Las economías regionales, un compendio muy variado de actividades agropecuarias desperdigadas por todo el territorio nacional, se encaminan a finalizar un año con resultados sectoriales diversos, pero la incertidumbre como factor común y la necesidad de dotar de previsibilidad a las diferentes producciones. Además, se suman problemas como la presión fiscal, que no se reduce a los derechos de exportación, sino también a los costos laborales.
El 2021 se caracterizó también por las dificultades para conseguir mano de obra para la cosecha y con la imperiosa necesidad de lograr financiamiento que permita aumentar la productividad e incorporar tecnología. Por ejemplo, de riego.
Según un relevamiento de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), a septiembre pasado 9 de casi 20 actividades consideradas como regionales mostraban signos de ir hacia una crisis o atravesaba ya esa situación. Entre ellas, la lechería, la citricultura y la avicultura. Otros sectores se encontraban en crecimiento, como la apicultura y las producciones porcina y algodonera.
Según Silvina Campos Carlés, economista de Coninagro, las diferentes actividades llegan a fin de año de manera “ajustada”. Si bien hubo una recuperación del consumo interno y, en algunos casos como la miel o el algodón, repuntó la demanda externa y hubo buenos precios, hay problemas estructurales y coyunturales que impiden atravesar con tranquilidad el bimestre final.
Entre los escollos para el progreso de las diferentes actividades que identificó Campos Carlés se destaca la presión fiscal, tanto por los derechos de exportación que aún se aplican en productos como los lácteos, como por los costos de labores y el aumento de los precios de algunos insumos esenciales para la producción agrícola, como fertilizantes y agroquímicos, que en pocos meses duplicaron sus valores.
La especialista señaló como un punto pendiente lograr una mejora en la competitividad, especialmente en aquellas actividades intensivas en el uso de mano de obra. “Se viene trabajando en mejorar el mínimo no imponible para aportes patronales, pero un problema que estamos teniendo es que los trabajadores no quieren estar en el sistema formal; todavía el plan de empalme entre el trabajo registrado y los planes sociales no terminó de implementarse”, agregó.
Silvina Campos Carlés: “Las economías regionales cierran el año de una manera ajustada”
Además, sostuvo que las economías regionales cierran el 2021 de manera ajustada y esperan más estabilidad, que podría llegar si el Gobierno cierra con el FMI un programa que permita una economía más estable, en el marco político de un Congreso más equilibrado. “Hoy estamos muy a la defensiva y eso no está bueno, más cuando hay tantas oportunidades”, dijo Campos Carlés.
Incertidumbre
Para el director ejecutivo de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Pablo Vernengo, la palabra clave para describir el año es “incertidumbre”, por falta de reglas claras para planificar y desarrollar actividades normalmente. Muchos sectores tuvieron problemas de rentabilidad y hasta incluso para levantar las cosechas. Es el caso de la citricultura, la yerba mate y el té, por falta de mano de obra.
“La realidad es que al año lo estamos terminando con mucha incertidumbre. No tener reglas claras, pues fueron cambiando constantemente, trajo aparejado que muchas producciones de los más de 30 complejos tuvieran problemas de rentabilidad y otras dificultades para levantar la cosecha”, señaló Vernengo a Infobae.
Pablo Vernengo: “Complica al sector la suba de costos de los fertilizantes y agroquímicos”
El directivo de CAME hizo hincapié en dos cuestiones que afectan el desenvolvimiento del grueso de las actividades. Por un lado, la suba de costos de fertilizantes y agroquímicos, que consideró “un verdadero problema para darle adecuado tratamiento a los cultivos”, incluso la dinámica exportadora que se busca dar a las actividades. Además, destacó la necesidad de mayor financiamiento.
“Necesitamos un financiamiento acorde que pueda generar mayor producción e incorporación de tecnología. Necesitamos plazos y tasas acordes a nuestra producción y mayores períodos de gracia. Estamos sufriendo una crisis hídrica en el norte del país y en Cuyo y, lamentablemente, las líneas de créditos que tenemos para mitigar esos efectos con la instalación del riego tienen periodos de gracia de seis meses, que, lamentablemente, no nos alcanza”, sostuvo Vernengo.
Por último, mencionó la cuestión política, sobre todo la necesidad de contar con funcionarios que “conozcan el paño” de las economías regionales y entiendan la diversidad de actividades del sector. Otro pedido, coincidente fue rediscutir la presión tributaria sobre el sector, que llega a representar el 40% del precio final de los productos en góndola.
SEGUIR LEYENDO: