Enviado a Armstrong, Santa Fe - En un clima de alta tensión en su relación con el Gobierno de Alberto Fernández, el campo realiza su primera protesta del año para expresar su rechazo a las políticas oficiales con el sector.
Será hoy en la ciudad santafesina de Armstrong, en el cruce de las rutas 9 y 178, donde un grupo de productores autoconvocados realizarán una asamblea. De la misma participarán los presidentes de las cuatro entidades de productores que conforman la Mesa de Enlace, y a la que adhieren la Mesa de Enlace de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
Según aseguraron este medio los organizadores de la asamblea, la misma tiene como objetivo acercar a los integrantes de la Mesa de Enlace con los productores, para que entre las partes haya interacción y debate de ideas para definir los pasos a seguir, y especialmente cómo hacer llegar a los funcionarios nacionales el malestar que hay en el sector productivo por la política que se lleva adelante mediante la intervención de la exportación de carne vacuna, trigo y maíz, pero también el impacto negativo del desdoblamiento cambiario, las retenciones y el aumento de los costos.
Entre el jueves a la noche y ayer a la mañana se oficializó la renuncia de tres de las entidades de la Mesa de Enlace al Consejo Agroindustrial Argentino
No se descarta que haya duros cuestionamientos al accionar de los dirigentes del campo en su negociación con las autoridades del ministerio de Agricultura sobre el esquema de exportación de carne vacuna. “Lo cierto es que nos invitan a mesas y a diálogos, pero siempre sobre decisiones tomadas de antemano”, aclararon ayer en un comunicado los presidentes de las entidades del campo, ya que desde el Gobierno insisten en que las medidas fueron consensuadas con los dirigentes.
A esto hay que sumar la preocupación que hay en el campo por la falta de lluvias en diversas regiones productivas, algo que afecta a la siembra de soja y maíz. El panorama climático para lo que viene no es muy alentador, sin precipitaciones y con altas temperaturas, la problemática se agravará ya que seguramente habrá un recorte de producción en los cultivos mencionados, que significará un menor ingreso de divisas al país a través de las exportaciones.
Esta semana el malestar de los dirigentes y productores aumentó por la puesta en marcha del nuevo esquema de exportación de carne vacuna por dos años. Si bien el mismo facilita la exportación sin cupos de la carne de vaca a China, lo negativo es que la intervención oficial continuará hasta el 31 de diciembre de 2023, por la prohibición para comercializar siete cortes parrilleros que son muy demandados en el mercado interno. El Gobierno promueve estas medidas con el objetivo de hacer bajar el precio de la carne al consumidor. Hasta el momento no logró cumplir el mismo, ya que en noviembre y diciembre pasado el precio aumentó un 11,2% y 9,7% respectivamente, en el Área Metropolitana de Buenos Aires, según detalló la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).
Pero también el sector agropecuaria rechaza la intervención en los mercados de trigo y maíz, mediante los límites a la exportación con los denominados volúmenes de equilibrio, y además no se avala la propuesta del ministerio de Agricultura de crear un fideicomiso para compensar con dinero a las empresas molineras y avícolas, por el impacto que en su estructura de costos tienen el trigo o el maíz. Se propone con aportes del sector de los exportadores de cereales, que seguramente serán descontados del precio al productor, compensar a molinos y avícolas por la suba de los precios internacionales del trigo y el maíz. ¿Para qué? Para que los altos precios de esos granos no impacten luego en la provisión al mercado interno de ciertos alimentos básicos.
En relación a todo esto, los integrantes de las Mesas intersectoriales de trigo y maíz solicitaron que se resuelva el problema inflacionario, que según sostienen excede al precio del maíz o del trigo, ya que los mismos estuvieron siempre por debajo del ritmo inflacionario durante todo el 2021. Además, recordaron que es limitada la incidencia de ambos cereales en los precios finales al consumidor, que en el caso del trigo tiene una incidencia del 13% en el precio final del pan. Por tal motivo, señalaron que cualquier mecanismo de compensación “no va a generar beneficios para el consumidor nacional”.
Frente a este panorama y a horas de la asamblea en Armstrong, ayer la Mesa de Enlace expresó en un comunicado que “no compartimos, ni el rumbo, ni ninguna de las medidas tomadas y que nos permitimos reflejar los graves perjuicios que traerá al sector agropecuario y al país en general, y resaltar que no fuimos parte en ninguna de las decisiones que ha tomado el gobierno”.
Técnico de la Mesa de Enlace
Otro de los cimbronazos de la semana y que generó debate interno en las entidades del campo, especialmente en Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), fue la salida de Matías Lestani como Director del Área de Economía de la mencionada entidad para sumarse como Secretario de Agricultura a la gestión de Julián Domínguez en la cartera agropecuaria.
Mientras un grupo de sociedades rurales del norte de la provincia de Buenos Aires trataron a Lestani de “traidor”, el presidente de CRA, Jorge Chemes, en declaraciones a CNN Radio, dijo que “la forma en la que fue llevado adelante el tema, sin haberlo previsto o charlado, genera un clima muy conflictivo que nos está trayendo serios problemas. No estábamos al tanto de la decisión de Lestani. Y yo no lo llamaría traición pero sí desprolijidad”.
Renuncia al Consejo Agroindustrial
Entre el jueves a la noche y ayer a la mañana se oficializó la renuncia de tres de las entidades de la Mesa de Enlace al Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), un espacio conformado por más de 60 entidades y con mucha llegada a las diferentes estructuras del Gobierno, con el cual se promueve un proyecto de desarrollo agroindustrial que se encuentra para su debate en el ámbito de la Cámara de Diputados de la Nación.
Las entidades que renunciaron al Consejo son Confederaciones Rurales Argentinas, Federación Agraria y Sociedad Rural Argentina. Por su parte, Coninagro confirmó que seguirá en el CAA. Entre los argumentos presentados, en el caso de CRA, señalaron que la salida se debe a que “las pocas medidas tomadas en relación al CAA, han sostenido las diferencias y han significado un severo perjuicio a la producción primaria”. Y agregaron en un comunicado: “Entendemos que el funcionamiento adoptado en las últimas semanas no es el que aspiramos los productores”.
Por último, las bases de productores advierten que el accionar del Gobierno, según expresaron desde la Sociedad Rural de Jesús María, como ha sucedido en otros momentos de su relación con el campo “se busca de dividirnos y debilitarnos. Por ello, debemos estar atentos, unidos y decididos”. Y hoy en la asamblea de Santa Fe, el sector agropecuario intentará mostrar unidad, y hacer llegar un mensaje a las autoridades nacionales que el camino elegido no es el correcto.
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