La liquidación de divisas del agro fue récord en 2024 y superó los USD 25.000 millones

Pese a la caída de los precios internacionales, el sector volvió a ser un puntal en el ingreso de dólares a la economía y contribuyó a las compras del BCRA en la plaza cambiaria, por más de USD 19.000 millones

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Aunque los precios internacionales no
Aunque los precios internacionales no ayudaron, el agro se mantuvo como el sector más superavitario de la economía.

Las cámaras que nuclean a las empresas aceiteras y cerealeras de la Argentina informaron este martes el resultado de liquidación de divisas de la agroindustria, que arrojó un monto récord para el total de 2024.

Las entidades CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina) y CEC (Centro Exportador de Cereales) comunicaron que en diciembre los ingresos rendidos por el sector en el mercado de cambios alcanzaron los USD 1.966 millones, un 58% más que en el mismo mes del año pasado, cuando en el marco de la asunción de un nuevo gobierno, tras el triunfo del libertario Javier Milei en la segunda vuelta electoral del 19 de noviembre, se esperaba una drástica devaluación, que se concretó finalmente el 13 de diciembre de 2023.

En el total anual, las liquidaciones del agro alcanzaron los USD 25.090,7 millones, un récord histórico, por encima de los USD 25.033 millones del 2011. Asimismo, los ingresos al mercado de cambios de 2024 superaron en más de USD 5.000 millones o un 26,8% al resultado de 2023, cuando la liquidación se desmoronó a USD 19.742,1 millones, un mínimo desde 2019.

Las liquidaciones del agro alcanzaron los USD 25.090,7 millones en 2024: más de USD 5.000 millones o un 26,8% por encima del resultado de 2023

“El ingreso de divisas del mes de diciembre es el resultado de un buen ritmo de ventas de granos de parte del productor, el inicio de la cosecha de trigo y cebada, así como un sólido programa de molienda de soja para los embarques de harina y aceite de soja. El 2024 fue superior al año anterior en ingresos de divisas, causado por un volumen de cosecha superior. Los precios internacionales no acompañaron la mejora de la producción; si no, los valores totales anuales podrían haber sido superiores”, explicaron las cámaras del sector.

Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, destacó para 2025 el factor climático como punto de alerta para el mercado de granos local. Indicó que en la Argentina la humedad de suelos en la capa arable es limitante en casi toda el área agrícola. “Las reservas están declinando, aunque todavía la situación no es preocupante”, estimó.

“Los aceites que habían repuntado se estabilizaron, y la harina de soja mejoró dando un espaldarazo al poroto. Esto último sería por el clima seco que se espera para Argentina. Esto se combinó con una posición vendida muy fuerte de fondos especulativos en harina de soja, mercado en el que nuestro país es el principal exportador. También en poroto están muy vendidos, y esta situación amerita sumar premio climático”, consideró Romano.

Hay que subrayar que el precio internacional de la tonelada de soja se desplomó casi 22% en 2024, a USD 365,69 la tonelada (USD 9,9525 por bushel) en el Mercado de Chicago, una cotización mínima desde la pandemia en 2020. Hay que subrayar que el principal producto de exportación del país es la harina de soja (12% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, y que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 70%. El segundo producto más exportado -según datos del año pasado, de acuerdo con el INDEC-, fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%).

La caída del precio de
La caída del precio de la soja en 2024.

En este marco, cobra relevancia el reclamo del sector por una reducción o eliminación de las retenciones a las exportaciones, que pone en juego la rentabilidad de un motor de la economía. Un informe de FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina), estimó que la presión impositiva del Estado en sus diversos niveles sobre la renta generada por una hectárea agrícola alcanzó el 64,3% debido a un contexto de baja de los precios internacionales, las retenciones agrícolas sin modificaciones y tributos provinciales y municipales.

Dante Romano recomendó a los productores “ser conservadores con el nivel de ventas por el riesgo climático, pero quienes vienen muy atrasados en ventas deberían aprovechar la volatilidad para tomar precio en caso de que los números se acomoden un poco. Si bien los precios pasaron de la zona de 260 a 270 (dólares por tonelada), todavía no resultan tentadores”.

El experto de la Universidad Austral destacó la expectativa de una baja en derechos de exportación que podría sumar en soja entre 20 y 30 dólares por tonelada, dependiendo de qué tanto baje la alícuota, tal como lo está estudiando el gobierno de Milei. “No es claro si esto pasará en mayo o en noviembre (picos de liquidación en el mercado internacional), pero sí vemos una recuperación de precios la venta podría acompañarse con compra de call (instrumento financiero por el que se ejerce el derecho de comprar un activo al precio determinado) por las dudas. Cuanto más lejanos el call que se compre mejor, pero también será más caro”, concluyó.

Efecto financiero

Las liquidaciones del agro por más de USD 25.000 millones en el último año contribuyeron al margen de compras del Banco Central en el mercado de cambios, que en 2024 se alzó con un récord de USD 18.743 millones por su intervención en el mercado de cambios.

“El Banco Central habría intervenido en el mercado paralelo: la tendencia de apreciación del tipo de cambio paralelo que comenzó en julio parece haberse detenido, en un contexto global desafiante con un dólar más fuerte, un real brasileño particularmente débil y precios de la soja más bajos”, indicó Max Capital.

“El Gobierno parece estar intentando contener la presión sobre la moneda mediante intervenciones, en un contexto de menores exportaciones bajo el esquema blend y presión de importaciones y pagos de servicios en dólares. Un real más débil y precios más bajos de la soja deberían trasladarse a una moneda más débil, pero el blend ha suprimido esas presiones hasta ahora, acercando ‘contado con liquidación’ con el tipo de cambio oficial. La supuesta intervención del Gobierno sugiere que las autoridades intentarán limitar la volatilidad, buscando una convergencia cambiaria hacia el tipo oficial con un camino que desatienda las presiones globales, confiando en que los fundamentos locales prevalecerán”, acotó Max Capital.

“Mientras se continúa monitoreando el clima global, con epicentro en las depreciaciones de las monedas emergentes y la debilidad de la soja, los dólares financieros amagan con reanudar el reacomodamiento al alza reciente, el cual viene siendo amortiguado en las últimas ruedas por el BCRA que de todos modos sigue en racha compradora. Ello se debe a que una ‘brecha’ no mucho más allá de los niveles actuales podría ser necesaria para no condicionar la positiva marcha que viene exhibiendo el proceso de desinflación y la baja de nominalidad de la economía”, aportó el economista Gustavo Ber.

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