En su informe sobre “Objetivos y planes para 2025”, el Banco Central resaltó el incipiente incremento del crédito al sector privado, que creció “más de 2 puntos porcentuales del PBI desde su mínimo”.
En especial, destacó el incremento de los préstamos hipotecarios, que habían caído a un mínimo de tan solo 0,1% del PBI a principios de año. Desde entonces aumentaron 80% en términos reales en los últimos seis meses a partir del otorgamiento de préstamos ajustados por UVA.
“Se estima que el conjunto de entidades financieras incorporó más de 2.300 nuevos deudores hipotecarios en octubre y cerca de 1.500 en septiembre”. “Estos niveles superaron significativamente a las altas que en promedio mensual se observaron en los últimos 5 años”, explicaron desde el BCRA.
“De cara al próximo año se espera que la intermediación financiera con el sector privado siga expandiéndose, en un contexto de menores niveles de inflación y de expansión de la actividad económica”, agregaron desde la entidad en el informe, que está obligado a presentar antes de fin de año de acuerdo a la Carta Orgánica de la entidad.
Un aspecto relevante en el caso del crédito a las empresas es que el incremento se verificó en todos los sectores económicos. En este caso, se destaca tanto la industria, como la producción primaria, el comercio y sector prestador de servicios.
Otra cuestión destacable es que la participación del crédito al sector privado incrementó su participación en el activo total de los bancos hasta 31,6%. Este se proceso se denomina “crowding in”, es decir que el sector privado empieza a desplazar al Estado en la recepción del financiamiento.
Al cierre del año 2024 la política monetaria se acercaba ya a su tercera fase, de acuerdo a lo señalado por el propio BCRA.
“Se va en búsqueda de consolidar las condiciones que permitan a la economía operar libremente en un ámbito de competencia de monedas”. El objetivo de la fase 3 será desplegar “un esquema de mayor libertad económica y financiera sin desatender los rasgos macroprudenciales que tiene la regulación vigente”.
Los préstamos en pesos al sector privado vienen aumentando en 2024 un impresionante 221%, muy por encima de la inflación, que podría finalizar en torno al 120% en el año. Desde mayo que el otorgamiento de préstamos se ubica bien por encima de la inflación.
En los últimos 30 días el stock se incrementó 10%, cuando se estima que la suba de precios estaría por debajo del 3% en diciembre. Esto marca una consolidación de la tendencia que se viene observando en los últimos meses.
Se apunta a que el crédito especialmente a las familias ayude a mejorar la capacidad de compra a lo largo de 2025, complementando la mejora incipiente de los salarios en relación al incremento de precios.
Obviamente que la baja de la inflación y la consiguiente disminución de la tasa de interés son claves para que existan condiciones para aumentar la demanda de crédito en los distintos rubros. Para 2025 se espera que las empresas busquen más financiamiento para inversiones, tanto a través del sistema financiero como del mercado de capitales.
El superávit fiscal es una de las garantías de mayor aumento de crédito para el año que viene, ya que se reduce la colocación de títulos por parte del Tesoro a los bancos. Esto implica que las entidades tienen mayor capacidad prestable para destinarle al sector privado. Y se espera que esta dinámica se profundice a lo largo del año próximo.