Pese a la decisión de la Casa Rosada de sostener el actual esquema de retenciones, el sector privado cuestiona la eficacia del tributo. Un trabajo de la Fundación Apertura estimó que la eliminación de las retenciones agrícolas produciría un shock productivo y exportador y sumaría unos USD 10.000 millones más a la balanza comercial argentina a través del aumento de la inversión y una mayor agregación de valor tanto para atender demandas internas y externas.
Esteban Hernández, presidente de la Fundación, instó a adoptar políticas de promoción de la producción agropecuaria de países de la región como Brasil, Paraguay, Uruguay e incluso Bolivia, que no aplican retenciones a sus exportaciones agropecuarias, consolidaron esquemas de “fuerte superávit comercial y aumentaron en un 50% la producción de granos y carne en los últimos quince años.
El trabajo de Apertura lleva por título “Proyecto de eliminación del impuesto a las exportaciones”, Hernández, contador público y productor agropecuario, dijo que la Argentina “con la política económica aplicada en los últimos veinte años ha fracasado”. Es tiempo -dijo- de “nutrir la discusión política con datos y contenidos: el análisis comparativo con otros países de la región pone en evidencia que la Argentina equivocó el camino: impuso retenciones e incrementó los problemas sociales, al pasar en el 2000 de un 18% de pobreza a un nivel actual del 42%”.
Brasil, Paraguay, Uruguay e incluso Bolivia no aplican retenciones a sus exportaciones agropecuarias, consolidaron esquemas de fuerte superávit comercial y aumentaron en un 50% la producción de granos y carne en los últimos quince años
Y agregó: “No se piensa en lo que significaría dejar de aplicar este impuesto, que es muy distorsivo, sabiendo que la cadena agroindustrial genera el 25% del PBI de la Argentina. Sin más materia prima, sin más grano, carne o leche, no se puede generar mayor valor agregado para atender a la población local y al mercado externo”.
En los últimos años, indicó Hernández, los países vecinos lograron un importante crecimiento con una mejor rentabilidad en los campos. Según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, se constató que la renta ganadera será en 2022 de -1% al 3% anual, la agricultura en campo propio llegará del 1 al 4%, y el alquiler de la tierra representaría un 8%. “Todo esto antes del cobro de Ganancias. Es por esto que en Brasil, Paraguay o Uruguay, no cobran retenciones; para dar mayor rentabilidad, ya que el campo no tiene grandes utilidades. Tiene una renta baja y sabemos que aumenta la producción si se sacan los derechos de exportación”, fundamentó.
Proyecciones
En los números que propone la Fundación Apertura, integrada por un total de catorce especialistas de diferentes áreas que se encargaron de evaluar el tema, se indicó que con un shock de inversiones que proponga eliminar las retenciones posibilitaría un aumento del 10% en la producción del agro y el sector pecuario, sabiendo que esto redundaría un incremento del 3% del PBI argentino, lo que representaría además un incremento impositivo del 1% por actividad, lo que es hoy la mitad de lo que representa el cobro de ingresos por retenciones.
En Europa no se consigue
“Este es un impuesto que no lo usa ningún país de América Latina, sabiendo que no es progresista. Países como Brasil, Paraguay y Uruguay le pagan el precio pleno al productor tras la exportación, y así han aumentado su producción en un 50% durante los últimos quince años. También han logrado superávit comercial y mejorar su nivel de reservas. Así se evitan fluctuaciones que generan inestabilidad, algo que históricamente se ha registrado en la Argentina, que concluye con corridas contra el dólar y que la economía se paralice y recienta”, consideró.
Según Hernández, “hay un vacío de información técnica” que permita evaluar pro y contra que genera sostener o no un esquema de retenciones. “Desde hace años constatamos que las retenciones han afectado mucho a economías como las de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, se resiente la vida social. Al revés de lo que piensa la gente, en estos distritos con el cobro de los derechos de exportación han tenido un incremento de la pobreza y la indigencia por arriba de los niveles que reporta el resto del país. Además en dos décadas, se perdió el 29% de las empresas agropecuarias, según datos del INDEC”.
Por último, el especialista refirió que –según la propuesta que será presentada en breve a legisladores y funcionarios provinciales y nacionales- “la cadena agroindustrial hoy tiene capacidad ociosa, y el shock que provocaría eliminar las retenciones, junto a la liberación parcial del tipo de cambio, tendría un impacto positivo de unos 10.000 millones de dólares adicionales en la balanza comercial argentina del próximo año. Se requieren cambios fiscales, ya que evidentemente la política económica de los últimos veinte años fracasó y hay que copiar a países como Brasil, Paraguay, Uruguay e incluso Bolivia, que no cobran retenciones, hay que generar un shock productivo en la cadena agroindustrial y darle más rentabilidad al campo, esto va a dar un muy buen resultado”.
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