Los últimos meses no han sido fáciles para el agro en general, y para las economías regionales en particular. Más allá de los problemas macroeconómicos que golpean a las actividades productivas y la constante suba de costos, el clima parece haberse ensañado con el campo: una serie de eventos complicó la producción a lo largo y ancho del territorio nacional.
Sequía, incendios, granizadas y heladas tardías afectaron a las principales actividades de las economías regionales y algunos casos se esperan importantes mermas en la producción, con pérdidas de cerca del 50% del volumen en los casos más extremos. Y como si este panorama fuera poco, a poco de la cosecha se plantea en sectores como el viñatero, olivícola y de manzanas y peras, demandantes de una cuantiosa mano de obra, un ya clásico problema empieza a asomar en el horizonte: la dificultad para conseguir trabajadores temporarios para la recolección.
“Nos encontramos con algunos inconvenientes en conseguir mano de obra. El tema es la baja difusión que tuvo el decreto 514 que firmó el Presidente en agosto del 2021, en el cual establece que hay compatibilidad entre los planes y el trabajo en blanco” (Vernengo)
El director de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Pablo Vernengo, hizo ante Infobae un detallado repaso de cómo se combinan estos dos peligrosos problemas: caída de producción y dificultades para levantar las cosechas, en gran parte por la desconfianza que mantienen los trabajadores de que podrán complementar los ingresos de planes sociales con los de trabajo temporario registrado.
Uno de ellos, por ejemplo, es el sector de las peras y las manzanas, en el que ya -por heladas tardías y eventos de granizo en la zona del Alto Valle del río Negro- se espera una merma productiva de entre 30% y 40%. Allí se precisan 18.000 trabajadores para levantar la cosecha. En el caso de la olivicultura, la sequía y las severas dificultades para realizar riego hacen prever una considerable merma en la producción, pero también se vislumbran ya los inconvenientes para conseguir trabajadores. De 200 que precisa una finca modelo, solo se consiguen, en promedio, entre 75 y 100.
Cuestiones similares se pueden observar en la uva, cuya recolección comienza en algunas semanas. Se espera que la producción caiga este año respecto al 2021 entre un 10% o 15%, según previsiones oficiales por sequía y granizo, aunque en el sector creen que la merma es mayor. Allí hay un gran manto de duda respecto a la disponibilidad de trabajadores. Algo parecido pasa con el tabaco, donde el granizo caído en zonas de Salta y Jujuy hacen prever una baja en la producción. Por cuestiones de que todavía no se definió un precio para el productor, dificulta contratar mano de obra.
Estos problemas para conseguir trabajadores temporarios (también conocidos como golondrinas) tiene su fundamento en el desconocimiento o desconfianza respecto a la complementariedad entre los planes sociales y los trabajos registrados por tiempo determinado. El año pasado, el presidente Alberto Fernández firmó el decreto 514 que permite esta superposición, cuando antes, ni bien se ponía “en blanco” a un trabajador, caía el programa de asistencia al que accedía el beneficiario.
“El viernes va a haber una reunión importante en Tucumán al respecto. Después se hará en Mendoza y San Juan, para más tarde ir más al norte” (Vernengo)
“Nos encontramos con algunos inconvenientes en conseguir mano de obra. El tema es la baja difusión que tuvo el decreto 514 que firmó el Presidente en agosto del 2021, en el cual establece que hay compatibilidad entre los planes y el trabajo en blanco. Esto quiere decir que el trabajador golondrina puede hacerse de un doble ingreso, ya sea por el plan, que lo mantiene, como las labores en cosecha o en el sector”, explicó Vernengo, aunque el “desconocimiento” de los trabajadores al respecto hace que todavía “tengan miedo a perder el plan”.
Es por eso que la CAME mantuvo reuniones con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, en la cual le plantearon este tema. A partir de esto, Vernengo comunicó que “desde esta cartera, conjuntamente con la de Desarrollo Social, se van a hacer encuentros en distintos puntos del país para hablar directamente con los trabajadores para explicarle los beneficios del decreto en cuestión. El viernes va a haber una reunión importante en Tucumán al respecto. Después se hará en Mendoza y San Juan, para más tarde ir más al norte”.
El caso de la uva
Como ya se dijo, en el sector viñatero esperan una caída en la producción de uvas y, al mismo tiempo, ven que para levantar la fruta puede llegar a faltar trabajadores. Para el productor de vinos mendocino, Sharbel Morcos, la merma productiva a nivel nacional podría alcanzar el 14% (inclusive, estima que puede ser más), convirtiéndose esta campaña en la peor en 50 años, por heladas tardías, granizadas y una sequía generalizada.
Pero no solamente la cuestión climática es la que afecta al sector, sino también otros factores económicos como el atraso cambiario. “El precio del dólar oficial, que utilizamos para la exportación, hace una año que no se mueve, mientras que los costos internos aumentaron un montón, lo que hace que la ecuación sea complicada. Eso también repercute en el salario del personal, porque si bien se actualizan con la inflación, se van achicando los márgenes”, señaló Morcos a Infobae.
Así, Morcos entiende que esto también lleva a que “haya una crisis importante de la mano de obra por el tema de los planes sociales. Hay un 20% de trabajadores del norte de los que vienen normalmente, pero además, a pesar del decreto, la gente no quiere que se los ponga en blanco porque tienen miedo de que se les caiga el plan. No creen en eso y por eso estamos complicados. Hay mucha desinformación contra el tema de los planes”.}
“El precio del dólar oficial, que utilizamos para la exportación, hace una año que no se mueve, mientras que los costos internos aumentaron un montón, lo que hace que la ecuación sea complicada” (Morcos)
Por su parte, Vernengo sostiene que no se sabe a ciencia cierta con cuántos cosecheros se podrá contar. Para el directivo de CAME eso “va a depender lo que se pueda pagar por tacho y por rentabilidad. Con estos valores que hoy el sector bodeguero quiere pagar pueden darse algunos problemas. Lo ideal sería que los gobiernos de San Juan y Mendoza calculen el precio entre 35 y 40 pesos la uva criolla y 50 y 60 pesos para uvas tipo malbec”.
Sequía
No solo aquellas economías regionales que precisan de mano de obra intensiva están atravesando un momento difícil. Si bien todos los fenómenos climáticos que se vienen dando hace algunos meses golpearon de manera directa a las diferentes actividad, se puede decir que la que mayor daño hizo fue la sequía, sobre todo en las provincias del Litoral, que hoy día, sumado a los incendios, está siendo el epicentro de la falta de agua a nivel nacional.
Según un informe de Coninagro respecto a las pérdidas económicas preliminares que está generando la falta de lluvias en la región indican pérdidas de 5.000 millones de pesos para el sector arrocero, en tanto que por la seca de yerbatales, dimensionando solamente las plantas ese sector ya perdió 472 millones de pesos, aunque se calcula que fueron afectadas plantas de 0 a 10 años de edad en unas 1.200 hectáreas a 400.000 pesos la hectárea.
Por el lado de la ganadería, se estiman pérdidas por disminución de producción que alcanzan los 3.500 millones de pesos, mientras que la mortandad de animales se proyecta en 70.000 cabezas, lo que supone 5.200 millones de pesos perdidos. Además, “vale considerar que cada punto de preñez menos son 20.000 terneros menos en la provincia, lo que implica 9.600 millones de pesos en total”, indicó el informe.
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