Julián Domínguez asumió ayer como nuevo ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación en medio del conflicto entre el Gobierno de Alberto Fernández y el campo por las restricciones a las exportaciones de carne vacuna. Su primer desafío como integrante del gabinete nacional será descomprimir la situación y hacer lugar al pedido de la cadena de ganados y carnes de eliminar la medida que está afectando su actividad.
Ayer tras su juramento el reclamo llegó al flamante ministro. Tanto Elbio Laucirica, presidente interino de Coninagro, como José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos y vocero del Consejo Agroindustrial Argentino, expresaron a Domínguez el agradecimiento por la invitación a participar de la asunción, auguraron una buena gestión y reiteraron el pedido de liberar totalmente las exportaciones de carne vacuna. “Sería una buena manera de iniciar la gestión”, señalaron los dirigentes a este medio tras el acto en el Museo del Bicentenario, en Casa Rosada.
Una de las primeras actividades que realizará hoy el titular de la cartera agropecuaria, será a las 8:30 en la inauguración del Seminario Virtual organizado por la Asociación de la Cadena de la Soja, entidad que preside Luis Zubizarreta. Y en relación a la problemática de la carne vacuna, Julián Domínguez se reunirá a las 10hs con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Mientras tanto, la Mesa de Enlace que se reunirá la semana que viene con Domínguez, ratificó su plan de lucha lanzado días atrás en Santa Fe. “El plan de lucha lo seguimos sosteniendo porque no tenemos ningún indicio de lo que van a ser las políticas de Estado. Tenemos expectativas que con este cambio se nos convoque. Estamos charlando mandar un escrito al nuevo ministro para pedir que se restituya lo que falta de las exportaciones: los cambios de funcionarios no garantizan cambios en las políticas”, dijo el titular de Confederaciones Rural Argentinas (CRA), Jorge Chemes.
Según confirmaron a este medio desde las entidades agropecuarias, Domínguez solicitó a los presidentes de las mismas que designen un funcionario técnico para empezar a diseñar junto a representantes de la cartera agropecuaria cuáles son las prioridades del sector, donde el tema de la exportación de carne vacuna ocupa un lugar central. Al término de la jura, la Federación Agraria Argentina emitió un comunicado donde auguró una buena gestión al funcionario y pidió que que se atienda la problemática de los pequeños y medianos productores.
“Esperamos que durante su gestión se pueda avanzar en tantas cuestiones pendientes, que signan la vida diaria de los federados de todo el país. En lo urgente, sin dudas, que se pueda revertir la errada política aplicada en relación con las limitaciones de exportaciones ganaderas, para revertir las graves consecuencias que ésta tiene en los productores más chicos y en las economías regionales”, manifestaron desde la entidad que preside Carlos Achetoni.
Pero además de resolver la problemática de la carne vacuna, el nuevo ministro de Agricultura tendrá que dar respuesta a los principales reclamos del sector, que están relacionados al ordenamiento de la macroeconomía, entre los que se encuentran:
- Gestión con poder de decisión
“Julián Domínguez siempre fue un hombre de un ministerio de puertas abiertas y de diálogo. Si no cambia la característica del Gobierno hacia el sector, me parece que el cambio de ministro no arregla nada. La nueva gestión tiene que tener una independencia clara, que hasta el momento no se ha conseguido”. Así lo expresó el titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, Horacio Salaverri.
Para el sector agropecuario esta es la clave. Los dirigentes consultados por este medio en las últimas señalaron que será fundamental para encauzar la relación con el Gobierno, que la política oficial hacia el sector cambie y que el nuevo funcionario tenga poder de decisión, algo que no ocurrió con la gestión de Luis Basterra y sucedió en tiempos de Mauricio Macri, donde las decisiones se tomaban en otros ámbitos y no en la cartera agropecuaria.
“Lo importante es que haya un cambio real de actitud del Gobierno, principalmente sobre el campo, y que al nuevo ministro lo dejen tomar las decisiones adecuadas. Hemos visto muchas veces una muy buena predisposición de los ministros y entendimientos con ellos sobre las posiciones que teníamos nosotros, como en el caso del cierre de las exportaciones, pero luego las decisiones se tomaban en otros ámbitos y con otro sentido”, dijo Elbio Laucirica, presidente interno de Coninagro.
Por otro lado, los representantes de los productores agropecuarios reclamaron al nuevo ministro que la relación con el Gobierno sea en base de la búsqueda de los acuerdos y contemplar al sector como un aliado, y dejar de lado la confrontación, que según comentaron los dirigentes, ha planteado desde hace tiempo el ala dura del kirchnerismo.
- Garantizar reglas claras de juego
Los sectores del campo y la agroindustria expresaron en más de una oportunidad que la Argentina está frente a la oportunidad de aumentar la producción, que derivará en asegurar el abastecimiento interno y dejar de la lado las tensiones para aumentar el empleo y la generación de divisas.
Para que el país pueda aprovechar dicha oportunidad, desde el Consejo Agroindustrial Argentino manifestaron que “es imprescindible establecer un marco de reglas de juego claras, sostenibles en el tiempo, que nos pongan a resguardo de disrupciones, restricciones o prohibiciones en los procesos comerciales internos y/o flujos de exportación”.
- Bajar la carga tributaria
Es uno de los principales reclamos del campo y la agroindustria, ya que consideran que afecta a los sectores más vulnerables, como los pequeños y medianos productores.
Ayer, en un comunicado, el Consejo Agroindustrial reclamó la apertura de la discusión de la reducción paulatina de la carga tributaria para las economías pampeanas, pronta eliminación de derechos de exportación para las economías regionales en aquellas posiciones arancelarias que aún están pendientes, y la actualización de la detracción especial para contribuciones patronales e incorporación de nuevas actividades (mínimo no imponible) para las economías agroindustriales regionales.
Además, en el sector agropecuario siguen con atención el tratamiento del proyecto de Presupuesto del año próximo, ya que el Gobierno tiene la intención de prorrogar hasta el 31 de diciembre de 2024 el otorgamiento de las facultades al presidente Alberto Fernández para modificar las alícuotas de los derechos de exportación. La buena noticia es que el proyecto de Presupuesto 2022 no contempla un incremento de derechos de exportación, dado que por ese concepto proyecta una recaudación de 1.134.621 millones de pesos, una cifra nominal 21,5% mayor a la que se registraría en 2021, fundamentalmente por precios internacionales más bajos de los principales productos agroindustriales exportados por la Argentina.
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