El Banco Central de la República Argentina (BCRA) tiene en carpeta buscar este mes un nuevo acuerdo REPO con bancos internacionales, luego de que la semana pasada informara que tomó financiamiento por USD 1.000 millones a través de ese mecanismo. Se trata de una posibilidad de la que ya están al tanto entre las entidades que participaron de la última subasta y otras que podrían sumarse en esta oportunidad, según reconstruyó Infobae.
La entidad que preside Santiago Bausili tiene pensado utilizar como collateral -garantía- en la operación Bopreales, pero esta vez buscará conseguir una tasa de interés menor a la que se adjudicó en la licitación abierta en diciembre. Confían en que esa posibilidad llegará de la mano de una mejora en las condiciones financieras y permitirá sumar liquidez o “poder de fuego” a las todavía escasas reservas del BCRA.
Por caso, el Riesgo País de la Argentina perforó los 600 puntos básicos en las últimas horas. Se trata del nivel más bajo para este indicador desde agosto de 2018, lo que deja cada vez más cerca al país de volver a los mercados voluntarios de deuda. El BCRA evaluará cuántos fondos podría colocar en una nueva licitación en base a la relación entre monto, plazo y tasa que considere más conveniente.
La entidad informó el viernes que había cerrado un acuerdo de recompra -Repo- con cinco bancos internacionales por USD 1.000 millones a una tasa del 8,8% anual y un plazo de 2 años y 4 meses. Las entidades que participaron de la operación son: Santander, ICBC, JP Morgan, BBVA y Citi.
El BCRA recibió en la última licitación ofertas por USD 2.850 millones, pero decidió tomar un monto menor a la espera de conseguir financiamiento a un costo más bajo en el futuro. La decisión de utilizar sus bonos y no los del Tesoro, porque estos últimos aún representan un riesgo más alto para los inversores.
En la autoridad monetaria destacan que el monto de USD 1.000 millones no tiene tanta relevancia como el hecho de que la Argentina volvió a concretar una operación de financiamiento con privados después de varios años fuera de esa posibilidad. Hablan de un resurgimiento del interés por el “riesgo argentino” gracias a las medidas implementadas por el Gobierno de Javier Milei y su equipo económico.
En concreto, el BCRA espera sumar liquidez y con ese “poder de fuego” encarar algún desbalance eventual entre la relación oferta-demanda de divisas. El carry trade en la Argentina en 2024 tuvo rendimientos que no se repetirán en 2025, por lo que podrían iniciar desarmes en algunas carteras.
Con todo, el Gobierno así sumó reservas para cubrir la mayor parte de los pagos de bonos en moneda extranjera, pero también en el corto plazo el primer pago de intereses al FMI, que tendrá lugar el primer día de febrero. La cuenta de trazo grueso muestra que el Tesoro ya tiene acumulado USD 6.000 millones en su cuenta corriente en el BCRA. Tenía otros USD 1.000 millones que fueron girados a Nueva York en octubre como gesto anticipado de garantía de pago de los intereses de esta semana.
Con esos USD 7.000 millones el Gobierno está en condiciones de abonar al contado, sin necesidad de refinanciación, el capital e interés de los títulos en moneda extranjera de esta semana, que suman USD 4.360 millones según estimaciones de Romano Group. También con esa suma podría hacer frente a los USD 650 millones que vencen con el FMI en febrero y los USD 630 millones del primer día de mayo. A diferencia de los vencimientos de 2024, este año todas las obligaciones de pago con el organismo serán de intereses y no estarán cubiertos por desembolsos previos, por lo que deberían ser pagados directamente con reservas.
Le quedarían así unos USD 1.300 millones más de margen para los pagos de julio, cuando tenga lugar el segundo cupón semestral por un monto similar al de enero. Si se le suma a esa cuenta los USD 1.000 millones del Repo, serían entonces USD 2.300 millones. Se trata en rigor de otra cuenta, porque los USD 7.000 millones anteriores fueron comprados por el Tesoro y depositados en cuenta corrientes mientras que el Repo fue una operación en la que no estuvo involucrado el Ministerio de Economía.
En paralelo hay negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con fondos privados para sumar las reservas necesarias para levantar el cepo al dólar. Las reservas del BCRA, descontando sus pasivos, se encuentran negativas en unos USD 10.000 millones.