Ministerio y la empresa desarrolladora”.
Por último, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, también cuestionó la decisión del ministerio de Agricultura de autorizar la siembra del trigo HB4. “Los productores agropecuarios recibimos con mucha preocupación la decisión del gobierno nacional que permite sembrar trigo HB4. Si bien estamos a favor de la tecnologÍa, no tenemos certezas del impacto que puede tener en la comercialización del producto en los mercados externos”, señaló en twitter.
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