En Argentina, los consumidores enfrentan un dilema económico entre productos nacionales e importados al momento de elegir los artefactos sanitarios, etapa final de la construcción o renovación y mejoramiento de una vivienda.
Según un informe del Instituto de Economía (Ineco) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), el alto costo impositivo y la estructura concentrada del mercado local encarecen los precios y limitan la competitividad.
Aunque los productos importados suelen tener precios más bajos en sus países de origen, los impuestos y aranceles que se les aplican en la Argentina reducen o eliminan la ventaja económica inicial, obligando a los consumidores a optar mayoritariamente por productos nacionales.
El informe, titulado Costos impositivos y comercio en el mercado de artefactos sanitarios: comprar local vs. importar, detalla que los productos importados están sujetos a un arancel del 35% sobre su valor CIF (Costo, Seguro y Flete), a lo que se sumaba el “Impuesto País”, una tasa del 7,5% sobre las importaciones o compras en moneda extranjera con tarjeta de crédito, eliminado a partir del 23 de diciembre de 2024.
Pero, incluso con esta modificación, los costos asociados a la importación siguen siendo elevados y limitan la competencia con los productos locales.
Mercado concentrado
El mercado argentino de artefactos sanitarios está dominado por dos empresas que controlan el 90% de la oferta.
Según el informe de Ineco, esta concentración limita la competencia y mantiene los precios elevados. La empresa líder abarca el 55% del mercado, mientras que la segunda controla el 35%. El restante 10% está distribuido entre siete competidores menores. Esta estructura oligopólica reduce los incentivos para bajar los precios o diversificar la oferta, lo que afecta directamente a los consumidores.
Fausto Spotorno, director de Ineco, explicó que esta falta de competencia, combinada con los altos costos de importación, tiene un impacto negativo en los precios y en los volúmenes de mercado. “En teoría, un duopolio en un mercado relativamente inelástico puede llevar a precios más altos”, señaló, además de destacar que los costos locales, incluidos los impuestos, son un factor determinante en el precio final de los productos nacionales.
Comparativa de precios y costos de producción
El informe comparó los precios de artefactos sanitarios en Argentina y Estados Unidos (ver infografía), revelando que los productos nacionales son entre 2,5 y 3,6 veces más caros que sus equivalentes estadounidenses.
Esta diferencia se debe, en parte, a la carga impositiva en Argentina, que representa un 15% del costo total de producción de los artefactos sanitarios nacionales.
Además, los costos de insumos nacionales e importados, junto con los gastos de fabricación y comercialización, contribuyen al encarecimiento de los productos.
En contraste, los precios de los aires acondicionados no presentan diferencias significativas entre ambos países.
Según Spotorno, esto se debe a factores como la alta demanda en Estados Unidos, impulsada por las temperaturas extremas y las regulaciones ambientales que exigen mayor eficiencia energética. “Además, en Argentina, la mayoría de los aires acondicionados son importados o ensamblados localmente con componentes extranjeros, lo que equipara los costos entre ambos mercados”.
El impacto de las barreras a la importación
El sistema de aranceles y gravámenes en Argentina está diseñado para proteger a la industria nacional, pero también limita la variedad y las opciones disponibles para los consumidores.
Según el informe, los costos adicionales asociados a la importación, como el arancel del 35% y los gastos de envío, hacen que los productos extranjeros sean menos competitivos, incluso si su precio inicial es más bajo. Esto se traduce en una menor presión competitiva para las empresas locales, que no enfrentan la necesidad de ajustar sus precios o mejorar sus procesos de producción.
Los artefactos sanitarios argentinos son hasta 3,6 veces más caros que en Estados Unidos, mientras que los equipos de climatización muestran precios similares entre ambos países
El gobierno anunció medidas para flexibilizar la importación de bienes de menor valor, como la eliminación del impuesto país y la modificación del sistema de envíos puerta a puerta. Este sistema permite la importación de productos de hasta 20 kilogramos y un valor máximo de USD 3.000, con exenciones arancelarias para compras de hasta 400 dólares.
Sin embargo, estas medidas no tendrán un impacto significativo en el sector de los artefactos sanitarios, donde los costos de envío y los aranceles siguen siendo elevados.
Perspectivas
La apertura a la importación desde mercados como China y Brasil podría ofrecer alternativas más accesibles en términos de costos iniciales. Estos países son los principales proveedores de artefactos sanitarios importados en Argentina, debido a sus precios competitivos.
Sin embargo, persisten desafíos como los tiempos de entrega y la disponibilidad de repuestos, que son factores clave para los consumidores.
El informe de INECO concluye que, aunque los productos nacionales tienen una calidad comparable a la de los bienes importados, su competitividad está limitada por un entorno regulado que restringe las importaciones y protege a la industria local. Esta situación reduce los incentivos para mejorar costos y procesos de producción, lo que afecta tanto a los consumidores como a la economía en general.
En este contexto, la eliminación de barreras a la importación podría fomentar la competencia y reducir los precios internos, pero también plantea riesgos.
Spotorno advirtió que una mayor apertura debe implementarse con cautela, para evitar una dependencia estructural hacia un pequeño grupo de proveedores internacionales que podrían imponer condiciones adversas.
Conclusiones
El caso de los artefactos sanitarios en Argentina refleja las complejidades de un mercado altamente regulado y concentrado. Mientras que las políticas proteccionistas buscan proteger a la industria local, también generan precios elevados y limitan las opciones para los consumidores.
La eliminación del impuesto país y las modificaciones en el sistema de importación representan un paso hacia una mayor apertura, pero su impacto será limitado si no se abordan las barreras estructurales que afectan al sector.
“En última instancia, el equilibrio entre la protección de la industria nacional y la apertura a la competencia internacional será clave para garantizar precios más accesibles y una mayor variedad de opciones para los consumidores argentinos”, concluyó Spotorno.