Según una encuesta, el 36% de los productores agropecuarios esperan un cambio favorable tras los próximos comicios

Son datos del relevamiento que realizó el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, a más de 400 productores con un valor bruto de producción igual o superior a los USD 200.000. El efecto positivo en las expectativas futuras

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El campo aguarda con expectativa el resultado de las próximas elecciones. (REUTERS/Agustin Marcarian)
El campo aguarda con expectativa el resultado de las próximas elecciones. (REUTERS/Agustin Marcarian)

La encuesta de septiembre realizada por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, denominado Ag Barometer Austral, reflejó que de cara a las próximas elecciones legislativas del 14 de noviembre, se produjo una mejora en el índice de confianza de los productores agropecuarios. El relevamiento mostró un valor de 79 frente a 69 del mes de julio 2021 y de 69 en septiembre del año pasado, representando un aumento del 14% en relación a julio de este año y del 14% interanual.

La encuesta bimestral Ag Barometer realizada por la casa de estudios citada, relevó la opinión de más de 400 productores con un valor bruto de producción igual o superior a los USD 200.000 sobre la situación financiera actual y futura de sus empresas, en base a las cuales construye un índice de confianza.

Los especialistas encargados de realizar la encuesta señalaron que “los valores aún se mantienen por debajo del índice 100, lo que refleja que el nivel de confianza de los productores aún es bajo”. Además, precisaron que “es probable que el resultado de las PASO del 12 de septiembre haya arrojado una pequeña luz de esperanza en relación a un cambio en las políticas dirigidas al sector. Estas habían comenzado a ser negativas en el mes de mayo con la suspensión de las exportaciones de carnes, sumado a las amenazas de restricciones a las exportaciones de maíz”.

En ese sentido, sobre los posibles cambios que pueden llegar luego de los resultados de las elecciones pasadas, el 36% de los productores estima que pueden ser favorables en las políticas dirigidas al sector, un 32% cree que no habrá cambios en la políticas y un 27% opina que puede haber un cambio desfavorable, con políticas que significarán más intervención, y que provocarán efectos negativos para la toma de decisiones e inversiones que apunten al crecimiento y aumento de productividad del sector más competitivo de la economía argentina.

En relación al índice de Condiciones Presentes, que incluye la situación financiera actual comparada con un año atrás y la oportunidad para realizar inversiones en activos fijos, el mismo llegó a los 79 puntos, representando una leve mejora de casi el 7% en comparación con la encuesta de hace dos meses atrás y también interanual, ya que en septiembre del año pasado comenzó una fuerte recuperación de los precios internacionales de los granos que alcanzaron su pico máximo en mayo pasado, con un valor de la soja por encima de los 600 dólares la tonelada en el mercado de Chicago, para luego comenzar a bajar.

Por otro lado, el mejor resultado en la encuesta fue para el índice de Expectativas Futuras, que se elaboró teniendo en cuenta las percepciones acerca del futuro de la actividad agropecuaria y del sector en general, en horizontes de tiempo de 1 y 5 años. El mismo creció un 19,5% en relación a la medición anterior y un 21% interanual. La mejora de confianza se da principalmente en las expectativas para la economía agropecuaria en general para los próximos 5 años, donde un 61% de los encuestados expresó que serán buenos tiempos para el sector agropecuario, mientras que el 39% respondió que serán malos. En la encuesta de julio pasado, el panorama era distinto: un 59% dijo que serán malos y un 41% buenos.

Índice de confianza de los productores en septiembre pasado. (Fuente: Universidad Austral)
Índice de confianza de los productores en septiembre pasado. (Fuente: Universidad Austral)

En ese sentido, desde la Universidad Austral explicaron que los resultados de las próximas elecciones tendrán un impacto decisivo en las expectativas futuras, “ya que se llega a las mismas con niveles inflacionarios muy preocupantes y no resueltos, atraso cambiario en el mercado oficial, una creciente brecha entre el tipo de cambio oficial y los legales alternativos, altos niveles de pobreza y negociaciones no resueltas con el FMI. Existe la percepción de que esa combinación de variables no es sustentable, aunque hay una gran incertidumbre acerca la forma en que se intentará resolverlas”.

El trabajo también determinó que hubo algunos signos positivos como la flexibilización en las restricciones a las exportaciones de carnes, aunque hay preocupación entre los productores por manifestaciones contradictorias de algunos funcionarios y la amenaza de restringir cuantitativamente las exportaciones de maíz. “Estos factores generan una gran incertidumbre hasta las elecciones legislativas de noviembre”, comentaron los especialistas.

Campaña y financiamiento

En el segmento que está dedicado a la marcha de la presente campaña agrícola, la encuesta mostró que se mantienen positivas las expectativas de rentabilidad de la campaña de trigo, en particular por parte de los productores que han comprado los insumos clave a precios razonables y han fijado precios tanto en ventas forward como en coberturas en los mercados de futuros.

Detalle de inversiones. (Fuente: Universidad Austral)
Detalle de inversiones. (Fuente: Universidad Austral)

A su vez, un 31% de los encuestados aseguró que financiará la campaña con recursos propios, un 35% con canjes a cosecha, un 31%, con las tarjetas bancarias, y un 24%, con canje disponible. Y además aparecen los préstamos bancarios en pesos , tanto en tasas subsidiadas (18%), como a tasas de mercado(15%), y es bajo el porcentaje de financiación con préstamos en dólares (7%).

Por último, un 45% de los productores planea realizar inversiones en activos fijos, presentando una mejora en relación a la medición anterior y niveles similares a los del año anterior, donde las inversiones en maquinarias (60%) son las preferidas, seguidas por inversiones en ganadería (basadas en los mercados externos y una mayor racionalidad en las políticas domésticas). También hay un cierto interés en las inversiones en tierras, aunque ese mercado se encuentra con muy pocas operaciones como resultado de las distorsiones en los mercados cambiarios.

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