En su discurso de esta noche el presidente Alberto Fernández se refirió al aumento del precio internacional del trigo, como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, y del impacto que esta situación genera en el mercado interno.
Al respecto, anunció que los precios de los alimentos relevantes deber ser a precios accesibles. Y en el caso del pan, prometió la creación de un fondo de estabilización. Fue casi la única medida que anunció, aunque no dio detalles.
“He tomado una decisión para proteger a los argentinos y argentinas de este fenómeno inesperado y que ojalá sea transitorio”, dijo el titular del Ejecutivo nacional.
“No voy a permanecer pasivo ante esta situación”, dijo sobre la guerra. “No hacer nada tendría consecuencias muy claras: el aumento del trigo haría que aumenten los costos de producción del pan, de los fideos, de la harina que millones de argentinos y argentinos consumen. Y no se trata de aumentos que lamentablemente padecemos debido al desorden macroeconómico que nos tocó afrontar, sino de un impacto que golpearía aún más a los hogares con subas inusitadas en la canasta básica. He tomado una decisión para proteger a los argentinos y argentinas de este fenómeno inesperado y que ojalá sea transitorio“, agregó.
“El aumento del trigo haría que aumenten los costos de producción del pan, de los fideos, de la harina que millones de argentinos y argentinos consumen”
Y no mucho más. “He instruido a mis ministros para que tomen las medidas necesarias y ellos serán los encargados de comunicarlas a partir de mañana”, aseguró poniéndole suspenso al comienzo de la guerra contra la inflación que anunció horas atrás.
Mañana el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, prometió brindar precisiones sobre cómo serán las medidas. Será desde las 11hs en conferencia de prensa en la sede de la cartera agropecuaria. En primer lugar se va a proceder al aumento de las retenciones al aceite y harina de soja, llevándolas del 31 al 33%. El destino que tendrá el dinero adicional del aumento de las retenciones de los subproductos de la soja mencionados anteriormente, que según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se calcula en 425 millones de dólares, se creará una agencia estatal para que administre los fondos y se subsidiará la bolsa de harina que llega a las panaderías, cuyo precio subió en las últimas semanas y de ahí se trasladó al precio del pan.
Mientras el Gobierno comunicó el nuevo fondo para combatir la inflación, son diversos los estudios que se han publicado que reflejan que el sector productivo tiene una baja incidencia en el precio final de los alimentos. En el caso del pan, según las últimas estadísticas de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), el trigo representa el 12,9% del valor final del pan, el molino el 5,2%, la panadería el 60,4% y los impuestos el 21,5%. Por otra parte, dicho precio está compuesto en un 67% de costos, el 21,5% impuestos y el 11,5% ganancias. Además, el precio del trigo se multiplica por 7 desde el campo hasta que el pan llega a la góndola.
El presidente del Centro de Panaderos 27 de Abril de Avellaneda, Gastón Mora, comentó días atrás que la bolsa de harina para comercios se conseguía entre 1.050 y 1.100 pesos y luego llegó a 1.800 pesos. En Santa Cruz, por ejemplo, la están vendiendo a 2.000 pesos. “Estamos totalmente forzados a trasladarlo al precio del pan, porque no es un aumento de 50 pesos, sino que fue de 400 a 600 pesos por bolsa. A menos de 200 pesos por kilo van a ser muy pocas las panaderías que lo puedan vender al pan. Con las que estoy hablando ya lo venden a 270, 280 o, inclusive, a 300 pesos el kilo”, señaló a este medio.
Según pudo saber este medio, mañana el ministro Julián Domínguez podría mencionar que el aumento de las retenciones a los subproductos de la soja no será un efecto negativo para el productor, ya que la eliminación del diferencial es un de los reclamos del campo. Sin embargo, analistas del mercado agropecuario precisaron que el efecto negativo para los productores sería que como las industrias van a tener que pagar más impuestos por la exportación de los subproductos, habrá un menor margen para pagarle a los productores por su mercadería. Así lo señaló a este medio, el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), David Miazzo, quien sostuvo que la caída en el poder de compra se estima en USD 15 por tonelada.
Las pymes molineras
Previo a los anuncios, los integrantes de la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Molineras de la República Argentina (APYMIMRA) envió una carta al Gobierno en la cual aportan posibles medidas y donde señalaron que “no somos los formadores de precio y estas políticas nos ponen en riesgo”. La Cámara representa a 30 molinos harineros radicados en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y Santa Fe.
En la carta, se recordó que el sector enfrenta estructuras de costos dolarizadas, donde históricamente el precio de la harina acompaña la evolución del precio del trigo y la incidencia de este es aproximadamente del 80% del costo total de elaboración de la molinería. Para el sector PyME, “la producción industrial de harina no arroja altos márgenes de rentabilidad, debiendo sortear insumos que muchas veces se encuentran dolarizados”.
También se claro que la harina representa entre el 15 y 20% del costo del pan, según los datos de FADA. Por ejemplo, en el caso del pan, la formación del precio se concentra en la panadería y el componente impositivo, mientras que el productor de trigo explica sólo un 13% y los molinos un 5%; es decir, sólo un 18% sobre el total del producto.
“Sin embargo, somos conscientes que somos parte del sector productivo de alimentos y que existen sectores de la sociedad con vulnerabilidades que requieren de políticas estatales y de ´mercado´que les garantice el acceso a ciertos productos de alimentos a precios accesibles”, manifestaron desde la entidad, cuyos integrantes promueven la inyección de fondos directamente en las tarjetas alimentarias existentes para la población más vulnerable (o en alguna nueva específica que se cree a tal fin), contando para ello con un razonable esfuerzo del sector productivo.
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