Advierten que el caudal del Río Paraná volverá a un nivel crítico

Así lo precisaron desde el Instituto Nacional del Agua. Además señalaron que es alta la probabilidad de retornar a una condición general crítica en los próximos meses. El impacto en las exportaciones

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Siguen los efectos de la bajante del río Paraná (Bolsa de Comercio de Rosario)
Siguen los efectos de la bajante del río Paraná (Bolsa de Comercio de Rosario)

Si bien las precipitaciones de las últimas semanas en la parte superior de la cuenca del Río Paraná aliviaron la situación en relación a la bajante que afecta a la misma, el último informe del Instituto Nacional del Agua (INA), del 27 de octubre pasado, señaló que la condición hídrica aún no es normal y es alta la probabilidad de retornar a una condición general crítica en los próximos meses. Además, pronosticó que no se esperan lluvias sobre la cuenca del Plata y está previsto que estas condiciones de buen tiempo persistan durante los próximos días con probabilidad de que se generen precipitaciones aisladas sobre las nacientes del río Paraná y Paraguay.

Con una altura actual del Río Paraná en Rosario de 1,50 metros y frente a la disipación de las lluvias y la perspectiva sin nuevos eventos significativos, desde el INA señalaron que la situación “obliga a mantener la cautela a la hora de las decisiones de largo plazo en el uso de la vía fluvial. Los caudales desde la alta cuenca del río Paraná en Brasil, desde el río Iguazú y por el río Paraguay se sostienen en valores moderadamente bajos, con una inminente tendencia descendente”.

Pablo Mercuri, Director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, sostuvo en diálogo con Infobae que hay mejoras importantes en las alturas hidrométricas en los puertos, donde por ejemplo llegando a Rosario hoy al mediodía Prefectura midió una altura del río de 1,5 metros, debido a las lluvias en la cuenca sobre tramo argentino y leves mejoras en aportes del Río Paraguay, y de Cuenca Alta en Brasil. “Todos los registros se mantienen dentro de lo considerado ´aguas bajas´ y fluctuaría próximas semanas en ese rango, pero con perspectivas estacionales aún deficitarias e el aporte de lluvias para la cuenca. El evento La Niña tiene alta correlación en su impacto sobre las precipitaciones con el área de la cuenca”, dijo el especialista.

También remarcó que se mantiene por tercera campaña agrícola consecutiva la condición de bajante al río, “con impactos inéditos necesarios de monitorear. Es importante atender los impactos en los territorios de la cuenca, dado los impactos acumulativos que genera la escazes del agua en lo productivo y ambiental sobre todo. Además de las sumatoria de pérdidas en navegación fluvial”.

Hay que recordar que el caudal del río Paraná ha caído desde septiembre de 2019 hasta la fecha a su nivel más bajo en 77 años, provocando numerosos inconvenientes en la artera de comunicación que es esencial para las economías de nuestro país, Paraguay y Brasil. Hubo un efecto negativo en las exportaciones agroindustriales, en todo lo relacionado al aprovisionamiento de agua para la población y además en la generación hidroeléctrica a lo largo de su curso, que representa una energía clave para toda la región.

En septiembre pasado, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que son más de 25 millones de toneladas de subproductos de la soja que han sido embarcadas en lo que va del presente año, estimando una pérdida de unos 620 millones de dólares para los mencionados embarques desde el Up River. La bajante impactó en los precios de exportación del complejo sojero, limitando la carga de los buques y obligar que las mismas tengan que ser desviadas a otros puertos, como los ubicados en el sur de la provincia de Buenos Aires, y además hay un crecimiento de los costos de logística.

Carga de buques

En diálogo con este medio, Guillermo Wade, Gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPYM), aseguró que “el río ha remontado bastante y estamos cargando un 8% menos de lo que cargamos habitualmente, es decir estamos dos pies y una pulgada por debajo de los 34,06 pies que veníamos cargando cuando el río estaba normal”, y agregó: “La altura del río en Rosario se encuentra muy debajo de los 2,47 metros que obligan al dragador a realizar su trabajo de profundización”.

A modo de ejemplo, Wade dijo que en un buque Panamax, como consecuencia de la bajante, se están perdiendo unas 4.600 toneladas de carga, mientras que un Handymax se pierden de cargar casi 4.000 toneladas. Además recordó que se llegó a perder un 26% de la carga y desde junio del presente año no se está dragando en la zona del Paraná inferior. “Ahora que empezó a levantar el río va a dejar más sedimentos, y en algún momento se van a empezar a tapar los pasos críticos. Es fundamental que vuelvan las dragas a trabajar”, comentó Guillermo Wade.

Por último, Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, señaló que la crisis que se desató en Paraguay por la bajante ya pasó su peor momento y está lentamente mejorando la situación, y además dijo: “Todo este proceso lleva tiempo, ya que primero llueve en las vertientes, luego se llenan los esteros y los pantanales, y después recién el agua empieza a drenar y empieza a mejorar. Esta época empieza a llover en el norte, y la duda es cuántos milímetros caerán y cómo revertimos esta situación más a largo plazo o si vamos a tener otro año complejo en el período de bajante que que arranca pasado el otoño”.

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