Incertidumbre de cara a la nueva campaña de trigo: un 40% de los productores sostuvo que destinará menos área al cereal

Así lo reflejó una encuesta de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca, a productores del sur y oeste de Buenos Aires y el este de La Pampa. El aumento del área de cebada

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Se perfila una complicada campaña de trigo.
Se perfila una complicada campaña de trigo.

La campaña de cultivos de invierno se encuentra pronta a comenzar con la siembra de trigo y cebada en pocas semanas, en un contexto de elevada incertidumbre por diferentes motivos. Los precios internacionales de ambos granos se encuentran en niveles altos, explicado en gran parte por la guerra entre Rusia y Ucrania, que al mismo tiempo generó una fuerte alza en los precios de los insumos para la producción de los mismos. Esta conjunción de factores contrapuestos podría llevar a que se produzca una reducción del área a implantar de trigo, deteniendo así un proceso de expansión que llevaba años.

En este sentido se difundieron los resultados de una encuesta realizada a productores por la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (BCP) de una de las principales zonas trigueras del país, que comprende 45 partidos o departamentos del sur y oeste bonaerense y este de La Pampa. Según el relevamiento, el 39% de los agricultores consultados aseguró que esta campaña disminuirá la superficie implantada con dicho cereal, mientras que un 26% sostuvo que no variará la superficie y un 16% adelantó que la incrementan. Asimismo, un 15% dijo que no implantará este cultivo, a la vez que un 4% aún no definió qué hará.

El dato más preocupante recae en que entre los productores que disminuirán su superficie, el 61% reducirá su área más del 20% en la campaña 2022/23. Para tener una magnitud de este dato cabe mencionar que de estos 45 partidos y departamentos provino el 25% de la producción nacional récord en el ciclo pasado, con el aporte de 5,28 millones de toneladas de las 21,8 millones obtenidas a nivel país.

Este comportamiento de los productores tiene su base en dos puntos fundamentales, según destacó el trabajo de la Bolsa bahiense. Las principales razones responden al aumento del valor de los insumos y su baja disponibilidad, como así también a la relación precio/margen del cultivo, mientras que las cuestiones relacionadas al clima, a cambios en la demanda mundial, la variación de las retenciones y la rotación “resultaron ser las causas menos seleccionadas.

En diálogo con Infobae, la economista de la BCP, Carolina Volonté, sostuvo que “los precios de los granos aumentaron significativamente en el mercado de Chicago, donde el trigo subió desde que empezó el conflicto entre Rusia y Ucrania unos USD 76 dólares, mientras que los valores locales tuvieron aún mayor incremento con el precio FOB creciendo USD 91 por tonelada, pero, por otro lado, está la contracara que es el aumento en el precio de insumo como la urea y el DAP, lo que llevó a que la relación insumo/producto se vea desmejorada en relación a lo que teníamos en las últimas campañas”. En este sentido, es necesario remarcar que los dos insumos citados aumentaron 157% y 102% en la comparación interanual, mientras que el trigo lo hizo en torno al 50%.

Esto también tendrá como corolario una menor inversión en tecnología, cuestión que podría arrojar una menor producción, independientemente de la caída en el área. Así, el trabajo remarcó que el 52% de los productores que participaron de la encuesta reducirían el uso de fertilizantes y el 30% mantendría igual adopción, mientras que sólo el 5% aumentaría la aplicación de nutrientes esta campaña.

Cebada

Pero no todo es pérdida, y el terreno que dejará el trigo será ocupado por otro cultivo, que en este caso será la cebada, por lo que la superficie de los cereales de invierno, por el momento, se mantendrá estable. Según la encuesta, en la zona en cuestión, el 35% de los productores encuestados sostuvo que incrementará el área destinada a este cereal, mientras que un 26% la mantendrá y un 18% la reducirá. Así, entre los agricultores que aumentarán su superficie, el 50% lo hará en más de un 20% en la campaña 2022/23.

“En el caso de la cebada la respuesta fue totalmente inversa y los factores que explican este comportamiento, uno de los principales fue el referido a la relación precio/margen. Tenemos un valor muy firme con un disponible de cebada forrajera entre USD 290 a USD 295 la tonelada, mientras que el año pasado ese precio estaba en USD 215″, destacó Volonté.

Si bien la suma de los insumos también golpea de lleno a la cebada, el ingeniero agrónomo del Área de Estimaciones Agrícolas de la BCP, Julián Borisov, sostuvo que las diferencias en las elecciones se pueden encontrar por el lado de que este cereal ofrece una mayor productividad que el trigo, al mismo tiempo que los precios futuros a cosecha se encuentran casi al mismo nivel.

En nuestra zona el cultivo de cebada rinde entre 500 y 1000 kilos más que el trigo por hectárea, por lo que le saca una luz de ventaja a la hora de sacar los márgenes. Además, hay que tener en cuenta que el precio de ambos productos a futuro están casi iguales a cosecha, alrededor de los USD 305 por tonelada”, destacó Borisov. No obstante esta mejora en la comparación, también se daría una caída en la utilización de tecnología, ya que el 49% de los agricultores encuestados indicaron que disminuirían la utilización de fertilizantes, el 29% mantendrían igual adopción, y el 8% aumentarían el uso de esta herramienta.

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