El mercado cambiario encarará las tres últimas ruedas del año con el impulso de la tendencia alcista que se percibió en las últimas dos semanas y que obligó al Banco Central a una fuerte intervención para moderar el salto de la brecha cambiaria.
La diferencia entre el dólar oficial y los paralelos se ubicó en los primeros días del mes cómodamente por debajo de 5%, la menor desde 2019, cuando prácticamente convergieron todas los precios del billete con el tipo de cambio oficial. Pero volvió a ampliarse a partir de la tercera semana mes hasta volver a un rango entre 10% y 15%, el cual sigue siendo un nivel mínimo respecto a los últimos cuatro años.
Lo concreto es que, al tiempo que el dólar libre y las cotizaciones financieras escalaron rápidamente y llegaron a cruzar la barrera de los $1.200 en el caso del billete informal, el Central desató una fuerte intervención que se moderó con el correr de los días. Una primera lectura de los operadores apuntó a que el BCRA buscaba ponerle techo a la suba, tras haber determinado “el piso” del precio del dólar con la baja de las tasas de interés resuelta en la segunda semana de diciembre.
Esa decisión apuntaló el precio del dólar que pareció escaparse al alza. Sin embargo, el martes el dólar informal volvió a cerrar en $1.200, con el dólar MEP en $1.170 y el Contado con Liquidación en 1.184 pesos. Es el punto de partida para las últimas ruedas del año, en las que es de prever un último reacomodamiento de carteras que impacte probablemente en el precio del dólar.
“Estimamos un poco menos de intervención del BCRA, pero aun así (el dólar) terminó ligeramente alcista, volviendo a zonas del MEP que son similares a donde intervino con más fuerza la semana pasada, lo que apoya la idea de que la intervención es más para moderar la volatilidad que para mantenerlo en niveles particulares”, analizaron en la consultora Outlier.
Las presiones que se mantuvieron vigentes hasta el martes indican que probablemente la entidad monetaria deba reforzar en las próximas jornadas su presencia en el mercado. Se trata del gran dato a monitorear en los últimos días hábiles del año para el mercado.
“El BCRA publicará los datos monetarios con los que podremos inferir la magnitud de la intervención en la rueda del miércoles, jueves y viernes pasado. Por los volúmenes operados en GD30 y AL30 t+1, a priori pareciera que fue mayor que el lunes y martes. Es importante que el volumen continúe recortando esta semana, ya que sería un primer indicio de menor intervención del BCRA, lo cual implicaría menor presión en la dolarización de portafolios”, advirtió la consultora financiera PPI, donde se reconoció que si bien la autoridad monetaria cuenta con una posición de liquidez holgada, estimada en torno a USD 15.500 millones, los flujos diarios de intervención estimados también serían significativos.
Es que la brecha cambiaria entre el CCL y el oficial se triplicó desde el mínimo de la gestión Milei de 4,9% a 13,1% al cierre del viernes pasado, con lo que la brecha entre el dólar exportador y el oficial se amplió de 1,1% a 2,6%. Eso, según PPI, le devolvió atractivo en el margen al dólar blend (el esquema por el que los exportadores liquidan 20% de sus ventas en el CCL), que prácticamente había desaparecido.
En cualquier caso, todos los movimientos del dólar son mayormente estacionales, lo que podría marcar un cambio de tendencia en los primeros días del próximo año y particularmente a partir de la segunda semana de enero. Esto porque el 9 del mes que viene se pagará el vencimiento de bonos de deuda en dólares, lo que inyectará unos USD 3.500 millones en el mercado, lo que se espera incremente la liquidez y contribuya a una mayor oferta de divisas que vuelva a presionar las cotizaciones a la baja.