La escasez de gasoil en diversas zonas del país comienza a impactar sobre todas las actividades y, en particular, sobre el campo y la agroindustria, dado que se atraviesa la época de plena cosecha de soja y maíz, los dos principales complejos exportadores del país.
“No es un tema de tránsito vehicular, sino que además está vinculada a la producción”, señaló Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, una de las entidades de la Mesa de Enlace. El dirigente planteó que, “son momentos importantes para la cosecha y tener este cuello de botella es otra piedra en el camino”.
Según un informe de Coninagro, la demanda de combustibles en Argentina está en niveles muy elevados. Los números de marzo que computan las empresas, reflejan que el consumo de gasoil se ubica un 10% por encima en comparación a 2019. En el caso de las naftas, la tendencia es similar. Influye en la diferencia de comportamiento que -a diferencia de lo que sucede a nivel global, donde el consumo se retrajo por el fuerte aumento de los precios en el surtidor- en la Argentina el precio estuvo congelado durante nueve meses y se solo descongeló en febrero.
Hay que recordar que un tercio del gasoil que se consume en el país es importado y el precio real de importación está cerca de un 30% por encima del que se vende al público en general, lo que se conoce como “al surtidor”, lo que genera pérdidas en la industria que se compensan en parte con ventas más caras al campo u otros sectores de la economía. A todo esto, la Confederación de Entidades de Hidrocarburos (CECHA) advirtió que “el atraso del 32%% en los precios es lo que llevó a que hoy estemos frente a un desabastecimiento en combustibles claves como el gasoil”.
En este contexto, Coninagro señaló que el problema en la Argentina tiene diferentes cuestiones. Ellas son: alza de precios en dólares, menos oferta a nivel mundial, incertidumbre de precios internacional y geopolítica, dificultad para tomar decisiones internas y generar certezas y previsibilidades en el gobierno, problemas en puertos y acceso a ellos (que afectan la logística) y en el clima político y gremial en los mismos, y desconfianza entre empresas y el gobierno.
Provincias
Ante la gravedad que se plantea por el faltante de un insumo tan necesario como el gasoil, la Federación de Acopiadores recordó que hay dos formas de comercializar el combustible:
. A través de surtidores en las estaciones de servicio, cuyo valor ronda los $114 por litro pero su venta está restringida a clientes habituales o con cupos de 20 a 30 litros por auto y 80 a 200 litros por camión.
. A través de agroservicios, que atienden directamente la demanda del sector agropecuario y las empresas de logística. En este caso, el faltante es más grave y la disparidad de precios mayor aún. El valor hasta ahora rondaba entre $125 a $135 el litro, según la petrolera. “Pero a esos valores es casi imposible encontrar vendedores sin limitaciones”, dijeron desde la entidad.
Un relevamiento de los acopiadores mostró que en los agroservicios hay faltantes y por lo tanto se vende con cupos. Los valores de referencia oscilan en Córdoba a $170 el litro de gasoil; Centro y Norte de Santa Fe, $135 - $150; Rosario, $144; Entre Ríos, $145 - $150; Norte de Buenos Aires, $135- 140; Centro de Buenos Aires, $140; Oeste de Buenos Aires, $ 170; Sur de Buenos Aires $150, y La Pampa $140.
Las tareas de cosecha y transporte de la actual campaña gruesa, con la mirada puesta en soja y maíz, demandarán unos 240 millones de litros de gasoil, de los cuales 74,5 millones serían para actividades de cosecha, y 165,5 millones para su transporte hacia los puertos y centros de transformación. Este volumen representa el 16% de las ventas anuales de gasoil en el territorio provincial.
Gonzalo Agusto, economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba, comentó a este medio que en esa provincia “hay situaciones puntuales donde se está limitando la cantidad de combustible que se vende o hay estaciones de servicio que están vendiendo incluso 60 y 70 pesos más caro en lo que sale de manera oficial. Lo mismo que en algunos lugares tienen combustible y en otros no”.
Por el lado de la provincia de Buenos Aires, Pablo Ginestet, productor y dirigente agropecuario, señaló que el panorama “está complicado”. Por ejemplo, hoy en la ciudad de Henderson prácticamente hoy no hay combustible, y donde se consigue se comercializa un máximo de 500 litros de gasoil premium, porque el común no había. En Cañuelas a los autos le venden 10 litros, y después se menciona a las siguientes ciudades con faltantes: Pehuajó, Trenque Lauquen, América, Pellegrini, Guaminí, y hacia Bahía Blanca. “Es decir en el oeste de la provincia hay problemas”, dijo Ginestet, quien agregó que en materia de precios el gasoil se comercializa desde 130 a 200 pesos. Y en La Pampa hay un panorama muy similar en lo relacionado al abastecimiento.
Por último, Susana Gardiol, presidenta de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), aseguró que la situación en dicha provincia “todavía no es tan acuciante” pero que se registraron “diferentes cuestiones”. Por ejemplo, faltantes el jueves y el viernes de la semana pasada sobre el sur del territorio, como así también entregas menores a las solicitadas. En este sentido, la dirigente comentó que a la fecha “no hemos escuchado a nadie que nos dijera que está sin gasoil”.
Y concluyó: “Las tareas se vienen realizando relativamente bien, sin problemas. Incluso en la zona norte no hemos visto problemas. Según los informes de nuestras sociedades rurales, ninguna ha dicho que la maquinaria esté detenida sin trabajar, quizá sí a otro ritmo o con problemas para conseguir insumos, pero no está detenida la labor”.
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