El presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo se reunieron este mediodía en la Residencia de Olivos para monitorear los mercados tras el pago de los bonos en moneda extranjera que hizo el Gobierno y para trazar las primeras medidas del plan económico de este año, que la próxima semana ya podría tener novedades sobre el tipo de cambio.
“Súper jornada de trabajo con el presidente Javier Milei en Olivos! Economía a full, análisis de las medidas a futuro, y entrañas de almuerzo. ¿Qué más? Este regalazo dedicado!”, escribió en su cuenta de X el jefe del Palacio de Hacienda y adjuntó tres fotos: una selfie con el jefe de Estado y dos del libro Monopolio y competencia, del economista Murray Rothbard, uno de los referentes principales de Milei y que hasta dio nombre a uno de sus cuatro perros mastines que viven en la quinta presidencial.
Caputo volvió de sus vacaciones en Villa La Angostura el viernes pasado y todavía no había tenido reuniones presenciales con el jefe de Estado hasta este mediodía. El equipo económico supervisó la respuesta de los mercados al pago de los títulos públicos por algo más de USD 4.300 millones a tenedores locales y del exterior. “Dicen que lo prometido es deuda… en este caso, pagada!”, tuiteó más temprano el secretario de Finanzas Pablo Quirno.
El equipo económico supervisó la respuesta de los mercados al pago de los títulos públicos por algo más de USD 4.300 millones a tenedores locales y del exterior
Luego del almuerzo, también a través de X, el presidente confirmó que el Gobierno está a las puertas de un cambio central en el esquema cambiario. “Si el martes el IPC sale en la zona del 2,5 % el Gob adelantó que bajará el crawl a 1% mensual”, posteó el banquero Juan Nápoli, ex candidato de La Libertad Avanza en 2023. “Yes”, replicó Milei.
Precisamente la inflación minorista será la primera variable clave a monitorear en el principio del segundo año de mandato libertario. Será importante observar si el IPC de diciembre, que se publicará a mediados de enero, mantiene un comportamiento similar al de noviembre. De confirmarse, el aumento de precios habría acumulado tres meses en niveles compatibles con el crawling peg vigente (2% mensual desde hace un año), lo que podría permitir un reajuste en el esquema.
La idea es que, tras publicarse el dato de inflación de diciembre el martes próximo, o bien a partir de febrero, el dólar oficial comience a moverse a un ritmo de 1% mensual. En ese marco, el Gobierno podría optar por esperar un trimestre para que los precios de los bienes, que representan cerca del 70% de la canasta del IPC, se ajusten a esa tasa antes de eliminar el crawling peg y fijar el tipo de cambio. Esta es una de las alternativas consideradas, aunque en el mercado se especula que con un dólar nominalmente estable, esquemas como el dólar blend o los controles cambiarios perderían relevancia.
El dólar blend, en particular, es uno de los elementos del esquema cambiario que, según economistas, desaparecería primero. Un análisis de Equilibra como balance de 2024 señala que, en cualquiera de los dos escenarios proyectados para 2025, el blend dejará de aplicarse. “(El Gobierno) utiliza una parte de los dólares que antes destinaba al CCL para intervenir en los mercados de dólares alternativos y reducir la brecha”, explicó Equilibra.
De confirmarse un IPC cercano a 2,5% para diciembre, el aumento de precios habría acumulado tres meses en niveles compatibles con el crawling peg vigente de 2% mensual y daría paso a una devaluación más lenta
El resto de las cuestiones del plan económico también estuvieron en la mesa de análisis en Olivos. Uno de los más esperados por el mercado es el sendero de baja de impuestos. Para que la Casa Rosada avance en una reducción significativa de la presión tributaria, deberían cumplirse varias condiciones previamente. Una estimación oficial preliminar indica que el Poder Ejecutivo podría obtener un incremento en la recaudación tributaria equivalente a más de 1 punto del PBI este año si el repunte de la actividad económica se alinea con las proyecciones del equipo económico.
Esta proyección se incluye en los cálculos del equipo económico. Según sus estimaciones, 2024 habría cerrado con un resultado fiscal mejor al previsto, lo que ofrecería un punto de partida más sólido para 2025. Por ejemplo, Economía ya adelantó que el superávit financiero -que incluye intereses de deuda- sería de 0,3% del PBI cuando se publiquen los datos finales.
Para 2025, el Palacio de Hacienda maneja una estimación preliminar de un crecimiento del Producto Bruto Interno del 5%, el escenario proyectado por el Gobierno, que podría generar una recaudación tributaria adicional de hasta 1,2 puntos del PBI. Sin embargo, el consenso del mercado, reflejado en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), prevé una expansión del PBI más cercana al 4,5 por ciento. Este excedente fiscal abriría la posibilidad de reducir impuestos, aunque la estrategia específica aún no está definida.