Los últimos meses del 2024 comenzaron a mostrar un tibio cambio de tendencia en el consumo masivo. Si bien cuando se comparaba con el año anterior las caídas seguían siendo estrepitosas (fue la etapa de elevada inflación, “plan platita” e inminente devaluación), las ventas empezaron a mostrar en octubre cifras algo más alentadoras versus el mes anterior. Tanto es así que en noviembre crecieron 1,5% versus octubre, según el último informe de la consultora Scentia.
Esta tendencia ascendente se mantuvo durante diciembre, con el condimento extra de que se trata del mes de mayor venta del año en los supermercados por las Fiestas, y podría continuar durante el 2025. De todos modos, si la comparación se realiza contra diciembre del 2023, la caída permaneció en niveles importantes.
Aunque todavía no están los datos oficiales, información preliminar de Scentia indica que las ventas durante el último mes del año en las grandes cadenas habría mostrado una baja en torno al 18% interanual, cifra que refleja, pese a ser elevada, una desaceleración frente a la de los meses previos, cuando las contracciones oscilaron entre 20 y 22 por ciento. Septiembre fue el peor mes en términos estadísticos, ya que coincidió con el inicio del “plan platita” del gobierno anterior, por lo que la merma fue del 22,3% interanual.
De concretarse ese número –ya que aún resta saber qué sucedió con los autoservicios, que también son parte de la medición–, el 2024 habría cerrado con una contracción del consumo masivo en torno al 15%, una cifra que muestra las enormes dificultades que tuvo el sector para impulsar ventas en un año marcado por el ajuste del gasto y la recomposición de los precios relativos. Ni los agresivos descuentos de las propias cadenas ni los impulsados por los bancos y billeteras digitales lograron revertir el dramático escenario para el retail.
Pero la tendencia cambió y de a poco las cadenas, minoristas y mayoristas, además de los almacenes y autoservicios, comienzan a observar un crecimiento suave de la demanda, apalancado no sólo por las promociones sino por una inflación que sigue en descenso, especialmente en el sector de alimentos y bebidas. En noviembre -último dato disponible-, la suba de precios en el rubro fue de 0,9%; fue el que menos subió de los que mide el IPC. Y en diciembre la inflación general se habría ubicado en línea con la del mes anterior, según los privados. Ello ayudó a que los salarios reales recuperen terreno.
Qué rubros fueron más afectados en el año
Hasta noviembre, la caída acumulada de las ventas era del 13,5% y los rubros más golpeados eran las bebidas, con y sin alcohol, y los impulsivos, entre los que se incluyen las golosinas. Las bebidas alcohólicas acumulaban una merma del 19,2%; los impulsivos, de 18,6%; las bebidas sin alcohol, 17,5%; y los productos de higiene y cosmética, de 16,6%. Luego le seguían los artículos de limpieza de ropa y hogar, con una contracción a noviembre del 13,2%; los alimentos de desayuno y merienda, del 12,3%; y luego los rubros de alimentación y los perecederos, con caídas acumuladas del 9,1% y 8,7%, respectivamente. Diciembre sumará unos puntos más de caída, pero rondará los 15 puntos, según fuentes de la consultora.
Hacia adelante, las perspectivas son alentadoras pero cautelosas al mismo tiempo. En el sector no dudan de que este 2025 mostrará recuperación en las ventas, pero las proyecciones indican que podrían crecer entre 3% y 4%, por lo que no se espera que se recupere lo perdido el año pasado. Eso llevará dos o tres años, creen en el supermercadismo.
“Pensando en el 2025, si bien es cierto que hay algo de recuperación salarial y hay una importante desaceleración de la inflación, esperamos tener una perspectiva diferente. Tampoco pensamos que el consumo va a crecer en gran medida, pero seguramente sí termine un año positivo, que en primera instancia podría estar en orden cercano al 3% respecto del 2024″, había afirmado a Infobae semanas atrás el titular de Scentia, Osvaldo del Río.
Sobre el 2024, había planteado que “el antecedente más cercano se ubica entre 2002 y 2003, donde motivado por la crisis de aquellos años, el consumo se había retraído en orden del 10% también”.