Premio para jubilados: 10 claves del plan del Gobierno para pagar mejores haberes a quienes se retiraron sin moratoria

El Gobierno nacional confirmó que trabaja en un beneficio económico destinado a los jubilados que realizaron aportes completos a lo largo de su vida laboral y que no recurrieron a las moratorias previsionales. El plan, según explicaron fuentes oficiales, incluye un adicional ligado al crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), como parte de un reconocimiento por el esfuerzo contributivo sostenido de este grupo de personas.

En el marco de una reforma previsional integral, este beneficio estaría acompañado de otras modificaciones como la simplificación de los regímenes jubilatorios y un posible aumento gradual de la edad jubilatoria, tanto para hombres como para mujeres. La propuesta busca introducir mejoras estructurales al sistema previsional, mientras enfrenta el desafío de equilibrar las cuentas fiscales y mantener el poder adquisitivo de los haberes.

Este reconocimiento económico se proyecta para el universo de aproximadamente 3,2 millones de jubilados que, según datos oficiales, completaron 30 años o más de aportes. La fórmula para calcular el adicional aún no ha sido definida, pero se planea que esté vinculada al desempeño de la economía. Podría incluir más de una variable (crecimiento del PBI, crecimiento del salario promedio, recaudación, entre otras), cada una con un ponderador dentro de la fórmula.

A continuación, se presentan las claves principales sobre este plus que prepara el Gobierno para los jubilados.

El Gobierno evalúa otorgar un beneficio extra a los jubilados que cumplieron con todos los años de aportes requeridos y no accedieron a la jubilación a través de las moratorias. Este adicional estará atado al crecimiento del PBI, es decir, los jubilados recibirán un ingreso adicional cuyo monto dependerá del desempeño económico del país.

El mecanismo sería similar a un “cupón PBI”, aunque no se trataría estrictamente de un bono financiero. En cambio, el premio se pagaría como un complemento al haber jubilatorio habitual, utilizando una fórmula polinómica que todavía está en etapa de diseño, pero que podría incluir más de una variable, como el aumento del PBI, de la recaudación y de los salarios promedio, por ejemplo.

El titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Mariano de los Heros, había explicado tiempo atrás, en declaraciones radiales, que el objetivo es saldar una deuda histórica con los jubilados que contribuyeron al sistema durante décadas. “Hay una deuda pendiente con nuestros jubilados contributivos que han aportado 30 o 35 años y que merecen un reconocimiento a ese esfuerzo”, declaró el funcionario.

El plan apunta a diferenciar a quienes cumplieron con las normas previsionales del resto de los beneficiarios del sistema, en el cual predominan aquellos que accedieron mediante moratorias o planes de regularización de aportes.

De los 9 millones de jubilados y pensionados que existen en Argentina, alrededor de 3,2 millones cumplen con los requisitos para acceder a este premio. Esto representa aproximadamente un tercio del total, conformado por hombres y mujeres que aportaron de manera regular y sin interrupciones durante al menos 30 años.

Según fuentes oficiales, el financiamiento de este premio dependerá del crecimiento económico del país y de la capacidad de las cuentas fiscales para absorber el gasto. En paralelo, otras de las propuestas del equipo económico es reducir las cargas sociales, particularmente las contribuciones patronales, como incentivo al empleo formal, siempre y cuando otros impuestos puedan compensar el sistema previsional.

La última moratoria previsional vigente vencerá en marzo de 2025, y el Gobierno no tiene previsto prorrogarla. Este cambio marcará un antes y un después en el acceso a la jubilación, limitando esta herramienta que permitió a millones de personas acceder al sistema previsional sin contar con los años de aportes necesarios.

La fórmula para determinar el monto del premio aún no está definida, pero se sabe que estará vinculada al crecimiento del PBI. Esto significa que, en años de mayor expansión económica, los jubilados que califiquen recibirán un ingreso adicional más significativo. Por el contrario, en períodos de menor crecimiento, el plus sería más acotado.

El objetivo, explicaron fuentes del Gobierno, es que este universo de jubilados pueda participar de los beneficios del crecimiento económico más allá de las actualizaciones tradicionales por inflación. La fórmula de movilidad, ajustada por el IPC, no cambiará.

El resto de los jubilados seguirá cobrando sus haberes con los ajustes automáticos de la fórmula de movilidad, que garantiza que los ingresos se actualicen en base a la inflación de forma automática. Este año, además, el Gobierno mantendrá el bono de $70.000, aunque no contará con actualizaciones, lo que podría afectar el poder adquisitivo de quienes perciben la jubilación mínima.

La reforma previsional que impulsa el oficialismo también incluye la propuesta de aumentar la edad jubilatoria para las mujeres, equiparándola a la de los hombres en 65 años.

Además, no se descarta la posibilidad de extender la edad jubilatoria más allá de los 65 años, aunque sin alcanzar los 70. Esta modificación busca garantizar la sustentabilidad del sistema en un contexto de envejecimiento poblacional y mayor esperanza de vida.

Otro de los ejes de la reforma es la simplificación del sistema previsional, que actualmente cuenta con más de 200 regímenes especiales para sectores específicos, como docentes, trabajadores del Poder Judicial, investigadores científicos, y empleados de casas particulares, entre otros.

El Gobierno busca unificar estos regímenes en un único sistema para todos los trabajadores, con el objetivo de reducir desigualdades y simplificar el funcionamiento del sistema previsional.

El proyecto de reforma previsional se encuentra en etapa de diseño y discusión dentro del equipo económico. Según fuentes oficiales, el plan es enviar la propuesta al Congreso en la segunda mitad de 2025, dependiendo del resultado de las elecciones legislativas.

Con este esquema, el Gobierno busca reconocer el esfuerzo contributivo de quienes cumplieron con los requisitos del sistema previsional, al tiempo que trabaja en una reforma estructural que permita garantizar su sostenibilidad en el largo plazo. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas dependerá tanto de las negociaciones políticas como del contexto económico del país en los próximos meses.