Ayer se cumplieron dos años del inicio de la gestión presidencial de Alberto Fernández, que ha tenido en todo este tiempo una relación de desencuentros y conflictos con el campo, como consecuencia del aumento de las retenciones a la soja, el intento oficial de intervenir y expropiar la empresa Vicentin, el cierre de las exportaciones de maíz y en gran parte del presente año por la intervención en la cadena de ganados y carnes.
A pocas horas de los anuncios realizados por el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, sobre el nuevo esquema de exportación de carne vacuna para el año próximo y las medidas a implementar con el objetivo de aumentar la producción en los próximos dos años, los dirigentes rurales aseguraron que las decisiones adoptadas “son un paso adelante, pero se necesitan hechos concretos”.
En ese sentido, el campo reiteró su reclamo previsibilidad y que se mantengan en el tiempo las reglas claras de juego. Para eso, el sector aguarda un plan económico, que se resuelva el tema de la deuda con el Fondo Monetario Internacional e instrumentar medidas para bajar la inflación.
Todo esto quedó reflejado en la última encuesta realizada por Amplificagro, entre el 30 de noviembre y el 7 de diciembre pasado, a 467 responsables de decisiones en empresas y establecimientos agropecuarios pequeños, medianos y grandes (con diferentes roles accionistas, directores, gerentes y asesores), y de las áreas geográficas donde principalmente se ubica el proceso productivo agropecuario. En el trabajo se indagó acerca de cómo impactaron diversos aspectos que hacen a la actividad productiva del sector.
En relación a los principales factores que inciden en limitar el crecimiento del negocio agropecuario, un 71% mencionó de los encuestados mencionó la falta de reglas claras de juego, el 68,9% a la incertidumbre económica, el 58,9% la incertidumbre política, y un 38,5% ubicó a la falta de financiamiento como un impedimento para lograr una mejor situación. Por otro lado, más de la mitad de los encuestados manifestó que la situación del país es peor actualmente que un año atrás, el 30,2% consideró que es igual, y solamente el 17,8% señaló que es mejor.
Además, se mantiene en niveles altos el pesimismo en relación a las perspectivas futuras: el 68,3% de los consultados sostuvo que el país estará peor el año próximo, mientras que un 24% opinó que el país estará igual, y un 5% es optimista acerca del futuro del país. A todo esto, al ser consultados sobre si hay previsiones de aumentar o reducir las inversiones el año próximo, en medio de un contexto económico financiero y económico cada vez más complejo, el 45,6% indicó que invertirá menos, un 31,1% invertirá lo mismo, y un 17,1% invertirá un poco más, más o mucho más.
El trabajo también se focalizó en la incertidumbre que provoca el tipo de cambio y cómo impacta en el desempeño del negocio. Para eso, se propuso que las respuestas estén ubicadas en una escala del 1 al 5 (1 nada de impacto y 5 total impacto). Al respecto, el 82,5 de los encuestados puntuó con un 4 o 5 el impacto que esto tiene para su negocio, mientras que un 10,9% lo ubicó en un punto medio (3) y solamente el 5,9 consideró que esa incertidumbre sobre el tipo de cambio no repercutió -o repercutió poco- en el normal desarrollo de su negocio.
Financiamiento y elecciones
Otra parte de la encuesta consultó sobre cuál es la tasa de interés que están dispuestos a asumir para capital del trabajo, el 79,1% de los encuestados consideraron una tasa de interés de hasta un 35% y un 10,4% de los consultados mencionó que podría asumir hasta un 40%. Y sobre los plazos de financiación para inversiones de bienes de capital, el 37,9% de los consultados consideró que entre 4 y 5 años sería un plazo razonable. Al opinar sobre cómo perciben la accesibilidad que sus empresas tienen al crédito, el 60,9% de los encuestados sostuvo que las condiciones de acceso al crédito son muy bajas (poco o nada accesibles).
Por último, se conoció la opinión del sector agropecuario sobre lo que dejó el proceso electoral de noviembre pasado. En ese sentido, las palabras que surgieron como respuesta a esa pregunta fueron esperanza, alivio y alegría. Si bien aun está lejos el 2023, el 73,7% de los encuestados dijo que habrá alternancia en el poder, y un 8,9 piensa que habrá continuidad, es decir, que proyectan una reelección del Gobierno del Frente de Todos.
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