Referentes del Consejo Agroindustrial dijeron que el proyecto del Gobierno “es un primer paso” y reclamaron medidas que mejoren la competitividad del campo

La presentación del proyecto de desarrollo agroindustrial que realizó ayer el Gobierno durante un acto en el Museo del Bicentenario en Casa Rosada, contó con la presencia de varios integrantes de la cadena agroindustrial, quienes desde el Consejo Agroindustrial Argentino realizaron un gran aporte durante el último año y medio para que esta iniciativa se transforme en realidad y ahora sea enviada al Congreso de la Nación, en la búsqueda de un aumento de las exportaciones y el nivel de empleo. En todo ese tiempo, el oficialismo, gobernadores y sectores de la oposición, brindaron su apoyo, algo que podría facilitar el tratamiento de la propuesta en el ámbito legislativo.

Al ser consultados por este medio, cada uno de los asistentes al acto oficial en representación del Consejo comentaron que el proyecto es un primer paso y que no soluciona los problemas que hoy enfrenta el sector, como por ejemplo la elevada presión impositiva a través de los derechos de exportación. Además señalaron que ahora habrá que defender en el congreso la propuesta, para que sea aprobada rápidamente. En la previa de la presentación, surgieron críticas desde la Mesa de Enlace al anuncio del Gobierno, ya que consideraron que el mismo debería contemplar otros aspectos como la baja de los derechos de exportación hasta su eliminación definitiva y la unificación del tipo de cambio, entre otros.

En su discurso, el titular de la cartera agropecuaria, Julián Domínguez, sostuvo que la ley implica un impulso a la industrialización a través de incrementar el valor agregado en origen, incorporando tecnologías de última generación. Pero también realizará un aporte para el fomento de nuevas inversiones en las diferentes cadenas de valor, y la promoción del empleo decente, con el compromiso del sector de generar 700.000 nuevos puestos directo e indirecto de empleo decente para el 2030. Entre los objetivos específicos que plantea el proyecto, según dijo el ministro, se encuentran alcanzar los 100.000 millones de dólares de exportación y la meta de 200 millones de toneladas de cereales, oleaginosas y legumbres en el 2030.

Más allá de la explicación del alcance del proyecto, la frase de Julián Domínguez que generó malestar en el ámbito agropecuario, fue cuando mencionó al trigo, el maíz y la carne como bienes culturales, y que había que controlar sus respectivos saldos exportables. En tiempos de gestión de Alberto Fernández donde a fines del año pasado hubo cierre de exportaciones de maíz y en mayo pasado sucedió lo mismo con la carne y donde continúa dicha intervención oficial hasta el momento, las afirmaciones del funcionario generaron incertidumbre, aunque luego de su discurso y en un encuentro con la prensa afirmó: “No tomaremos decisiones arbitrarias y caprichosas”.

Una vez que se oficializó el envío del proyecto al Congreso, los integrantes del Consejo Agroindustrial Argentino se pronunciaron en un comunicado a favor de la proponer “políticas integrales que incentiven una mayor producción y que permitan mantener la recaudación impositiva con alícuotas más bajas; estrategias eficientes en logística y conectividad, así como una política ambiental y educativa que promueva el desarrollo de un sistema agroalimentario y forestal sustentable, con el objetivo de crecer en volumen de exportación con mayor valor agregado, abasteciendo el mercado interno y generando nuevos puestos de trabajo de calidad en el interior del país”.

Opiniones

Tras el acto en Casa de Gobierno, el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y Vocero del Consejo Agroindustrial, José Martins, dijo a este medio, tras el acto en la Rosada: “Hemos dado el primer paso que es lograr instalar en la política la importancia de la agroindustria en la Argentina. Claramente no será una ley que solucione los problemas de la agroindustria ni de la Nación, pero será un estímulo importante para un sector que está con ganas y dispuesto a invertir, y que evidentemente en estas condiciones puede aportar empleo, divisas y mayor exportación. Ahora está en nosotros seguir trabajando con la política y lograr que todo el paquete de medidas que tiene el Consejo Agroindustrial podamos seguir convenciendo para que sea promulgado por ley, por decreto o por el instrumento que decida el Poder Ejecutivo”.

Y agregó: “Yo lo que valoro de todo esto es que la iniciativa que hace un año y medio que veníamos trabajando y que parecía frenada, ahora tomó estímulo. Ojalá que sea el puntapié para seguir trabajando con el resto de las propuestas que planteamos. Soy muy respetuoso de las posiciones de algunos dirigentes. Siempre dijimos que el Consejo está para realizar propuestas de políticas de mediano y largo plazo. Este proyecto que presentó el Gobierno fue producto del trabajo de equipos técnicos de absolutamente todas las entidades que están en el Consejo. Después cada uno como entidad gremial puede tomar el camino que quiera”.

Por su parte, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), coincidió con el Vocero del Consejo en que el proyecto del Gobierno es un primer paso y además señaló que durante el debate en el Congreso se podrían sumar a la iniciativa beneficios para las economías regionales y también alguna medida relacionada a la vivienda rural. Sobre aquellos aspectos que faltan en el proyecto y que son demandados por la Mesa de Enlace, Idígoras habló con Infobae sobre los derechos de exportación: “Hemos negociado con el Gobierno hasta último momento la inclusión de la problemática en la ley y lamentablemente no lo hemos conseguido, ya que los funcionarios hablan del elevado déficit fiscal y el ingreso que tiene el Estado de manera segura son los 10.000 millones de dólares de derechos de exportación. Pero si los funcionarios aceptaron trabajar sobre la situación de las economías regionales, donde en el corto plazo la idea es eliminar los derechos de exportación y ese es nuestro objetivo en los próximos meses para conseguir ese beneficio”.

Otra de las opiniones de integrantes del Consejo Agroindustrial Argentina, fue la de Diego Cifarelli, Presidente de la Federación de la Industria Molinera (FAIM), quien también resaltó que lo anunciado ayer por el Gobierno es solamente una parte del proyecto global del cual se está trabajando desde el año pasado y reclamó una iniciativa oficial que englobe a toda la realidad de la cadena agroindustrial, “sobre todo que tenga certezas para el futuro y en eso es inevitable no hablar de los derechos de exportación. Celebro el paso que hemos dado, pero está claro que vamos a plantear para conseguir más beneficios como más previsibilidad en las exportaciones, y que tienen mucha capacidad ociosa y la molinería es un claro testigo de esa situación, además de hablar de los costos logísticos, pero también en capacitación y educación, porque tenemos que capacitar gente para que toda explosión que ojalá se consiga de nuevos puestos de trabajo, requiere de personal idóneo al frente de cada uno de los puestos de trabajo”, precisó.

El efecto elecciones

Tras la derrota electoral en las elecciones primarias de septiembre pasado, el Gobierno busca acercarse al sector agropecuario. En una semana anunció la flexibilización de las exportaciones de carne vacuna, una mejora en el acceso al financiamiento y el envío al Congreso de un proyecto de ley para el desarrollo agroindustrial. Sin embargo, la dirigencia de la Mesa de Enlace mantiene cautela frente a este accionar del oficialismo y sigue reclamando soluciones a los problemas de competitividad que afectan al campo.

Dardo Chiesa, Coordinador de la Mesa de las Carnes, dijo ayer tras el acto de presentación del proyecto de desarrollo agroindustrial en Casa Rosada, que “el Gobierno entendió a través de las urnas que la sociedad estaba requiriendo otra cosa y se está reacomodando la manera de actuar. Me parece que en el oficialismo copiaron el mensaje que dejaron las elecciones”. A todo esto, el titular de la cartera agropecuaria, Julián Domínguez, aseguró “el Presidente nos encomendó retomar el diálogo como plataforma social para crecer”.

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