Los bonos soberanos Globales y Bonares, con un precio promedio cercano a USD 73, alcanzaron su cotización más alta desde la salida al mercado, una tendencia que se correlaciona con el descenso del riesgo país, ahora debajo de los 600 puntos básicos por primera vez desde agosto de 2018, con un renovado interés inversor que dispara los precios de los activos a un récord con el sustento de una economía en franca recuperación.
Este referente financiero elaborado por el banco estadounidense JP Morgan cayó este lunes a los 571 puntos básicos desde las 609 unidades del cierre de los mercados del viernes último, informó Reuters. Se trata del nivel de riesgo país más bajo desde el 31 de julio de 2018 (558 unidades).
De la mano de un constante equilibrio fiscal e inflación descendente por la instrumentación de una dura política ortodoxa del Gobierno libertario de Javier Milei, Argentina aguarda por un nuevo acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional) por el préstamo de 44.000 millones de dólares acordado en 2018 y una potencial llegada de fondos frescos.
Los agentes bursátiles observan la capacidad de pago del Gobierno argentino de los vencimientos de capital e intereses, y la convicción de la administración de Javier Milei en defender el superávit de las cuentas públicas.
En diciembre, el Tesoro nacional dispuso a tal efecto aprovechar la liquidez en pesos del superávit fiscal para pasar a divisas parte de sus depósitos, para totalizar ahora depósitos por USD 5.698 millones, muestra de solvencia de las arcas públicas para honrar la deuda. Según consultoras, esta cifra será suficiente para afrontar los pagos del primer mes del año, y le permite ya tener cubierta la mayor parte de los pagos previstos para el 9 de julio.
Otro dato que da bases a la solvencia del Gobierno es que el Ministerio de Economía informó el jueves que la recaudación de impuestos aumentó un 205,6% en el 2024 respecto al año anterior -unos 80 puntos por encima de la inflación-, luego de registrar un alza interanual del 119,8% en diciembre del año pasado.
Además, como consecuencia de una operación de REPO con bancos internacionales por USD 1.000 millones más las compras oficiales, en la semana las reservas internacionales brutas de Banco Central crecieron en USD 1.250 millones, a USD 32.774 millones, para quedar muy cerca del nivel máximo alcanzado en la era Milei, de USD 32.886 millones del 20 de diciembre.
La entidad monetaria absorbió USD 230 millones en la semana pasada por su intervención en la plaza mayorista, una cifra a destacar pues hubo solo tres ruedas operativas debido al receso de martes y miércoles por las fiestas de fin de año.
Tras un cierre de año con excepcionales ganancias para acciones y bonos argentinos, el inicio del 2025 augura una tónica sostenida para las valuaciones, reflejo de la confianza inversora en el futuro económico de la Argentina. Los activos mantienen firme la demanda por fundamentos propios, dado que en las últimas ruedas no se observó impulso por la tendencia de Wall Street de incluso evitaron la toma de ganancias frente a eventuales presiones externas.
Un informe de la consultora Suramericana Visión, el “think tank” del ex ministro de Economía Martín Guzmán, hizo foco en el nivel de la deuda, vencimientos y capacidad de pago del Gobierno y concluyó que “aún sin acceso al mercado de crédito internacional, en 2025 Argentina tiene capacidad para hacer frente a los vencimientos de deuda en moneda extranjera”.
“Este año vencen casi USD 25.000 millones entre el Estado Nacional, el BCRA, provincias y empresas, y si bien una parte provendría de nuevos créditos a las firmas, no alcanzarían para cubrir todo. Más aún en un escenario de recuperación de la actividad tirada por apreciación cambiaria, donde el déficit de cuenta corriente se incrementaría en lugar de atenuarse. Así, no solo la salida del cepo luce compleja si no hay financiamiento externo para el sector público, sino también reproducir la bonanza cambiaria de 2024″, indicó un informe de la gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia.