Los números del campo en medio de un nuevo momento de tensión con el Gobierno: la cosecha generará USD 46.900 millones

Son estimaciones de la Fundación Mediterránea. La apuesta es producir más en un contexto de buenos precios internacionales y expectativa por la situación climática. El maíz será nuevamente un cultivo de alta relevancia en el ciclo agrícola

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Las exportaciones de la presente campaña agrícola superarían los 35 mil millones de dólares. REUTERS/Jorge Adorno
Las exportaciones de la presente campaña agrícola superarían los 35 mil millones de dólares. REUTERS/Jorge Adorno

Las apuestas para el 2022 en el campo están puestas en producir más apoyados en la oportunidad que ofrecerá el clima y también los buenos precios internacionales. Así lo indicó el último informe sectorial elaborado por el economista del IERAL – Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, quien destacó, entre otras cuestiones, las buenas perspectivas de cobertura agrícola que ofrecen tanto las distintas bolsas de cereales y también avizora el propio Ministerio de Agricultura de la Nación.

Más allá de toda política gubernamental, el economista consideró que durante el ciclo agrícola 2021-22, la intención de los productores es mantener e incluso ampliar la superficie agrícola total que se destina a cultivos intensivos de verano, como cereales y oleaginosas, donde tendrá un gran protagonismo el maíz, cuya producción seguirá creciendo y ganando tierras en el mano a mano que mantiene con la soja. Además se destacó el buen arranque de los cultivos de invierno (entre 2 y 3 millones de toneladas más de trigo).

Las exportaciones de granos y derivados industriales serían prácticamente similares a las de este año, y alcanzarían los 37 mil millones de dólares

Los números llegan luego de una semana movida para el campo y su relación con el Gobierno, con menos cepo a la carne, un anuncio oficial sobre el proyecto de ley de promoción agroindustrial que generó alguna grieta entre los ruralista y malestar por una frase del ministro Julián Domínguez.

En lo relacionado a los cultivos de verano, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta una siembra de maíz de 7,1 millones de hectáreas, casi un 8% de aumento en relación al ciclo anterior. También se prevé un aumento del área sembrada con sorgo (de 0,9 a 1,0 millón de hectáreas) y girasol (1,4 a 1,6 millones de hectáreas), mientras que la soja ajustaría tierras, bajando de 16,9 millones de hectáreas a 16,5 millones.

El maíz se transformará nuevamente en un cultlvo que se destacará por aumento de siembra y producción. REUTERS/Paulo Whitaker.
El maíz se transformará nuevamente en un cultlvo que se destacará por aumento de siembra y producción. REUTERS/Paulo Whitaker.

Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario estima unas 600 mil hectáreas adicionales de maíz en este nuevo ciclo, pasando de 7,3 a 7,9 millones de hectáreas y una pérdida de unas 700 mil hectáreas en soja (de 6,9 millones a 16,2 millones). Por último, el informe de estimaciones agrícolas del Ministerio de Agricultura también prevé un crecimiento del área sembrada con maíz (+4,1%), del sorgo (+2%), del girasol (+6%) y una baja del 2% en la superficie que se destinaría a la soja. En el consolidado el organismo público también prevé un leve aumento de la superficie total implantada.

En el terreno de las proyecciones de producción total del actual ciclo agrícola, las mismas se ubican en 135 millones de toneladas para los seis cultivos principales que se realizan en la Argentina y con un nivel de precios internacionales un 5% debajo de la campaña anterior. A partir de esto, se estima que el valor de la cosecha se estaría ubicando en 46.900 millones de dólares, que representaría en caso de cumplirse la estimaciones en una caída del 2,3% interanual, mientras que las exportaciones de granos y derivados industriales serían prácticamente similares a las de este año, y alcanzarían los 37 mil millones de dólares.

Aunque se considera que el resultado final de la campaña “dependerá del clima”, desde el IERAL se destacó el ánimo a favor del cereal no solo está dado por un importante diferencial de derechos de exportación, sino también por la construcción de un escenario que puede ubicar a los precios internacionales de los principales commodities agrícolas durante el 2022 en niveles similares o un escalón levemente por debajo de los valores vistos en el presente año.

Precios

Atento a los valores refrendados por las pizarras de la Bolsa de Chicago, en el último año se registraron subas significativas para el maíz y la soja que aún en el corto plazo se muestran como tentadores para el agricultor argentino. En el caso de la soja, con un valor hoy que ronda los 475 dólares por tonelada, el poroto ofrece una suba interanual del 30%. Para el maíz, con un precio de 212 dólares por tonelada en el mercado mundial, el porcentaje de incremento registrado en el último año es de casi un 50%. Si bien en mayo pasado, el maíz tocó los 300 dólares la tonelada, a la fecha el precio está 68 dólares por debajo de ese pico.

Según el informe de Juan Manuel Garzón, “en cuanto a los precios internacionales, los escenarios hoy más probables son aquellos que cuentan con valores medios similares a los del ciclo previo o en un escalón levemente por debajo de este año, en menos 5% a menos 10%. Hasta el momento, no hay argumentos para pensar en un nuevo rally alcista de los precios de las materias primas agrícolas”.

Y concluyó: “Si los países de Sudamérica, Brasil y Argentina básicamente –refirió el estudio–, logran rindes normales en sus respectivas campañas (por verse, dado el riesgo clima), la relativa buena producción de Estados Unidos (ya prácticamente definida en números) y cierto amesetamiento de la demanda China podrían disminuir la presión sobre el abastecimiento global, permitiendo cierto relajamiento en los precios”.

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