La bajante del Río Paraná impacta de lleno sobre la actividad en el Gran Rosario. Allí los embarques de cereales, granos y demás productos oleaginosos reportan el nivel más bajo en los últimos 23 años. Se alteran así la actividad y la logística de un sector vital para el ingreso de divisas a la Argentina. El dato surge de un informe realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR, elaborado por Guido D’Angelo y Emilce Terré. La caída en el nivel de actividad en el comercio cerealero y oleaginoso en las principales terminales granarias del país se produce a causa de la “peor bajante del Río Paraná en más de cincuenta años”.
Según los especialistas del Departamento de Economía de la bolsa rosarina, el fenómeno llevó a que la participación de los puertos del Gran Rosario en los embarques totales de granos, aceites y subproductos argentinos en 2021 caiga “a su menor porcentaje en casi un cuarto de siglo”. Esto impacta directamente en el volumen de despachos de las distintas terminales portuarias, ya que los buques granarios deben levantar carga hasta donde les permita transitar el calado del río, de lo contrario pueden sufrir problemas en las bodegas. Por ello, a los buques se les limita la carga. Deben completarla en puertos de aguas profundas como los de Necochea y Quequén.
Los datos aportados por la Bolsa de Rosario refieren que los embarques de granos, aceites y subproductos realizados desde las terminales que se encuentran entre Arroyo Seco al sur y Timbúes al norte rondaría un total de 69,8 millones de toneladas, según información preliminar de MAGyP, NABSA y estimaciones propias. “Ello es unas 225.000 toneladas menos que el año anterior”, explicaron los especialistas, y agregaron que dicho tonelaje es el más bajo desde la sequía registrada en el 2018.
Sin embargo, al medir dicho volumen en porcentaje, surgen algunas discrepancias. Pese a que se constata un mayor volumen de envíos hacia el exterior desde el sector granario, la participación del Gran Rosario en los despachos totales cayó del 78% en 2020 al 74% en 2021, el menor registro desde el año 1998. En ese entonces, los muelles al norte y al sur de Rosario cargaban menos de 30 millones de toneladas en el año.
Año 2022
En los primeros días del 2022, la diferencia de precio FOB entre la harina de soja embarcada en la Argentina con la embarcada en Paranaguá, Brasil, supera ya los 10 dólares por tonelada. Aunque aún dista de los más de 40 dólares por tonelada que llegaron a verse el año pasado, y que repercutió en pérdidas por más de 620 millones de dólares en exportación de harina y aceite de soja en los primeros meses del 2021, será un tema a seguir con cuidado en los meses venideros atento al impacto que puede tener sobre el ingreso de dólares para nuestro país.
Como contracara, el share de las terminales oceánicas de Bahía Blanca en los embarques totales alcanzó un récord histórico de 14%, 3 puntos porcentuales por encima del año anterior. Desde el nodo del sur bonaerense se embarcaron más de 13 millones de toneladas de granos y subproductos en el 2021, el mayor tonelaje en su historia.
Tal como refleja el informe de la BCR, “en el arranque del 2022, el panorama no es alentador”. En los primeros días de enero de 2022, el Río Paraná cayó de nuevo y presentó una altura negativa de menos 0,15 metros a la altura de Rosario al 3 de enero pasado. Las proyecciones realizadas por el Instituto Nacional del Agua para el 11 de enero ofrecen un resultado esperado de menos 0,4 metros para el escenario más negativo y del 0.1 metros para el más prometedor. Así la tónica desfavorable, continuaría en enero y febrero próximo. Si esta tendencia no se logra quebrar con un mayor caudal de agua, los envíos realizados desde el Gran Rosario volverían a caer y así se sufrirían pérdidas millonarias para la exportación de productos agroindustriales argentinos.
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