En el mercado cárnico local ya descuentan la necesidad de atender los daños colaterales que provocará en el ámbito doméstico la invasión de Rusia a Ucrania. Su efecto se verá de modo indirecto sobre la actividad ganadera y también sobre la producción de carne en esta primera parte del 2022. Frente a esto, especialistas recomiendan realizar un seguimiento detallado de la situación de precios y abastecimiento que deberá reportar insumos como granos y fertilizantes, y además el encarecimiento que podría sufrir el precio de la energía y los combustibles.
El Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario, conocido bajo las siglas ROSGAN, indicó a través de sus informes técnicos que más allá de la “baja participación” que tiene tanto Rusia como Ucrania como compradores de carne vacuna en el mundo, “el mayor impacto sobre el mercado de carnes se dará de manera indirecta (frente al conflicto), principalmente explicado por un fuerte aumento en el costo de los principales insumos involucrados en la producción, granos como alimento para el ganado, fertilizantes y energía. He aquí donde el mercado de las carnes podría llegar a sufrir su mayor daño colateral”, resaltó el informe.
En el estudio, que acompaña la firma de la especialista en temas cárnicos, María Julia Aiassa, se consignó que “la suba del precio de tres insumos claves para la producción es lo que mayor impacto tendrá sobre el mercado de carnes: primero el maíz, siendo Ucrania responsable del 16% de las exportaciones mundiales del cereal, el bloqueo de sus puertos ha generado una suba muy fuerte de precios, al igual que del resto de los granos que produce”.
“El mayor impacto sobre el mercado de carnes se dará de manera indirecta (frente al conflicto), principalmente explicado por un fuerte aumento en el costo de los principales insumos involucrados en la producción” (Rosgan)
Como segundo punto a tener en cuenta, desde el ROSGAN se insta a tener en cuenta la situación que pueden reportar los “fertilizantes”, ya que se consideró que “Rusia constituye una pieza clave: es el principal proveedor de fertilizantes en el mundo, concentrando cerca del 13% del comercio mundial”.
El tercer componente que los especialistas en temas vinculados al mercado de la carne proponen realizar es un seguimiento del mismo para atender la situación del sector de la energía. Hay que recordar que Rusia es un jugador fundamental, ya que representa el 10% del total de exportaciones de petróleo y el 9,5% de las de gas natural por lo que una escalada en los precios de estos insumos como la que ya se está registrando con un precio del crudo habiendo rozado los 100 dólares por barril por primera vez desde 2014, termina de golpear de manera directa el motor productivo del mundo.
Efectos
En los informes elaborados por los técnicos en ganadería del ROSGAN, se expresó que “en el caso de Argentina, es muy probable que nos encontremos con dos efectos diferentes” y se consideró que para “el corto plazo, al incrementarse el valor de las materias primas, significará un mayor ingreso de divisas por exportaciones de productos agropecuarios, principalmente granos y carnes”.
“Golpeará de manera más rápida sobre los márgenes de producción de carne es sin dudas el precio del maíz” (Rosgan)
Si bien se considera que estas cuestiones podrían tener un impacto positivo sobre la balanza comercial, se estimó también que “a mediano plazo, inevitablemente comenzará a sentirse el impacto del mayor costo de estos insumos sobre la producción”. El estudio refirió además que toda modificación alcista en los valores de los insumos, así como cualquier dificultad en materia de abastecimiento, “golpeará de manera más rápida sobre los márgenes de producción de carne es sin dudas el precio del maíz”, elemento vital para la estructura de costos que deben encarar en cortos períodos de tiempo los establecimientos pecuarios en la Argentina.
Por último, desde el Rosgan señalaron que, “esto tendrá un impacto directo sobre el sector engordador algo que, para muchos, podría ser el inicio de un proceso de descapitalización más acelerado del que se viene registrando en los últimos ciclos”. Y además consideraron que “el mundo se prepara para un nuevo ciclo de fuerte presión inflacionaria”, y se estimó que “la suba de precios de las principales commodities que comenzó a observarse en 2021, como efecto colateral de la pandemia, muy probablemente se prolongue hacia los próximos años condicionando las proyecciones de crecimiento y demanda mundial a mediano plazo. He aquí donde el mercado de carnes podría llegar a sufrir su mayor daño colateral”.
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