Antonio Milanese fue oficializado este viernes como nuevo subsecretario de Transición y Planeamiento Energético de la Secretaría de Energía en reemplazo de Mariela Beljansky. El flamante funcionario tendrá a su cargo un área clave en los planes del Gobierno para poner en marcha un nuevo esquema de subsidios en las tarifas de electricidad y gas natural, bajo la premisa de continuar con la reducción del gasto público.
La designación se hizo oficial a través del Decreto 1123/2024 que lleva las firmas del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo. Allí se acepta la renuncia de Beljansky, magister en Energía, a partir del 2 de diciembre y se le agradeció por los servicios prestados en el desempeño de su cargo.
Por otro lado, fue designado a partir del 11 de diciembre pasado Milanese, licenciado en ciencia política de la UBA y experto en ciencia de datos, al frente de la Subsecretaría de Transición y Planeamiento Energético. Previamente se había desempeñado como Director Nacional del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS), donde se coordina el intercambio de información patrimonial y social de las personas entre organismos públicos.
El flamante funcionario ahora tendrá a cargo la gestión del Registro de Acceso a los Subsidios de Energía (RASE), donde se encuentran los datos de los usuarios de los servicios públicos de energía con los que se realiza la segmentación de subsidios en función de los ingresos que recibe cada hogar.
Hacia adelante el punto más sensible está en las tarifas de electricidad y de gas natural. Caputo tiene pendiente un nuevo recorte en subsidios además de una revisión tarifaria para las empresas transportistas y distribuidoras que garantice los ingresos necesarios para financiar las retrasadas inversiones en el sector.
La secretaría de Energía que conduce María Tettamanti trabaja en poner en marcha desde mediados de 2025 un nuevo esquema de subsidios a hogares para terminar con la segmentación vigente en tres niveles: ingresos altos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3). La premisa es que existan solo dos tipos de usuarios bajo un sistema similar al de la tarifa social: los que tienen y los que no reciben subvención. El Presupuesto 2025 preveía un recorte en subsidios de más de USD 3.000 millones, similar al que se dio este año.
No es un desafío menor porque actualmente en electricidad - el servicio de gas no llega a todo el país - los N1 son unos 5 millones de usuarios, los N2 son 8 millones y los N3 son unos 3 millones. Hoy dos de cada tres familias reciben asistencia para afrontar las boletas.
La apuesta del Gobierno es que el incipiente crecimiento de la economía se fortalezca y permita que muchos de esos hogares tengan capacidad de pago, aunque en los despachos oficiales reconocen que eso llevará tiempo. Mientras tanto, destacan que los índices de pobreza mostrarán una sensible baja desde el 52,1% que marcó el primer semestre.
Tettamanti también tiene por delante una revisión de tarifas con transportistas y distribuidoras. Un proceso en el que ambas partes deberán ponerse de acuerdo en las tarifas que se van a cobrar y las inversiones en la red para los próximos cinco años. En las compañías reconocen que en 2024 pudieron sanear sus balances gracias a los incrementos que habilitó el Gobierno, que llegaron en algunos casos al 500 por ciento.
En ambos casos la velocidad dependerá de que se puedan combinar el sendero de ajuste fiscal, corrección de precios y la desaceleración de la inflación. Las encuestas le dan una aprobación mayor al 50% a Milei y en los despachos oficiales saben que la sensación de mejora en los bolsillos será clave para mantener ese activo de cara a las elecciones.