Dólar 2025: en busca de un acuerdo con el FMI y “roll over” de deuda para administrar la salida del cepo

Los analistas esperan para este año mayor demanda de divisas, aunque se mantendría la apreciación real del peso. Vencen bonos públicos y privados por USD 25.000 millones

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Las cuentas del BCRA afrontan
Las cuentas del BCRA afrontan desafíos en el año electoral, aunque se descarta una devaluación (Imagen Ilustrativa Infobae)

El Gobierno de Javier Milei viene de obtener importantes éxitos en el terreno económico el año pasado, con una inflación en franco descenso desde un tope en más de tres décadas (289,4% anual en abril de 2024) y un dólar estabilizado en todas las franjas de mercado, una herramienta efectiva para limitar cualquier avance de los precios.

Con esa basa consistente, el 2025 ofrece nuevos desafíos para estabilizar las variables.

Vencimientos de deuda pública y privada en moneda extranjera y recuperación de la demanda de dólares para importaciones someterán a presión a las reservas del Banco Central, todavía negativas en el cálculo neto -al excluir préstamos, depósitos privados y pagos de deuda de corto plazo-.

Los analistas avanzan en esta cuestión. Algunas proyecciones descartan un levantamiento del “cepo” cambiario antes de las elecciones de medio término en octubre, descuentan una reducción del “crawling peg” o devaluación oficial a 1% mensual, a la vez que convalidan la idea de buscar un pronto acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para garantizar una transición ordenada hacia la liberación de la operatoria cambiaria.

En la actualidad, este stock está por debajo de los USD 32.000 millones, por lo que el ‘tipo de cambio de equilibrio’ de 2025 sería, ex ante, superior al de 2024. En el último cuatrimestre, la emisión de Obligaciones Negociables de empresas aportó más de USD 6.000 millones a las reservas, y si bien el año que viene sumaría otro tanto, no alcanzaría para cubrir los vencimientos totales”, evaluó un informe de la gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia.

“En 2025, la demanda de dólares será mayor que en 2024: a la apreciación cambiaria y cierto rebote de la demanda interna se sumarán mayores pagos de deuda, que rozarían los USD 25.000 millones (más del 75% de las reservas brutas) entre el Estado Nacional y el Banco Central, más provincias y empresas. Una parte podría cubrirse con fondos frescos de las firmas, como se hizo en los últimos meses, pero no ‘alcanzaría para todo’. ¿La vuelta a los mercados será antes que la salida del cepo?”, destacó el informe del Banco Provincia.

El último REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) que confecciona el BCRA en base a análisis de consultoras, indicó que el consenso ubica a la inflación esperada a doce meses en el 27,6%, congruente con una inflación mensual alrededor del 2 por ciento.

Fuente: Gerencia de Estudios Económicos
Fuente: Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia

Para 2025 el Banco Central adelantó lo que serán sus objetivos de política monetaria, para alcanzar un tipo de cambio más flexible y facilitar la competencia de monedas, con una depreciación mensual más acotada (crawling peg de 1% mensual) y acorde a la reducción en los niveles inflacionarios.

Al respecto, el REM del BCRA indicó que “para diciembre de 2025 el conjunto de participantes pronostica un tipo de cambio nominal de $1.250 por dólar”. La variación interanual implícita se ubica así $218 o 21,1% por encima del dólar mayorista del cierre de 2024, en los 1.032 pesos. De darse así, este año profundizaría la “apreciación” real del peso debido a una tasa de devaluación inferior a la de la inflación.

Los expertos de Max Capital observaron que “el Gobierno sigue comprometido con su estrategia cambiaria, a pesar de las recientes presiones sobre el mercado de cambios oficial y el paralelo (”contado con liquidación”). El MULC ha estado bajo presión debido a la demanda acumulada de los importadores, lo que llevó al Banco Central a vender reservas, con una venta de USD 800 millones la semana pasada, después de compras continuas desde septiembre. En el caso del mercado paralelo, los volúmenes operados en el mercado local sugieren que las intervenciones se desaceleraron desde el pico del 18 de diciembre, aunque continuaron a menor escala, probablemente como una señal”.

“No esperamos que el Gobierno cambie su política cambiaria, ya que considera que las presiones actuales son parte de la demanda acumulada y la estacionalidad. La inflación de diciembre podría estar por debajo del 2%, y el Gobierno reduciría la tasa del crawling al 1% para la segunda parte de enero. Según el Presidente, una vez que la inflación se estabilice alrededor del 1%, el tipo de cambio flotaría para las transacciones corrientes en el mercado oficial, extendiendo las restricciones cambiarias hasta que un acuerdo con el FMI brinde apoyo para enfrentar la posible demanda acumulada de dividendos no transferidos y deuda comercial”, adelantaron desde Max Capital.

“Las expectativas se concentran no sólo en continuar consolidando los avances fiscales y monetarios, así como la calma cambiaria, sino también en lograr un acuerdo con el FMI que aporte fondos frescos para la salida del cepo, extender el proceso de desinflación y seguir atrayendo inversiones privadas, en busca de que todo redunde en un fuerte repunte de la actividad”, dijo el economista Gustavo Ber.

“Entramos en la Fase 3 del plan monetario, esto implica competencia de monedas y salida del cepo. Si bien del cepo se va a salir por gradual, un acuerdo con el FMI y llegada de fondos frescos puede acelerar el proceso, pero nada de esto podríamos proyectarlo para antes de abril 2025″, aportó el analista Salvador Di Stefano.

“El Gobierno busca salir del cepo de manera paulatina, quitando poco a poco los controles cambiarios, continuará en la búsqueda para unificar el valor del dólar en 2025. Lo que no se sabe es si esto va a suceder antes o después de las elecciones. Otro requisito para salir del cepo es fortalecer la reservas del Banco Central”, resumieron los expertos de Rava Bursátil.

Para la consultora Vatnet, “la única forma de reforzar la seguridad del esquema actual a largo plazo frente a eventuales perturbaciones internas o externas sería acumular reservas netas”.

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