Luego que el fin de semana el Gobierno anunciara una suba para la alícuota que pagan las retenciones a las exportaciones de aceite y harina de soja, ayer la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, que depende del ministerio de Agricultura y conduce Javier Preciado Patiño, comunicó oficialmente la reapertura de las exportaciones de los subproductos mencionados. La medida entró en vigencia a las 00:00hs del día de hoy.
Hay que recordar que el Registro de Exportaciones de Ventas al Exterior (DJVE) en ambos rubros había sido cerrado el domingo 13 de marzo. Luego el sábado último mediante un decreto publicado en el Boletín Oficial se anunció una suba de dos puntos en las retenciones de la industria aceitera y de un punto porcentual para el biodiésel. El objetivo es con los fondos adicionales que generará la recaudación por el incremento de las retenciones, se conformó un fideicomiso para subsidiar el trigo. Una medida que todavía no está reglamentada.
En la nota firmada por el Subsecretario de Mercados Agropecuarios, se señaló: “Habiendo recibido las correspondientes instrucciones del señor Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca; esta Subsecretaría de Mercados Agropecuarios pone en conocimiento del Sector Exportador que a partir de las 00:00 hs. del día 21 de marzo de 2022 se procede a la apertura del registro de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior, correspondientes a harina y aceite de soja”.
A lo largo del año pasado las empresas que conforman la industria aceitera realizaron embarques por más de 30 millones de toneladas, y fueron las encargadas de generar la mayor cantidad de divisas por ventas al exterior que ingresaron al país: más de 20.000 millones de toneladas y aporte por retenciones de casi 7.000 millones de dólares. A lo largo de la cadena de soja son las que procesan la materia prima para extraer el aceite. Y la harina, que es el residuo de ese proceso, se vende convertida en pellets.
En un contexto internacional complejo por la invasión de Rusia a Ucrania, que impacta en el precio internacional de los granos, especialmente en el trigo, el Gobierno de Alberto Fernández anunció el fin de semana una serie de medidas tendientes a frenar el efecto de esta situación en el precio de los alimentos, especialmente en el pan. En ese sentido, anunció una suba de retenciones a los sub productos de la soja, y con el dinero adicional que se recaude por la misma, que se calcula en 420 millones de dólares se conformó el Fondo Estabilizador Temporal del Trigo Argentino, que estará a cargo de la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Roberto Feletti, y tendrá como objetivo subsidiar el precio de la harina con destino a las panaderías.
Rechazo
Tras los anuncios del Gobierno de las nuevas medidas, fue amplio el rechazo del campo y la cadena agroindustrial a las mismas. Además de cuestionar la intervención oficial en los mercados y el aumento de la presión impositiva, hay un malestar en en el sector por el permanente cambio de las reglas de juego. Pero también surgieron críticas de la supuesta ilegalidad que tendría el aumento de las retenciones, ya que el principal argumento es que el Poder Ejecutivo no está facultado para realizarlo, teniendo en cuenta que dicha facultad venció el pasado 31 de diciembre y no fue prorrogada.
Al respecto, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro Exportador de Cereales (CIARA - CEC), Gustavo Idígoras, sostuvo que “a mi entender el Decreto tiene vicios de ilegalidad, porque el Gobierno no tiene facultades delegadas para subir alícuotas ya que las perdió el pasado 31 de diciembre. Es por eso que esta suba no tiene sustento legal”.
Además, el dirigente no descartó que las empresas que conforman la entidad lleven su reclamo a la Justicia. “En general ven al agro no como una fuente de empleo, de riqueza y crecimiento, sino ven al agro como una tesorería de último recurso”, concluyó.
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