Corrientes: las lluvias ayudan en la lucha contra el fuego pero no cortan la sequía que sufre la región desde hace tres años

Además, desde el INTA advierten que por cuarto año consecutivo podría registrarse una bajante del Río Paraná

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Los incendios en Corrientes ya dañaron casi 1.000.000 de hectáreas. REUTERS/Sebastian Toba/File Photo
Los incendios en Corrientes ya dañaron casi 1.000.000 de hectáreas. REUTERS/Sebastian Toba/File Photo

Las lluvias que cayeron en los últimos días trajeron alivio al centro y norte de la provincia de Corrientes. Si bien el agua permitió acotar el impacto que tienen los focos de incendios en este distrito, y que afectan a casi 1.000.000 de hectáreas, aún no alcanza para considerar el fin de la sequía. Cuando se constata un fortísimo período de seca presente desde hace tres años en el Litoral argentino, los especialistas admiten que podría darse un cuarto año de bajante para el Río Paraná por falta de precipitaciones en la zona.

Hay que recordar que la sequía no solamente afecta a distritos de la Argentina, sino además a Paraguay y a cinco Estados de Brasil, todos pertenecientes a la Cuenca del Río de la Plata. Una problemática que generó recortes en las estimaciones de producción de soja en los mencionados países e impactó en los precios internacionales de la oleaginosa y el maíz, en el mercado de referencia de Chicago.

Pablo Mercuri, director del Centro de Recursos Naturales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), indicó que las precipitaciones registradas desde el lunes a la madrugada en territorio de Corrientes resultaron dispares, ya que se constataron niveles de 7 a 70 milímetros desde el sur hasta el norte provincial, con un frente de tormenta que pasó también por Santa Fe y Entre Ríos.

“Así terminamos con los focos ígneos, pero no todavía con la sequía, que fue muy extrema y va a necesitar aún una gradual reposición de los balances hídricos en los suelos” (Mércuri)

El frente de tormenta permitió precipitaciones en Santo Tomé, Ituzaingó y Virasoro, en Corrientes. Allí los radares meteorológicos registraron en las últimas horas caída de lluvias, lo cual es bueno para finalizar con la emergencia extrema que fueron los fuegos registrados. Así terminamos con los focos ígneos, pero no todavía con la sequía, que fue muy extrema y va a necesitar aún una gradual reposición de los balances hídricos en los suelos, para incrementar el agua superficial. La provincia de Corrientes tiene cerca de un 40% de tierra cubierta con agua, y hoy es menos del 15% debido a la sequía que sufre la región desde hace tres años”, explicó Mercuri en diálogo con Infobae.

Por otro lado, el especialista del INTA comentó que “en Monte Caseros, se registraron lluvias de más de 60 milímetros sobre la ribera del Río Uruguay. Son datos parciales porque continúan. Pero también dispares, ya que en Mercedes cayeron 3 milímetros, una localidad del centro correntino que había recibido muy poca precipitación con muchas zonas próximas a los Esteros del Iberá, que tuvo muchos eventos de fuego”.

Bajante

Mercuri, además, expresó que la bajante que presentó el Río Paraná, “es un indicador de la progresión de escasez de agua que registra en los últimos años la Cuenca del Río de la Plata, y sobre todo la Cuenca del río Paraná”. Y agregó que “esta es una sequía que en la zona del Litoral lleva tres años, lo que implica una bajante del Paraná, y probablemente esta cuenca entre en un cuarto año” de bajante durante el próximo período estival 2022-2023″.

“Por el momento, esta situación no tiene vistas de recuperación. Este es un tema a estudiar. Hay que analizar cuáles son las tendencias, ya que todo el Cono Sur está sufriendo situaciones marcadas de déficit en la provisión de agua, nos sucede en la Cordillera, donde este fenómeno lleva más de una década, y en el Gran Chaco, donde hay mucha escasez”, concluyó Pablo Mercuri.

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