En las últimas horas se instrumentaron medidas por la ausencia de dólares en la economía. El Banco Central busca que no salgan del país los dólares que alimentan sus menguadas reservas. Mientras tanto, el campo avanza con la cosecha de los cultivos de invierno, trigo y cebada, que llegaría a niveles históricos y ambos cultivos aportarían unos 5.000 millones de dólares por exportaciones en los inicios del año próximo.
Entre los dos cultivos mencionados, las miradas están puestas en el desarrollo de la campaña de trigo, que finalizaría con un nivel de producción récord e histórico de la mano de excelentes rendimientos cosechados y en momentos de crecimiento de los precios internacionales, de los cuales el productor no recibe el precio pleno por los efectos de las retenciones del 12% y al desdoblamiento cambiario. En medio de este contexto favorable, la incertidumbre que generan los trascendidos sobre posibles de intervención y aumento de la presión impositiva. Sin embargo, los analistas sostienen que en los seis últimos años, no solamente casi se triplicó el área sembrada con trigo, si no que cambió drásticamente la estrategia productiva y el manejo.
Según comentó a Infobae Gustavo López, asesor de la Fundación Producir Conservando y titular de Agritrend, las exportaciones de trigo de la presente campaña podrían llegar a los 13,5 millones de toneladas. Al haberse declarado un número importante de esas toneladas con destino al mercado internacional, a un precio de entre 290 y 300 dólares la tonelada, es decir a valores más bajos que los actuales, el ingreso de divisas podría llegar a USD 4.000 millones. Además, el especialista señaló que en el caso de la cebada la exportación rondaría los 3,5 millones de toneladas. Con una importante variación en el precio de la cebada forrajera y cervecera, el cereal aportaría USD 1.000 millones. Es decir, entre ambos cultivos la exportación significaría un ingreso al país de USD 5.000 millones.
En su informe semanal de los días jueves, el Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló que hasta el momento se ha cosechado el 32,8% del área sembrada con trigo. En los últimos días la trilla finalizó en el norte del país, con rendimientos que se ubican entre los peores 3 de la última década. Pese a esto, con el avance de la cosecha en el centro del área agrícola, el rendimiento promedio creció a 24,4 quintales por hectárea.
Las últimas precipitaciones han mejorado los suelos y posicionaron a los rendimientos con un panorama mucho mejor al que los productores proyectaban en el inicio de la presente campaña, especialmente en el centro y sur del área agrícola, que derivó en un aumento de la estimación de cosecha total a 20,3 millones de toneladas, son unas 500.000 toneladas en comparación a la estimación de la semana pasada.
Zona núcleo
En lo que respecta a la zona núcleo, la Bolsa de Comercio de Rosario también resaltó las mejoras que se están registrando en los rendimientos de la cosecha de trigo, que ya alcanzó el 85% del área sembrada. Gracias a una mayor fertilización, la región productiva por excelencia del país presenta rendimientos récords en el centro y sur de Santa Fe, con promedios de entre 43 a 47 quintales por hectárea. De esta manera la entidad aumentó en 300.000 toneladas la estimación de cosecha de la región, que ahora se ubica en 7.100.000 hectáreas.
En la zona de Bigand, los técnicos señalaron que “muchos productores están en una media de 55 quintales por hectárea. Estamos muy satisfechos, son rendimientos superiores a lo esperado: hay alegría en el campo”. Por otro lado, en la zona de Carlos Pellegrini aseguran que los productores están trabajando contrarreloj, para terminar las tareas antes de la llegada de las próximas precipitaciones. Ya se cosechó un 80% del trigo sembrado, y el promedio de rinde está en 45 quintales por hectárea.
Por último, el relevamiento semanal de la Bolsa de Rosario, planteó que “hay una gran incógnita: saber si también se repetirán los buenos números de las cosechadoras de Santa Fe en el área bonaerense”. Al respecto, señalaron que el norte de Buenos Aires no recibió el mismo alivio que tuvo Santa Fe a mediados de octubre con las lluvias que cortaron el pulso de calor. “La cosecha es buena, pero no sabemos qué tan buena puede ser”, comentaron especialistas del distrito de General Pinto.
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