Una vez más los ingresos de divisas por las exportaciones agroindustriales marcaron un nuevo récord durante el mes pasado y en lo que va del presente año, como consecuencia de un aumento de los precios internacionales de los granos. Así lo reflejó el informe mensual que en las últimas horas publicó la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportador de Cereales (CIARA-CEC). Esas divisas de la agroindustria significan el componente mas importante para que el Banco Central de la República Argentina cuente con recursos para atender la demanda de dólares en las importaciones y mercado interno.
Según se detalló ayer, en octubre las empresas agrupadas en CIARA-CEC liquidaron 2.416 millones de dólares, un retroceso del 1% en relación a septiembre y un aumento interanual del 40,8%. Además, en los primeros 10 meses del año el aporte fue de 28.087 millones de dólares, un 66,6% más en relación al mismo período del año pasado. Ambas cifras, dijeron desde la entidad, son una marca histórica para este siglo. El aporte récord se explica por el sostenido crecimiento de los precios internacionales que comenzó en septiembre de 2020 y alcanzó su pico máximo en mayo pasado, cuando la soja en el mercado de Chicago superó los 600 dólares la tonelada.
El buen escenario de precios internacionales compensó la menor cantidad medida en toneladas. Los datos aportados por CIARA-CEC y en base a estadísticas del ministerio de Agricultura, entre enero y septiembre incluido del presente año, la Argentina exportó: poroto de soja por 5 millones de toneladas, aceite de soja por 4.8 millones de toneladas, harina de soja por 22 millones de toneladas, trigo por 8,5 millones de toneladas, aceite de girasol por 640 mil toneladas, pellets de girasol por 750 mil toneladas, maíz por 32 millones de toneladas, cebada por 1,4 millones de toneladas, y sorgo por 1,9 millones de toneladas.
“Si pudiésemos disminuir la carga tributaria en soja podríamos crecer mucho más en ingreso de divisas sobre todo cuando el país no tiene otra fuente de dólares” (Gustavo Idígoras)
En diálogo con este medio, Gustavo Idígoras, titular de CIARA-CEC sostuvo que “el mes de octubre marcó otro récord en relación a mismo mes de los últimos 20 años indicando un año excepcional en cuanto a precios más allá de los enormes problemas de bajante del río Paraná, conflictos sindicales y presión tributaria. Esto demuestra que si pudiésemos disminuir la carga tributaria en soja podríamos crecer mucho más en ingreso de divisas sobre todo cuando el país no tiene otra fuente de dólares”.
Por su parte, Sebastián Salvaro, de la consultora AZ Group, señaló que “en líneas generales venimos con un proceso de liquidación de divisas récord e histórico, de la mano de un aumento de los precios de los commodities disponibles en un momento en el cual el productor no está avanzando fuertemente con la comercialización, producto de las elecciones, por una potencial devaluación que se dé, además porque está muy bien financiado de cara a la campaña 2021/2022 y por otro lado está muy bien comercializado en trigo que se está por cosechar, y lo mismo sucede en maíz, cebada y girasol”.
Por último, Dante Romano, analista de FyO, sostuvo que la facturación total a la fecha teniendo en cuenta los tres cultivos principales, como son soja, maíz y trigo, se ubica en 20.300 millones de dólares, casi el doble que el año pasado a la misma fecha y el promedio. Al momento se observarlo en toneladas, dependiendo mucho de la producción de cada año, el volumen facturado hasta el momento correspondiente a la campaña agrícola 2020/2021 es de 29 millones de toneladas de soja, cuando el año pasado fue de 27 millones de toneladas y el promedio histórico de 34 millones de toneladas.
Además, en maíz alcanzó los 35 millones de toneladas, manteniendo el volumen de la campaña pasada, pero cuando se lo compara con el promedio, que es de 20 millones de toneladas, se registra un aumento notable. Y por último, en trigo se alcanzó los 15 millones de toneladas, contra las 19 millones de toneladas del año pasado y unas 14 millones de toneladas de promedio. “Ambos análisis nos explican, que el notable incremento en la facturación fue gracias al aumento generalizado de los commodities, ya que el tonelaje no tuvo cambios significativos de un año al otro”, concluyó Romano.
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