El complejo sojero de la Argentina sigue siendo de vital importancia para la economía por las divisas que aporta a la misma, y con un amplio reconocimiento en el plano internacional, donde la industria de procesamiento ha permitido que el país se convierta desde hace tiempo en el principal comercializador al mundo de aceites y harinas de la oleaginosa. Al respecto, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) brindó detalles del resultado de la molienda en 2021.
En diciembre pasado se procesaron unas 9,95 millones de toneladas de soja, y alcanzando un total en 2021 de 42,4 millones de toneladas, un 17,7% de crecimiento interanual y es el mayor procesamiento a nivel local desde 2016, cuando la misma fue de 44,5 millones de toneladas.
El informe privado recordó que en 2020, con la llegada de la pandemia y el impacto que la misma generó en lo social y económico, y luego con una parcial normalización de las condiciones laborales, una buena campaña en cuanto a producción de soja durante la cosecha 2020/21 y el aumento que se dio en el precio internacional de las commodities a nivel internacional, se presentó un contexto propicio para el procesamiento de la soja.
Por otro lado, el informe privado analizó las cifras de procesamiento, mientras que de un año calendario al otro la industrialización aumenta en 6,4 millones de toneladas, de una campaña comercial a la otra la cifra sólo crece en 1,7 millones de toneladas. “En este caso, la menor oferta total (similar volumen de soja importada pero menor producción nacional) resulta parcialmente compensada por una menor salida de soja exportada como materia prima sin procesar”, explicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
En 2021 el agro y las cadenas agroalimentarias generaron exportaciones por USD 52.820 millones. Registraron un 43% de incremento interanual, su mejor performance exportadora de la historia, superando en un 18% el récord previo de 2012, de acuerdo a los datos de la Bolsa de Rosario. En ese contexto, el complejo que más se destacó fue el sojero con ingresos por los despachos al exterior que se ubicaron en USD 23.719 millones, un 62% superior al 2020 y fue el mejor desempeño de la historia. Además, representó en el último año el 30% de las exportaciones argentinas, y alcanzando su mayor proporción desde el 2016 (33% en aquel año).
Campaña
La actual campaña de soja está atravesada por los efectos de la sequía que se registró entre diciembre pasado y el presente mes. Hay muchas zonas productivas cuyos rendimientos estarán por debajo de los proyectados en el inicio del ciclo, que genera una mayor incertidumbre. En este contexto, las proyecciones de producción de soja sufrieron recortes, y se aguardan nuevas lluvias para los próximos días que permitirían fortalecer a los cultivos mas tardíos y de segunda.
Ahora bien, las lluvias de los últimos días en una gran parte de la región centro de la Pampa Húmeda, permitieron mejorar a un sector de los cultivos de verano, donde según el reporte de la Bolsa los principales beneficiados en este cuadro son la soja de segunda y el maíz tardío, cuyos rindes aún están por definirse y este incremento de humedad les ha dado un refuerzo vital para continuar en la carrera productiva”, comentaron los especialistas de la BCR.
Además, proyectaron que es baja la probabilidad de que se generen cambios en los panoramas de la soja de primera y del maíz temprano. Al respecto, se estima que una proporción cercana a la mitad de la cosecha temprana presentan condiciones entre malas y regulares, con rendimientos entre 40 y 60 quintales por hectárea, mientras que un 40% tendría un buen rendimiento promedio cercano al rango de 80 a 90 quintales por hectárea y apenas el 10% de la superficie sembrada superaría dichos volúmenes.
Por último, la soja de primera también presentaría un estado entre regular y malo elevado, acercándose al 30% del territorio sembrado con la oleaginosa sin cultivo invernal antecesor, estimándose pérdidas que rondan entre el 10% y el 50% dependiendo de la condición de estos cultivos.
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