Sequía versus alza de precios mundiales: la producción de granos caería 14%, pero las exportaciones aportarían más de USD 50.000 millones

Los mejores precios compensarán los menores volúmenes por la escasez de lluvias que afectó en gran medida al maíz y la soja. Estimaciones del impacto sobre otros cultivos

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Imagen de archivo de la cosecha de un campo de soja en Hodgen Farm en Roachdale, Indiana, Estados Unidos. 8 de noviembre, 2019. REUTERS/Bryan Woolston/Archivo
Imagen de archivo de la cosecha de un campo de soja en Hodgen Farm en Roachdale, Indiana, Estados Unidos. 8 de noviembre, 2019. REUTERS/Bryan Woolston/Archivo

La sequía afectó la actual campaña agrícola en la Argentina. Según las últimas estimaciones, el volumen de granos producidos caería en promedio un 14% e impactaría con fuerza la producción de soja y maíz, pero por el buen escenario de los precios internacionales las exportaciones superarán los USD 50.000 millones, casi un 8% más que en la campaña anterior.

Así lo reflejó el ultimo informe de Equilibra Centro de Análisis Económico, que integran, entre otros, Gabriel Delgado, el especialista que había elegido el gobierno de Alberto Fernández para encabezar la frustrada intervención de la agroexportadora Vicentin, y Diego Bossio, director ejecutivo de la Anses entre 2009 y 2015, durante los gobiernos de Cristina Kirchner.

El informe detalló que la estimación de cosecha total para la actual campaña agrícola se ubica en 119,4 millones de toneladas. En este contexto, durante el 2022 se estima una caída del 17% interanual en la producción de soja que llegaría a los 38,3 millones de toneladas, donde en productos derivados, como el aceite y harina de soja, la merma sería del 11%. Por el lado del maíz, se proyecta una baja de producción del 24% y la misma llegaría a los 45,8 millones de toneladas. Además, el informe destacó que solamente el trigo y la cebada logran compensar las pérdidas, con un aumento de producción del 26% y 30%, respectivamente.

Por otro lado, el impacto del clima seco también le pegó de lleno a la producción de vinos y uvas frescas, ya que allí su producción se reduciría entre un 35% y 30% en cada caso. “Las condiciones climáticas extremas verificadas en la última semana del 2021 y la primera quincena de enero de 2022, cuando se constataron temperaturas por arriba de los 38 grados y sin que se registraron lluvias en gran parte del país, afectaron sustantivamente el rendimiento de los cultivos de la campaña gruesa, principalmente soja de segunda y maíz temprano, dados los estadios de desarrollo que estaban cursando durante la ola de calor”, explicaron los especialistas.

Sin duda las malas condiciones climáticas que se registraron desde finales del 2021 y durante todo el verano en la Argentina, van a afectar sustancialmente el rendimiento de los cultivos de la campaña gruesa, también el estado de las pasturas y de forrajes, los cuales resultan vitales para la actividad ganadera, donde ya los animales se vieron afectados por un fuerte estrés calórico durante los meses de verano.

Precios y próxima campaña

En la actual campaña agrícola, la menor producción estará compensada por un muy escenario de precios internacionales, que si bien el productor argentino no se beneficia de los mismos por el efecto de las retenciones a las exportaciones y el desdoblamiento cambiario, sigue en niveles históricos. Las condiciones climáticas de sequía en Sudamérica y el ataque de Rusia a Ucrania, han generado una fuerte suba de las cotizaciones en los últimos tiempos.

En este sentido, las exportaciones agroindustriales de nuestro país generarían ingresos por USD 50.700 millones, un 7,5% de incremento en relación al ciclo anterior. Además, las cuentas públicas se beneficiarán por un mayor aporte de la agroindustria en materia de derechos de exportación, también conocidos como retenciones: las estimaciones de Equilibra son de una recaudación en el presente año de USD 10.391 millones, un 10,3% más que en 2021.

Por último, los especialistas también mencionaron que las condiciones climáticas extremas mencionadas se dan en el contexto de una campaña de cultivos de verano bajo un segundo año con características de “Niña” en América del Sur, hecho que “intensificó la presión alcista de los precios internacionales de los commodities agrícolas y agroindustriales que venían desde los últimos meses de 2021″. A esto, se indicó, también debe sumarse el efecto de la invasión de Rusia a Ucrania, dos de los grandes productores y exportadores de trigo, maíz y aceite de girasol.

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