El sector empresarial presenta un marcado optimismo de cara al año que comienza y altos niveles de confianza en el rumbo del Gobierno, aunque no está exento de preocupaciones relacionadas con desafíos estructurales pendientes. Aún así, la confianza en que los problemas sean resueltos es elevada. Por otra parte, la mayoría prevé expandirse a nuevos mercados dentro de la región.
De acuerdo con un estudio realizado por las consultoras Taquion y REF, el 87% de los empresarios encuestados anticipa un crecimiento económico para 2025. En detalle, el 58% que estima avances en el rango del 3% al 5%, mientras que un 22% espera incrementos de entre el 5% y el 10%. Cabe destacar que los empresarios mayores de 60 años se muestran como los más optimistas.
Puntualmente, sobre la política económica del Gobierno, el 88% las evalúa favorablemente para el desarrollo empresario del país. Entre los factores que contribuyen al desarrollo positivo, el 73% destaca la estabilidad macroeconómica, el 58% las políticas gubernamentales pro mercado; un 50% el acceso al crédito y financiamiento; el 39%, acceso a mercados internacionales; el 38% la cultura empresarial; el 38%, la educación y formación de capital humano; el 33% la estabilidad política y el 29% el desarrollo y la innovación.
El informe precisó que la estabilidad macroeconómica es más valorada por quienes consideran favorables las políticas del Gobierno para el desarrollo empresarial, mientras que la cultura empresarial es señalada por quienes las consideran desfavorables.
Además, según la encuesta, 7 de cada 10 piensa que la actividad económica de su sector crecerá el próximo año, sobretodo entre quienes trabajan en tecnología de la información, retail y consumo y construcción.
Sin embargo, los empresarios identifican varios desafíos que limitan el desarrollo: el 83% señala las cargas impositivas como el principal obstáculo, seguido por las regulaciones laborales (69%), corrupción y falta de transparencia (55%) y la inseguridad jurídica (53%). El grupo de entre 46 y 60 años es el más preocupado por la presión fiscal, aunque también reconoce los esfuerzos del Gobierno para controlar la inflación.
En este marco, Sergio Doval, CEO del Grupo Taquion, aseguró que los empresarios destacan la baja de la inflación y confían en que el Gobierno resolverá el resto de los problemas, que de todos modos ya estaban previamente. “Veo mayor optimismo por la previsibilidad, porque venimos de un año muy malo, entonces el rebote es bastante lógico; por la posibilidad de toma de crédito y más capacidad de crecimiento. Sin dudas, le están dando todavía tiempo al Ejecutivo para ir haciendo correcciones, ya que son problemas heredados y parecería ser un elemento que está aceptado”, dijo.
Por su parte, Patricio Fedio, Networker y Socio Internacional de REF, sostuvo que tras la recesión del primer semestre de 2024, lo empresarios creen que lo peor ya pasó y el comentario general es que esperan una reactivación. Aquellos que tienen perspectivas negativas de cara a este año son quienes están “expuestos a la competencia y a la competitividad internacional y no están en condiciones de poder competir por la alta carga impositiva que tiene Argentina, o por la no modernización de su industria al abrir el comercio exterior. Ellos ven obviamente amenaza competitiva. Es es caso de la industria textil, por ejemplo”, precisó.
En cuanto a los desafíos de la industria, el 55% prioriza mejorar la rentabilidad, mientras que el 49% busca incrementar su participación en el mercado y el 46% aumentar la eficiencia. La innovación tecnológica ocupa un lugar destacado, con un 42% enfocado en adaptarse a nuevas herramientas como inteligencia artificial, big data y automatización.
Doval también contó que “en Argentina se modificó muy rápidamente en un año la forma en que los empresarios encaran el negocio. Antes, lo principal era la búsqueda de rentabilidad y ahora se está cambiando el foco a controlar gastos, ser más eficientes y obtener la rentabilidad a través de un mejor desarrollo de la operación. En Inglaterra, por ejemplo, un negocio que deja 6% de rentabilidad anual es algo extraordinario, y en Argentina nadie ponía un negocio por menos del 20% anual”.
Otra cuestión que destacó es el cambio de paradigma en la relación sindicatos-empresas. Se construyó, dijo, un vínculo más colaborativo que combativo. “Empezó a darse un trabajo orgánico donde los sindicatos son parte de la solución y participan en buscar mejoras. Antes había tensiones porque el sindicato exigía y el empresario no quería. La solución de crisis creo que cambió esa dinámica de poder y hay muchos sindicatos que se están acomodando a trabajar con las empresas”, afirmó.
En otro orden, 7 de cada 10 empresarios tiene intenciones de expandir su negocio a un nuevo mercado, principalmente a Perú, Paraguay, Chile, México, Uruguay y Brasil.