La renovación y reconfiguración del Congreso nacional tras las elecciones legislativas abren un nuevo escenario, para la política en general y para el sector agropecuario. La relación de fuerzas oficialismo-oposición. En una composición más equilibrada de las cámaras, el poder de incidencia del sector será clave.
Desde el campo entienden que el nuevo Congreso que se conformará a partir del 10 de diciembre diciembre próximo y que tendrá una paridad de fuerzas entre el oficialismo y la oposición en la Cámara de Diputados y Senadores, se constituye en una oportunidad para que los intereses del sector puedan penetrar en el ámbito político e impulsar iniciativas a su favor, o, por lo menos, que no se aprueben normas contraproducentes para el agro y que el Poder Legislativo sea un contrapeso eficiente respecto al Ejecutivo.
Ahora bien, este cambio y oportunidad no representan en sí mismo un nuevo escenario favorable para el campo, sino que este deberá desplegar un conjunto de acciones que permitan tener una presencia más palpable entre los diferentes actores políticos y lograr tener una verdadera incidencia en la toma de decisiones o una mayor participación en el diseño de iniciativas parlamentarias.
Es por eso que especialistas ligados al sector entienden que para aprovechar esta nueva coyuntura, el campo deberá desplegar nuevas estrategias para impulsar su agenda dentro del ámbito legislativo y concretar un necesario cambio de postura para pasar de tener una actitud reactiva ante las iniciativas gubernamentales o parlamentarias que afecten sus intereses, a una proactiva que lidere las iniciativas y se anticipe a las normativas que pueden resultar dañinas para el sector.
En diálogo con Infobae, el presidente de la Fundación Barbechando, Germán Paats, entiende que los nuevos legisladores que ingresarán al Congreso están más predispuestos “a escuchar al sector” y que eso derivará en la creación de un espacio para que el agro en su conjunto pueda exponer sus intereses y necesidades.
Sin embargo, Paats sostiene que no solamente es necesaria la conformación de ese lugar de escucha sino que también el sector está obligado a “acercar sus propuestas, porque no solo se trata de decir que necesitamos tal cosa, sino cómo hacerlo, cuál es el impacto, cómo nos integramos al proyecto de país. Por ahí va la línea y hay buena voluntad de empezar a trabajar en políticas, en reglas de juego claras, por lo menos por 50 años, y el lugar para hacerlo es el Congreso”.
En este sentido, Paats reconoció que desde el agro, por mucho tiempo, no solamente se comunicó mal, sino que también hubo una “ausencia de propuestas”, aunque destacó que existe esa autocrítica y que hoy “hay estructuras trabajando en los círculos de poder político”, como lo hace la Mesa de Enlace. Es por esto que remarcó la necesidad de que el campo y sus dirigentes participen activamente en la política desde “abajo”, como así también la importancia de impulsar iniciativas perdurables en el tiempo.
“Nosotros vamos a proponer proyectos de políticas públicas. Creemos fundamental que el sector lleve adelante un proyecto de ley de previsibilidad. No podemos seguir conviviendo en este piso de barro, sino que necesitamos reglas de juegos claras para los mercados, los precios, la carga impositiva. No puede ser que siempre la fórmula de ajuste sea la agrobioindustria. Cualquier cambio que el Poder Ejecutivo quiera hacer deberá pasar por el Congreso de la Nación”, se entusiasmó Paats.
Por su parte, el consultor en temas empresariales y cofundador de la consultora Amplificagro, Hernán Satorre, consideró, en la misma línea que Paats, la necesidad de que haya un cambio de estrategia por parte del sector para poder instalar su agenda y no “correr detrás” de los temas, aunque también entiende que a la hora de ejercer “lobby” el agro cuenta con algunos problemas de representatividad, que hace menguar esa posibilidad.
“Tiene que haber un cambio de estrategia en este escenario que se plantea de post elecciones y es plantearse dejar de ser reactivo y pasar a ser proactivo en cuanto a la instalación de agenda y demandas del sector”, enfatizó Satorre, que destacó que “en los últimos años, el campo ha corrido detrás de los temas. Por eso es indispensable que el sector agarre los temas calientes, se anticipe y genere una discusión con una línea de propuesta y no esperar a que se instale e intentar cambiar un proyecto de ley que parte de un axioma o tesis errónea”.
Hernán Satorre: “El campo tiene que ser más proactivo para la instalación de agenda y demandas del sector”
Es por eso que el especialista consideró necesario que se emprenda un “lobby bien entendido” para poder instalar la discusión de temas que interesan al campo, aunque ve como un impedimento una “cierta crisis de representatividad” en parte de la dirigencia. No obstante, insistió: “Lo que el sector tiene que instalar en el Congreso son leyes que incentiven la producción, el desarrollo regional, que se pueda potenciar el interior del país y que los recursos no vayan a las arcas nacionales, sino que se vuelquen del lugar donde salieron”.
Participación
Para el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri, la nueva conformación del Congreso permitirá que el Poder Legislativo no actúe como una escribanía del Gobierno nacional y se den debates más “enriquecedores” en el recinto, por lo cual asegura que desde las entidades se deberá “fortalecer el trabajo” sobre los parlamentarios y organizar reuniones con los diferentes jefes de bloque de las diferentes fuerzas.
Salaverri ponderó la necesidad de que el próximo Congreso sea un lugar para que se debata una plan integral de reducción de los derechos de exportación principalmente, pero también la carga tributaria que pesa sobre el sector en general. Asimismo, el tratamiento de una nueva Ley de Semillas y de cuestiones medioambientales referidas a la aplicación de fitosanitarios, pero también rediscutir normas, como la Ley del Fuego.
Pero también, el dirigente señaló cierta falencia dentro del sector en lo que se refiere a su involucración en la política, con referentes directos del agro dentro de los aparatos partidarios. “El sector debe asumir y apoyar a que esto se dé, que se dé esa participación. A veces no está claro en nuestra entidades que la participación de un dirigente en la política no sea motivo de crítica posterior. Muchas veces se lo debe contener al dirigente que optó por participar políticamente”, expresó.
Por último, el titular de CARBAP comentó que “a ese dirigente se lo aleja, lo que es un error propio de nuestro sector. Entonces el dirigente rural que está dudando en participar, pero que lo hace para defender al sector y, ese sector no acompaña, no se siente cómodo. Nosotros mismos debemos generar dentro nuestras entidades una empatía distinta con la política y con aquel productor que ha dado un paso representados dentro de los estamentos de la política”.
SEGUIR LEYENDO: